En 1906 tenemos un testimonio de la fascinación que Canalejas ejerció sobre todos los medios sociales alicantinos. En el mes de mayo la Sociedad de Obreros Marítimos recogía firmas para enviar al Gobierno una exposición en que se solicitaba que Alicante fuese puerto de escala fija en las líneas regulares de vapores con subvención estatal; que se revisaran las tarifas ferroviarias en armonía con la distancia, de manera que Alicante no viese acaparado por otras plazas el tráfico que le correspondía; y que la Arrendataria de Tabacos no mermase el contingente obrero de la Fábrica de Alicante ni limitase su producción en beneficio de otros establecimientos de reciente creación1.
El tráfico mercantil por el puerto alicantina había disminuido muchísimo y caería a cotas muy bajas en 1906 y 1907, no recuperándose hasta finalizada la primera década del siglo2. Los trabajadores dirigieron entonces su mirada a Canalejas, que tenía fama de ocuparse de los intereses alicantinos. En junio de 1906, los Obreros Marítimos enviaron una carta a Canalejas agradeciéndole su atención y acordaron que “figure vuestro nombre en el libro de actas de esta Sociedad Obrera, con un voto de gracias acordado en el día de ayer”3. En octubre, los Obreros Marítimos volvieron a dirigirse a Canalejas recordándole la exposición enviada en mayo, arriba citada, y pidiéndole medidas que “proporcionarían motivos de gratitud a los trabajadores, cuyo derecho a la vida se va haciendo ilusorio por ser tan eventual la ocupación de sus brazos”4. Canalejas les respondió: “Ya saben ustedes y sus dignos compañeros que para todo, y especialmente con cuanto redunde en beneficio de Alicante, cuentan con mi resuelto concurso”5. En 1907 un representante de “La Terrestre” formó parte de una comisión que se formó en Alicante para llevar a cabo un Homenaje a Canalejas6.
Pese a las afirmaciones de los capataces sobre “las irritantes pretensiones” de las Sociedades Obreras del Puerto7, éstas no tuvieron demasiada actividad reivindicativa en los años finales de la primera década del siglo XX, porque las malas condiciones del tráfico mercantil en el puerto no lo permitía. Hubo, si, varios incidentes entre los capataces y la sociedad “La Paz”8 y tanto “La Terrestre” –que tenía entonces 300 afiliados, lo que suponía haber perdido la mitad de sus socios en pocos años- como “La Marítima” –con 220 afiliados- seguían formando parte del Centro de Sociedades Obreras de Alicante9.
A fines de 1910 comenzó a mejorar algo la situación del tráfico comercial y las sociedades pudieron hacer frente a una ofensiva de la Sociedad de Capataces “La Unión”, en noviembre, gracias a una actitud conjunta de “La Paz” y “La Terrestre” apoyadas por “La Marítima” y la Sociedad de Carreros “El Progreso”, que se declararon en huelga, pronto resuelta10.
Reapareció, pues, la antigua querella al hacer los Capataces de “La Unión” una agrupación mixta con los obreros, que eran preferidos a los de las demás sociedades obreras a la hora de encontrar trabajo. En abril de 1911 los trabajadores protestaron en la prensa alicantina y ante el Gobernador Civil porque esa sociedad, de reciente creación fuese preferida por los Capataces a “La Marítima” y “La Terrestre”, que tenía firmado un acuerdo con el Sindicato de Navieros y Consignatarios11. Se llegó a un cierto acuerdo, que fue pronto quebrantado por los capataces, que se mostraba intransigentes en las conversaciones con el Gobernador; los obreros amenazaron entonces con ir a la huelga: las fuerzas estaban muy repartidas, pues “La Paz” contaba con 186 afiliados y “La Terrestre” con 90, y en la sociedad mixta “La Unión había 193 obreros12.
Así las cosas, y tras alguna coacción por parte de “La Unión”, que fue reprendida por el Gobernador Civil, se llegó al acuerdo de que se escogiera el mismo número de obreros de “La Unión” que del resto de las sociedades obreras: esto, que equivalía al reconocimiento por los obreros de un sindicato “amarillo”, fue presentado casi como un triunfo por los trabajadores, mientras quedaban disgustados los afiliados a “La Unión” que, sin duda, esperaban mejor trato13. De otro lado, los capataces –en torno a los cincuenta- no siempre respetaban ese acuerdo y en septiembre de 1911 los trabajadores acudieron de nuevo al Gobierno Civil para denunciarlo14. El aumento de tráfico mercantil y la consiguiente abundancia de trabajo hizo mejorar la situación de las sociedades obreras, que en 1912 lograron un pequeño triunfo contra “La Unión”, consiguiendo mejoras en los salarios y puestos de trabajo15.
En cuanto a la orientación ideológica de estas Sociedades, parece que tanto “La Marítima” como “La Terrestre” apoyaron a los socialistas en la polémica que dividió entre 1911 y 1913 a los obreros alojados en el Centro de Sociedades Obreras, y ambas pasaron a formar parte de la Casa del Pueblo, creada por iniciativa de los socialistas16. “La Paz”, por el contrario, parecía más cercana a las posiciones sindicalistas y en 1915 trasladó su domicilio al Centro de Sociedades Obreras, feudo de la CNT17. Con todo ese predominio de las directrices socialistas entre los portuarios alicantinos, que había sido muy fuerte en la primera década del siglo, fue disminuyendo poco a poco y en los años más tensos de la cuestión social en Alicante, los portuarios actuaron orientados por los anarcosindicalistas.
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NOTAS:
1El Graduador, 2-V-1906. Según Vicente Ramos, obra citada, los agentes de Aduanas y otras Sociedades Obreras suscribieron también esa petición.
2Lógicamente, este decaimiento del tráfico “redunda en daños de la clase obrera consagrada a la carga y descarga de la mercancía” (El Progreso, 5-II-1909).
3Heraldo de Alicante, 5-VI-1906.
4El Demócrata, 10-X-1906.
5El Demócrata, 14-X-1906.
6El Demócrata, 24-I-1907. Cuando Canalejas fue asesinado, desfilaron por el Gobierno Civil alicantino “comisiones de todas las Sociedades Obreras… para hacer acto de protesta contra el vil atentado”, y “los trabajadores del muelle suspendieron sus faenas adhiriéndose al sentimiento del pueblo alicantino por la muerte de Canalejas” (Eco de Levante, 14-XI-1912).
7Diario de Alicante, 1-VII-1909. Los capataces se quejaron por ello ante el Gobierno Civil.
8Diario de Alicante, 17-III-1909.
9El Pueblo Republicano, 19-X-1910.
10La huelga la comenzó “La Terrestre”, fue apoyada por los gabarreros de “La Paz” y el resto de las sociedades obreras, se resolvió pronto (El Pueblo Republicano y La Correspondencia de Alicante, 7-XI-1910, y La Voz de Alicante, 9-XI-1910). Las bases del acuerdo se publicaron en El Pueblo Republicano, 12-XI-1910.
11El Pueblo Republicano, El Noticiero y Diario de Alicante, 1-IV-1911.
12El Pueblo Republicano, 3, 4, 5 y 6-IV-1911.
13La Tarde, 6-IV-1911, Diario de Alicante, 6 y 10-IV-1911, Eco de Levante y La Correspondencia de Alicante, 7-IV-1911. Poco después, en Periódico para Todos (30-V-1911), Antonio Ferrándiz Maciá instaba a los obreros que pertenecían a “La Unión” a que despertasen de su letargo y dejasen de ser “esclavos de esa muchedumbre parásita que se apropia de nuestra salud y de nuestra sangre”.
14El Pueblo Republicano, 7-IV y 2-IX-1911.
15Diario de Alicante, 20-IV-1912. La Cámara de Comercio se quejó al Gobernador Civil de que los obreros no respetaban los acuerdos anteriores, pero acabaron cediendo ante la perspectiva de buenos negocios.
16La Voz de Alicante, 14-X-1911, Alicante Obrero, 7-III-1913, y La Unión Democrática, 24-V-1913.