A primeros de 1907, “por iniciativa propia, los fabricantes de paños de Alcoy acuerdan por unanimidad el aumento de un real diario a los Tejedores Mecánicos1, en tanto que otro oficio, el de los canilleros, tuvo que acudir a la huelga para obtener medio real de aumento, “razonable demanda”, según la prensa local2.

En julio, estalló un largo conflicto en la industria textil alcoyana, cuyo análisis arroja bastante luz sobre la situación objetiva del proletariado alcoyano en esos años y su conciencia de clase. El día 14 de julio de 1907, en un mitin celebrado en la Escuela de Párvulos, cardadores, diableros y selfactineros intentaron acordar una huelga, al no atender los patronos sus peticiones de mejora: no rechazaban el contrato de julio de 1906, sino que pedían únicamente un aumento de 0’125 de peseta en el trabajo diurno y del 25% en el salario nocturno. Pero el alcalde advirtió que no podían salirse del Orden del Día del mitin, por lo que pidieron una nueva reunión para el día 21, a lo que el alcalde contestó que no podía cederles el local. Por ello, cada oficio acordó ir a la huelga en su local social. Los patronos advirtieron que si los obreros no acudían al trabajo se considerarían desligados de la tarifa acordada y podrían contratar a otros trabajadores. En total, los parados eran unos 350, de unas 22 fábricas de la ciudad. Hubo entonces una primera intervención del Gobernador Civil, que aseguró que los trabajadores alcoyanos ganaban un 10% más que los de otras localidades fabriles españolas, cosa que negaban los trabajadores, recordando que en la huelga de 1906 pedían cobrar lo mismo que los obreros textiles de Tortosa, Sabadell y Béjar, petición que no aceptaron los patronos. La intervención del Gobernador Civil fracasó, a pesar de que los trabajadores redujeron a la mitad sus pretensiones, ante la absoluta intransigencia de los patronos3.

text7A finales de julio hubo nuevas negociaciones, en las que participaron el secretario del Instituto de Reformas Sociales, señor Puyol, y el general Ramos Bascuñana, Inspector de Trabajo de la Sexta Región, así como el Gobernador Civil. Los obreros, en un mitin, acordaron seguir en huelga, en tanto llegaban a la ciudad refuerzos de la Guardia Civil4.

Los patronos no aceptaron la propuesta de Puyol de dejar el conflicto al arbitrio del instituto de Reformas Sociales5.

El día 1 de agosto, tras once días de paro, volvieron al trabajo los cardadores y diableros, en numero de 300, sin haber obtenido ninguna ventaja: según Fraternidad, volvían “en la confianza de que en cuanto se abran las Cortes se votará un proyecto de ley reduciendo la jornada de trabajo, en virtud de los estudios que se están haciendo aquí por los comisionados especiales”, confianza que el semanario republicano consideraba totalmente infundada6.

Los selfactineros continuaron la huelga, pese a la presión de los patronos que, “encima de negarse a conceder a los huelguistas algo de lo que solicitan, les han privado de algunas de las ventajas de la vieja tarifa, amenazándoles en una comunicación con sustituirles en sus ocupaciones si hoy sábado, a primera hora, no se presentan en la fábrica a prestar servicio” y, al parecer, algunos estaban dispuestos a buscar trabajo en otras localidades antes que ceder7.

Según Fraternidad, las demandas de los obreros eran admisibles, con alguna pequeña modificación: lo que no podía permitirse era que cada año surgiese una huelga que acabaría por arruinar a la industria local. De otro lado, el Diario de Alicante desplazó a varios redactores a Alcoi para informar de la huelga y analizar la industria de la localidad8.

Según Diario de Alicante, la huelga estaba mantenida entonces por los hiladores y selfactineros: niños que entraban como selfactineros pero que al ir creciendo, veían aumentar sus necesidades que no podían cubrir “con el jornal mezquino con que son retribuidos”; patronos que no transigían con las peticiones de los obreros porque sabían que su trabajo podía ser realizado perfectamente por mujeres o niños9.

El número de huelguistas, unos doscientos, era escaso en relación con la numerosa población activa alcoyana, pero la intranquilidad seguía. El 31 de julio hicieron los patronos una propuesta para los selfactineros: en general, se mantenía la jornada laboral, el jornal, las condiciones de trabajo en días festivos y el aviso a los obreros en caso de parar alguna selfactina, extremos todos considerados en la tarifa de julio de 1906; únicamente aclaraban algunos extremos referidos a los atadores primeros, para diferenciarlos de los atadores segundos o aprendices10.

Los enviados especiales de Diario de Alicante, además de algunos artículos más o menos publicitarios sobre las principales industrias alcoyanas, describieron la situación del proletariado alcoyano. Visitaron el Hospital, donde vieron a numerosos niños heridos o mutilados por las máquinas, y concluyeron: “Toda la ley reguladora del trabajo de las mujeres y los niños es conculcada en Alcoy11.

De otro lado, señalaban la existencia de numerosos agitadores “encargados de manejar la masa obrera a su antojo, llevándola por descarriados caminos, con el pretexto de hacer su felicidad”, y achacaban a los fabricantes catalanes las huelgas de Alcoi por la competencia que les hacía la industria alcoyana, a partir del hecho de que los obreros de Tarrassa y Sabadell, que no contaban con caja de resistencia, habían enviado siete mil pesetas a sus compañeros alcoyanos. Finalmente, hacían un análisis de la clase obrera de la localidad que no parece del todo descaminado:

Hay que advertir que en Alcoy, por ahora, no se podrá plantear una huelga general por la división, los odios, los rencores, las rencillas que existen entre los obreros; en vez de, como sería lógico, estar unidos y tener los mismos deseos e idénticas necesidades, se miran con rencor unos a otros y frente a lo propuesto por un bando, se hacen proposiciones distintas y opuestas por otros grupos de obreros. De esta suerte, faltando la cohesión que debe reinar en toda agrupación obrera es punto menos que imposible realizar un paro general12.

Comenzaron entonces a trabajar algunos esquiroles y surgieron choques y coacciones, siendo procesados por ello ocho huelguistas. Corrían rumores de arreglo al pensar los obreros que se podría aplicar íntegra la tarifa de 1906, pero los patronos sólo mantenían lo relativo a la jornada y al salario, pero modificaban algunas otras condiciones13.

Los obreros llegaron incluso a presentarse a trabajar en las fábricas –que encontraron cerradas- tras haber anunciado públicamente sus condiciones: entrar todos los huelguistas en los mismos puestos que tenían antes del paro y en las condiciones fijadas por la tarifa de 1906, y mantener sus peticiones “por la consideración de que es de justicia y no por ninguna clase de imposición a los industriales, como parece suponerse14.

Ante la intransigencia patronal, que atribuían a “insaciable avaricia o por un amor propio mal entendido”, los selfactineros consiguieron la reincorporación de los esquiroles a la huelga y pidieron ayuda al resto de los trabajadores Se celebró un mitin el día 15 de agosto, al que asistieron entre mil y dos mil obreros, y en el que intervinieron, entre otros, el famoso anarquista Claramunt y en el que se decidió la huelga general15.

Los días 16 y 17 hubo, en total orden, paro general de manufactura de paños, lo que forzó a una nueva intervención del Gobernador Civil. Tras varias reuniones, se llegó a un acuerdo el 20 de agosto: los obreros, en definitiva, acabaron por aceptar las bases propuestas por los patronos que, en general, no diferían mucho de las de 190616.

Según una fuente oficial, “el resultado de esta huelga fue adverso para los obreros selfactineros, puesto que no consiguieron ninguna de las peticiones formuladas al principio ni en el transcurso de la huelga. Las pérdidas materiales o jornales no percibidos por causa de la huelga ascendieron a la cantidad de 20.000 pesetas, ocasionando además el paro forzoso de mil hombres y cien mujeres –tejedores mecánicos y manufactureros, canilleras bataneros, travesaleros, prensadores, etc- dedicados a la filatura como primer materia de sus respectivos trabajos. Las pérdidas irrogadas a los fabricantes importaron 50.000 pesetas17.

Para el semanario republicano Fraternidad, el resultado de la huelga fue un “fracaso de los huelguistas por falta de medios de resistencias en todos, de disciplina en los dirigidos y de mayor representación en los directores del movimiento18.

El día 23 volvían a sus puestos las fuerzas de la Guardia Civil concentradas en la ciudad con ocasión de la huelga…

En 1908 se produjeron algunos conflictos parciales en el textil, que atravesaría luego unos años de tranquilidad social. En enero de ese año, los selfactineros perdieron una huelga en la que pedían un aumento: eran unos cien los huelguistas, de un total de trescientos cincuenta trabajadores del oficio19.

En mayo, en cambio, se produjo una huelga de clasificadoras de trapos de la Fábrica de Gómez Pastor y Torrijos que acabarían ganado las obreras: el patrono pretendía reducir el jornal que ganaban o bien reintroducir el destajo, a lo que se negaron las trabajadoras, que eran entre 38 y 46. Hubo varios mítines en la Escuela de Párvulos y recaudaciones entre los compañeros del Textil para apoyar a las traperas20, que acabaron por conseguir sus reivindicaciones. El paro, en el que intervino el Gobernador Civil, duró desde el 4 de mayo hasta el 21 de junio. En los último días del conflicto, en concreto el día 15 de junio, hubo enfrentamientos entre quienes pretendían entrar a trabajar y las que querían continuar la huelga21.

En septiembre tuvo lugar otra huelga en otro almacén de trapos, propiedad de la Viuda de Vilaplana, cuyo resultado ignoramos22.

Con la excepción de las huelgas generales de 1909 –con ocasión de la protesta contra la guerra de Marruecos- y de 1911 –en solidaridad con los mineros bilbaínos y de nuevo contra la guerra de Marruecos-, sucesos en los que participaron activamente los trabajadores alcoyanos, parece que la industria textil atravesó en la ciudad por una etapa de cierta tranquilidad social. Los tejedores alcoyanos participaron en el Congreso fundacional de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), representados precisamente por un destacado socialista, Rogelio Cantó, que formó parte de varias comisiones.

Arte fabril Terrassa vaga 1911

En 1912, sin embargo, comenzaron de nuevo los conflictos en el sector: en marzo hubo una huelga de seis días de duración en la fábrica de hilados de Soler, por despido de una obrera; los huelguistas eran sesenta, de ellos cincuenta mujeres23.

La huelga se reprodujo a primeros de mayo, al pedir las obreras aumento de salario y reducción de la jornada de trabajo24.

Tras una huelga de dos días en un almacén de trapos por despido injusto de una compañera, a fines de mayo25, se produjo un conflicto de mayor trascendencia: una huelga de las obreras del almacén de trapos de Torrijos que duró unas cuatro semanas26.

Tal vez como secuela de esta huelga, se habla de otra, que afectó únicamente a seis operarias de un almacén de trapos, a mediados de julio27. Se trataba, como se ve, de conflictos muy localizados y que afectaban a un escaso número de trabajadores.

En la segunda mitad de 1912 siguió esa misma tónica: en agosto, los Borreros y Tintoreros elevaron a la Real Fábrica de Paños unas peticiones de mejoras que no fueron atendidas, por lo que se declaró la huelga, que afectó a unos trescientos cincuenta obreros y no tuvo una excesiva duración28.

En octubre tuvieron lugar varios conflictos: una huelga de selfactineros en la fábrica de Hijos de Pascual Aracil29, otra de operarias de la fábrica de Borras de Pérez y Solsona, que apenas duró tres horas, al no admitir las trabajadoras la pretensión del patrono de rebajarles el jornal30; y finalmente, unos despidos de obreras en la fábrica de Yutes y Sacos de Leonardo Payá por negarse a aceptar el destajo: ésta última fue la más duradera, pues tras declararse en huelga con las despedidas, las operarias se mostraron en las negociaciones dispuestas a admitir el destejo si se les abonaba “la limpieza del taller”. Después de algunos días de discusiones, se resolvió el conflicto con el restablecimiento del destajo y un pequeño aumento de 25 céntimos por pieza, y con la promesa por parte del patrono de abonar la limpieza del taller, si podía –“que no podrá”, apostillaba un semanario obrero-31.

También en noviembre, la Sociedad de Tejedores Mecánicos “La Unión”, que tenía setecientos socios, logró reducir la jornada semanal en tres horas, tiempo que pensaban dedicar a la instrucción, organizando conferencias educativas32.

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La Voz del Pueblo 17-02-1912

 

Al propio tiempo, en 1912 se fueron organizando o reorganizando diversas sociedades del Textil: así, se crearon “La Lanzadera”, sindicato obrero de Tejedores en Hilados de Lana, y “La Progresiva”, sociedad de Tejedores del Punto Inglés. Además, se publicó, desde septiembre y hasta diciembre, El Selfactinero, como órgano quincenal de la Sociedad de “Hiladores mecánicos y a mano”, que se subtitulaba “defensor de los oprimidos”. Estaba dirigido por Rafael Soler, tenía una orientación anarcosindicalista y polemizó con el socialista Conciencia Obrera.

00_cab-ElSelfactinero1912

En 1913 tuvieron lugar tres conflictos en el textil alcoyano, uno de los cuales alcanzó ya cierta importancia: los selfactineros de la fábrica de B. Merín se encontraban en huelga a finales de mayo y lograron el apoyo de los tejedores, pero cuando intentaban conseguir la solidaridad de otros compañeros, concretamente en la fábrica de Hijos de Pascual Aracil, la Guardia Civil detuvo por coacción a siete huelguistas y, poco después, a un octavo, por maltratar a un esquirol33.

De menor importancia fue una huelga en la fábrica de Carbonell, también en mayo, por negarse el patrono a mejorar el lugar de trabajo de algunos obreros34.

Y en agosto, se produjo una huelga de borreros y tintoreros que, según la prensa, se resolvió de manera favorables “a ambos bandos35.

La clase obrera alcoyana se encontraba en estos momentos muy desorientada: los socialistas, después de un período de auge a primeros de siglo, habían visto muy disminuida su influencia, sobre todo en el sector textil, aunque contaban con cierto peso en el Centro de Sociedades Obreras “El Progreso”; los católicos ya no tenían ninguna influencia, convertido el Círculo Católico de Obreros en un lugar de recreo; los republicanos radicales habían logrado edificar una Casa del Pueblo y aún tenían alguna influencia entre los trabajadores de la ciudad; y, finalmente, los anarquistas y sindicalistas trataban de recuperar, con grandes dificultades, el terreno perdido al haber sido puesta en la ilegalidad la CNT, poco después de su fundación. Así las cosas, la mayoría de las sociedades obreras alcoyanas no estaban claramente definida por una u otra tendencia ideológica, aunque a partir de 1914 los anarcosindicalistas alcanzarían una clara hegemonía.

Esta situación ambigua no era privativa de Alcoy, como se pudo de relieve, por ejemplo, en el Congreso fundacional de la Federación Fabril y Textil de España, que se celebró en Barcelona en diciembre de 1913, con asistencia de numerosas sociedades de obreros del textil catalán, “La Emancipación” –sociedad de Borreros y Tintoreros de Alcoi, creada en el verano de ese año36– y la Federación textil de Béjar. La Federación no se decantó por ninguna táctica definida y en los acuerdos tomados se pueden encontrar posiciones cercanas a los socialistas, unas, y otras en cambio, más bien de tipo anarquista: así, la recomendación de ser parcos en declarar las huelgas o la negativa a la intervención en los conflictos sociales de intermediarios ajenos a patronos y obreros. Además, se hizo hincapié en este Congreso en la lucha contra el trabajo a destajo. “uno de los medios empleados por la burguesía para mejor poder efectuar su obra de explotación y para avivar odios y recelos entre los trabajadores, a los que obliga a realizar una producción superior a sus fuerzas, en menoscabo de su salud y sus energías”; en la necesidad de la educación y la cultura para los obreros, en particular para mujeres y niños; en la práctica de la solidaridad moral y material entre las secciones, etc37.

Las diferencias de táctica existentes en el seno de esta Federación del Arte Fabril y Textil de España se pondrían de relieve más claramente en su segundo Congreso, celebrado en Barcelona en 1915: los anarquistas y sindicalistas se opusieron a que se remunerase al secretario general y al ingreso de la UGT, por lo que algunas secciones, como las de Béjar o Calella, se dieron de baja. Junto a Sabadell, fue la sección de Alcoi, dominada ya por los anarcosindicalistas, la que más obstaculizó la labor del secretario general, el socialista Perlasia38.

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NOTAS:

1El Demócrata, 4-I-1907.

2Fraternidad, 12-I-1907.

3Fraternidad, 27-VII-1907; Boletín del Instituto de Reformas Sociales, febrero de 1908; Heraldo de Alcoy, 23 y 24-VII-1907; y El Noticiero, 24-VII-1907.

4Diario de Alicante, 30-VII-1907; La Defensa, 25, 28 y 30-VII-1907, Heraldo de Alcoy, 29-VII-1907, y El Demócrata, 1-VIII-1907.

5Movimiento huelguístico”, en Fraternidad, 3-VIII-1907. El Gobernador Civil se molestó con una información de Fraternidad que relacionaba la llegada de Puyol con la incapacidad del propio Gobernador pata resolver la huelga. Botella Asensi, director de Fraternidad, fue detenido por orden gubernativa y obligado a publicar una rectificación oficial.

6El Demócrata, 2-VIII-1907; Fraternidad, 3-VIII-1907; La Defensa (Alcoi), 1 y 2-VIII-1907; Heraldo de Alcoy, 31-VII-1907; Boletín del Instituto de Reformas Sociales, febrero de 1908.

7Heraldo de Alcoy, 1-VIII-1907, La Defensa (Alcoi), 2-VIII-1907, y Fraternidad, 3-VIII-1907.

8Diario de Alicante, 2-VIII-1907: acudieron el economista Germán Bernácer, el periodista Emilio Costa y el música Óscar Esplá.

9Diario de Alicante, 6-VIII-1907.

10Diario de Alicante, 8-VIII-1907, publicó la tarifa completa. A primeros de agosto los patronos ofrecieron alguna modificación de escasa importancia. Boletín del Instituto de Reformas Sociales, febrero de 1908.

11Diario de Alicante, 10, 12, 13, 14 y 15-VIII-1907.

12Diario de Alicante, 7-VIII-1907. Como ejemplo de la división existente entre los obreros alcoyanos –solicitados por las opciones socialista, anarquista, republicana radical y católica- puede verse una carta de José Valor en Fraternidad, 17-VIII-1907, en que acusa a los dirigentes de la Unión del Arte Fabril, dos anarquistas, de haber mantenido una reunión que tenía como objeto nombrar un obrero para acudir al extranjero pensionado por el Gobierno y, por tanto, de servir a los intereses de Canalejas.

13Fraternidad, 10-VIII-1907; Heraldo de Alcoy, 12-VIII-1907; Diario de Alicante, 13-VIII-19067, Boletín del Instituto de Reformas Sociales, febrero de1908.

14Fraternidad, 17-VIII-1907.

15Diario de Alicante, 15, 16 y 17-VIII-1907, Heraldo de Alcoy, 16-VIII-1907, Fraternidad, 17-VIII-1907, El Noticiero, 17-VIII-1907, y El Demócrata, 18-VIII-1907.

16Heraldo de Alcoy, 19-VIII-1907, y La Defensa (Alcoi), 20-VIII-1907.

17Boletín del Instituto de Reformas Sociales, febrero de 1980. Véase también El Demócrata, 20 y 21-VIII-1907.

18Fraternidad, 24-VIII-1907.

19Boletín del Instituto de Reformas Sociales, febrero de 1908. En cambio, los canilleros consiguieron un aumento de medio real que habían solicitado (Heraldo de Alcoy, 14-I-1907).

20Según Fraternidad, 23-V-1908, la comisión de solidaridad con estas obreras había recaudado 230’40 pesetas.

21Boletín del Instituto de Reformas Sociales, junio y agosto de 1980; Fraternidad, 16 y 30-V, y 27-VI-1908, Heraldo de Alcoy, 7, 16, 23 y 30-V, 13 y 15-1908, La Defensa (Alcoi), 16 y 24-VI-1908.

22Boletín del Instituto de Reformas Sociales, octubre de 1908, Heraldo de Alcoy, 26-IX-1908..

23Aracil – Bernabé – García Bonafé, artículo citado.

24Eco de Levante, 7-V-1912. Según Diario de Alicante, en cambio, la huelga se debía a desavenencias con un encargado.

25Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado.

26Diario de Alicante y La Voz de Alicante, 2-VII-1912.

27Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado.

28Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado. Empezó el paro el 19 de agosto y terminó el 22: El Noticiero y El Batallador, 20-VIII-1912; La Correspondencia de Alicante, 22-VIII-1912; La Unión Democrática y Periódico para Todos, 23-VIII-1912. .

29Diario de Alicante, 18-X-1912.

30Conciencia Obrera, 16-XI-1912.

31Conciencia Obrera, 16, 23 y 30-XI-1912.

32Periódico para Todos, 25-XI-1912.

33Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado; El Batallador, 3-VI-1913, Diario de Alicante, 5-VI-1913; Boletín del Instituto de Reformas Sociales, julio de 1913.

34Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado.

35Diario de Alicante, 23-VIII-1913.

36Diario de Alicante, 22-VII-1913.

37Una amplia reseña de este Congreso en el Boletín del Instituto de Reformas Sociales, julio de 1913.

38Albert Balcells, “La mujer obrera en la industria catalana durante el primer cuarto del siglo XX”. Señala Balcells la existencia de una importante emigración alcoyana a Sabadell en los años setenta del siglo XIX. “desde entonces existió cierta relación entre la clase obrera de ambas ciudades textiles(“La crisis del anarcosindicalismo y el movimiento obrero en Sabadell entre 1930 y 1936”).

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