En los primeros meses de 1914 las distintas sociedades obreras del Textil alcoyano multiplicaron sus esfuerzos para conseguir una movilización del sector. En cumplimiento de los acuerdos del Congreso de Barcelona, la Sociedad “La Emancipadora”, de Borreros, Tintoreros y Similares, publicó en Fraternidad varios artículos de propaganda societaria, junto a otros oficios. En junio, “La Emancipadora” se quejaba del retraimiento de numerosos obreros, socios de la Casa del Pueblo –que controlaban los republicanos radicales- que, “excusados en ciertas nimiedades, viven alejados de la organización, dejando libre a la burguesía, para que ésta obre caprichosamente y nos explote según su egoísta conciencia”. Se trataba, según la Sociedad de Borreros y Tintoreros, de conseguir “una compacta unión entre todos los obreros”. Para Fraternidad, el fin de la Casa del Pueblo era el fomento de las Sociedades Obreras y si los obreros no se afiliaban a “La Emancipadora” era, probablemente, por estar domiciliada en el local de la Agrupación Socialista de la ciudad y “si se domiciliara en un local independiente, la organización del oficio mejoraría mucho”1.
Este es un ejemplo de los enfrentamientos entre socialistas y republicanos por el control de la clase obrera. Como hemos dicho, el influjo de los radicales iba disminuyendo y se centraba sobre todo, en obreros carentes de toda conciencia de clase. Los socialistas por su parte tenían aún cierta presencia, sobre todo en “La Emancipadora” y “La Constancia”, sociedad ésta de Hiladores Mecánicos; tenían organizada una Mutualidad Obrera y eran conscientes de las dificultades con que tropezaba su labor: en agosto de 1914, la Agrupación Socialista decidió lanzar una campaña de propaganda de “la bondad de los ideales socialistas” entre los veinte mil obreros alcoyanos2.
Con todo, la influencia ascendente en el seno de la clase obrera alcoyana era la sindicalista, a través de alguna sociedad como la de Cardadores y Diableros –que convocó en junio una asamblea general, “dada la pésima situación en que nos encontramos y la constante tiranía que sufrimos, creyendo así interpretar perfectamente vuestros anhelos de sacudirse el yugo que nos entorpece en la marcha reivindicativa del proletariado militante”3– y, sobre todo, a través de la Federación local del Arte Textil”, que se creó en junio de 19144.
En febrero de 1914 se había producido una huelga de Hiladores en la Fábrica de Payá, por el despido injusto de un compañero, que fue perdida por los trabajadores5.
La situación de la industria textil alcoyana era entonces bastante crítica, pero el estallido de la guerra mundial supuso un enorme auge, ante los pedidos para los ejércitos de los países beligerantes: “Para las tropas de Francia se están fabricando paños en tan gran cantidad que la crisis de trabajo que hizo parar a tantas fábricas, está resuelta durante tres años al menos”6.
En efecto, los años de la guerra mundial fueron una época de esplendor de la industria textil alcoyana7, lo que a su vez provocará una fortalecimiento de los sindicatos obreros. En líneas generales, los patronos se mostrarán más dispuestos a negociar y a dialogar en este años de pedidos –donde el paro les resultaba muy perjudicial- que en los años de la postguerra, en los que incluso acudirán al “lock-out” ante cualquier reivindicación de los trabajadores, dada la paralización de la industria. Los éxitos obtenidos por los sindicatos en los años que van de 1914 a 1918 hicieron aumentar su afiliación y así se llegaría a la tensa situación de 1919.
En la segunda mitad de 1914 se produjeron varios conflictos obreros, en los que se ensayaron ya nuevas tácticas y se practicó la solidaridad de clase. El 31 de agosto se declararon en huelga los obreros de la fábrica de trapos de Hijos de J. Terol, al ser cambiado de sitio un trabajador: el día 6 de septiembre se celebró un mitin de solidaridad con estos huelguistas –y con los carpinteros en huelga del establecimiento de Barrié, Curros y Martí- en el que intervinieron los socialistas Jorge Miró y Santiago Gadea8.
Y poco después, tras la intervención del alcalde y de una comisión mixta de obreros y la Real Fábrica de paños, la huelga terminó con victoria obrera9.
Mayor importancia tuvieron otras huelgas que se produjeron en el mes de noviembre: en una de ellas, la de los Tejedores de la Fábrica de Paños de Miguel Grau, duró únicamente del 7 al 12 de ese mes y su causa fue la pretensión de los trabajadores de que fuese despedido un obrero no asociado10.
Más problemática fue la huelga que tuvo lugar en la fábrica de Borras de Sanz y Carbonell, al exigir los obreros la expulsión del encargado: comenzó el 9 de noviembre y la situación se complicó pronto porque los patronos contrataron a esquiroles. Los huelguistas, que en un primer momento eran únicamente dieciocho, encontraron gran apoyo en el oficio lanero: en un mitin que se celebró el día 17 comenzó a hablarse de la huelga general del oficio, que se decidió finalmente en otro mitin, efectuado en la Escuela de Párvulos el día 22, con asistencia de casi cinco mil trabajadores del Textil11. El acuerdo se comunicó a la Real Fábrica de Paños y el día 23 comenzó el paro general, que afectó a 5.848 trabajadores, de los cuales 1.148 eran mujeres. Hubo gestiones del alcalde, reuniones entre patronos y obreros, que exigían el despido de los esquiroles y la readmisión de todos los huelguistas12. Ante las alarmantes noticias que llegaban a Alicante –donde La Unión Democrática y El Popular hablaban de que la huelga había tomado “caracteres gravísimos y se teme estallen desórdenes”- el Gobernador Civil se trasladó a Alcoi el día 24, al tiempo que se concentraba allí la Guardia Civil. El Gobernador propuso que la huelga se limitase a la empresa de Sanz y Carbonell y que se readmitiera a nueva de los dieciocho despedidos: la asamblea obrera rechazó esas condiciones y continuó la huelga general, que afectaba ya a unos siete mil obreros y a cuarenta fábricas13. La actitud de los obreros era pacífica, pero las tropas del Regimiento de Vizcaya estaban acuarteladas y el Gobernador Civil advirtió a los obreros que no formasen grupos por las calles. El día 25 de reanudó el trabajo en Géneros de Punto, por cuanto los trabajadores la consideraban “industria independiente de la de lanas”. Poco después, los obreros propusieron la readmisión de quince despedidos, pues dos de ellos ya habían encontrado otro trabajo y otro, diablero, estaba dispuesto a trabajar en cualquier otra fábrica; los patronos únicamente aceptaban colocar a nueve de los despedidos en la Borrera, a otros siete en otras fábricas o en obras municipales14.
La prensa, en general, criticaba la intransigencia patronal, recordando la abundancia de trabajo15: incluso el conservador La Lealtad lamentaba el conflicto “en las actuales circunstancias en que los industriales estaban pletóricos de pedidos y los obreros tenían hasta exceso de trabajo en perspectiva”16.
La huelga general era, en esos momento, un poderoso instrumento en manos de los obreros. Poco después, los trabajadores utilizaron una nueva arma en el conflicto: el boicot a la marca de Papel de Fumar “Bambú”, “por considerar a los dueños de la misma íntimamente relacionados con los patronos Sanz y Carbonell”. La Real Fábrica de Paños ofició a los dirigentes de la huelga para impedirlo, pero se les contestó que ello “depende de la voluntad del pueblo”17. Tras una nueva oferta del alcalde –colocar en las obras del municipios a los nueve despedios que no eran admitidos por los patronos-, que fue rechazada por los obreros, se llegó a un acuerdo gracias a la oferta de los Tejedores independientes o “drapaires” de admitir a los rechazados pro Sanz y Carbonell, enseñarles el oficio y pagarles un salario semanal de doce pesetas hasta que encontrasen trabajo: la asamblea obrera aceptó esa oferta y el martes 1 de diciembre se reintegraron todos al trabajo, terminando así la huelga general. La actitud de los “drapaires” es una buena prueba de la efectividad de la huelga general en un momento de grandes pedidos18.
A fines de 1914, con ocasión de la huelga de los metalúrgicos alicantinos contra el taller de Aznar e Hijos, los obreros alcoyanos mostraron de nuevo su solidaridad: los metalúrgicos estuvieron en huelga durante mucho tiempo al negarse los patronos de la ciudad a no trabajar para Aznar, y la Sociedad de Tejedores Mecánicos “La Unión” estudió la posibilidad de declarar la huelga general en solidaridad con sus compañeros del Metal de Alicante y Alcoy.

En el proletariado alcoyano iban triunfando las tácticas anarcosindicalistas: en el II Congreso Nacional de Tejedores que se celebró en Barcelona en marzo de 1915 tuvo una destacada actuación el anarquista alcoyano Antonio Iborra y se acordó que el III Congreso del Arte Textil se celebraría en Alcoi19. Poco después Iborra fue elegido presidente de la Federación del Arte Textil alcoyana, compuesta por secciones de Selfactineros, Tejedores Mecánicos, Borreros y Tintoreros, y otros oficios20.
En el verano de 1915 la Federación lanzó una gran ofensiva para mejorar las condiciones de trabajo de sus afiliados: en abril, cuando se dejaban sentir ya claramente los efectos de la carestía de las subsistencias, el oficio de Manufactureros en Lana presentó unas peticiones a la Real Fábrica de Paños: aumento del 25% en el jornal diario, jornada de nueve horas y salario mínimo para la mujer de 1.25 pesetas21. Pero fue en julio cuando tuvieron lugar una importante serie de huelgas en el Textil: a fines de junio, unos cincuenta hiladores mecánicos enviaron a la Real Fábrica de Paños un oficio pidiendo aumento de jornal. Los patronos prometieron contestar antes del día 1 de julio, pero no lo hicieron, y una asamblea de selfactineros, celebrada el día 4, tomó el acuerdo de ir a la huelga por tamaña desconsideración. La Real Fábrica de Paños se negó el aumento de dos reales, aunque reconocía la carestía de las subsistencias, y alegaba que no podía acceder al aumento por las circunstancias creadas a la industria por la guerra22. Los obreros argumentaban que su salario era mucho menor que el de otros oficios del Textil, mientras que sus necesidades eran las mismas, recordaban que su sociedad “La Constancia” llevaba años sin plantear peticiones y señalaban que “el artefacto de la selfactina da tanta producción como cualquier otro artefacto de la industria textil”23. Pronto los Cardadores y Diableros hicieron causa común con los selfactineros y pidieron un aumento de medio real. Los tejedores hicieron entonces idéntica petición y dieron a los patronos un plazo de nueve días para contestar y acceder a esa reivindicación: a pesar de las instrucciones dadas por el Gobernador Civil al alcalde para que evitase a todo trance la huelga general en la industria textil y a pesar de las gestiones de la Junta local de Reformas Sociales, el paro general era ya casi inevitable24. La actitud de los obreros era pacífica y la Guardia Civil había sido concentrada en la ciudad, como era habitual25.
Al calor de estos acontecimientos se reorganizó la Sociedad de Tejedores de Géneros de Punto Inglés “La Progresiva”, que entró a formar parte de la Federación del Arte Textil26. El 9 de julio los huelguistas eran unos mil y acordaron boicotear los productos del fabricante de Papel de Fumar Hijos de J. Soler27. El día 11 se celebraron mítines de los distintos oficios, aunque el Gobernador Civil prohibió una proyectada manifestación: los huelguistas acordaron insistir en sus peticiones de aumento de jornal y “a más, que se les indemnice por los patronos por los perjuicios que les ha ocasionado el paro”28. Se llegó así , el día 12, a la huelga general del Textil –salvo los oficios de Borreros y Tintoreros- y los parados alcanzaron pronto la cifra de cuatro mil, primero, y seis mil después, al unirse los Tejedores Mecánicos de “La Unión” y la Sociedad de Aparejadores de paños: “En las fábricas reina un silencio de muerte, por estar todo cerrado”, comentaba la prensa29.
Los Tejedores, incluso, habían retirado su petición de aumento y se mantenían en huelga únicamente por solidaridad. Los obreros, que seguían en actitud pacífica, se reunían mañana y tarde en el local de la Federación del Arte Textil para seguir el curso de la huelga, en tanto que el semanario católico La Voz del Pueblo les atacaba duramente.
Comenzaron entonces los contactos entre patronos y obreros por medio del alcalde. En la primera reunión, los patronos sostuvieron que “los cardadores, selfactineros y diableros alcoyanos están mejor remunerados que los obreros catalanes”, lo cual era negado por los obreros, que aportaron datos de Sabadell y otras poblaciones. El Gobernador Civil telegrafió pidiendo esos datos y se aplazó el conflicto: según algún periódico, era cierto lo que decían los obreros, pero los patronos alegaban que en Catalunya el hilado mecánico lo hacían sobre todo las mujeres, que cobraban menos. El alcalde rogó a los trabajadores que esperasen el resultados de las consultas y que no pronunciase frases duras para los patronos30. En nuevas reuniones, los obreros insistían en la justicia de sus peticiones “por la escasa retribución que actualmente tiene el oficio y la gran carestía de las subsistencias”, en tanto que los patronos alegaban que no podían acceder al aumento “porque la difícil situación de las industrias no lo consiente”31. Realizó entonces el Gobernador Civil un viaje a Alcoi el día 16 y se entrevistó con patronos y obreros, sin lograr ningún avance, salvo la oferta patronal de aumentar medio real a los cardadores, oferta que rechazaron en asamblea los obreros32.
El día 18 de julio se celebró un mitin, con mas de dos mil asistentes, en que se criticó la intransigencia patronal y se alabó la actuación imparcial del Gobernador Civil, según telegrafió el alcalde a sus superiores33. Las negociaciones seguían y hubo una nueva propuesta patronal, consistente en respetar como mínimos los jornales existentes y aumentarlos mediante el trabajo a destajo, oferta que también rechazaron en asamblea los trabajadores. El Gobernador Civil envió a la ciudad los datos procedentes de Catalunya, para su estudio y comparación con los salarios que se pagaban en Alcoi34. La actitud de los obreros seguía siendo totalmente pacífica, como elogiaba la prensa burguesa: “Nos complace que los obreros alcoyanos, plegados al paro, hayan sabido mantenerse en una actitud enérgica pero pacífica, sosteniendo sus pretensiones con toda entereza pero sin ocasionar la más mínima perturbación del orden público, como ciudadanos que tiene perfecta conciencia de sus derechos y de sus deberes”35.
Como era lógico, dado que la industria alcoyana se basaba en la superexplotación de la mano de obra, los salarios que se pagaban en Sabadell y Tarrasa eran superiores a los que se pagaban en Alcoi. Según algunos periódicos, ante ello depusieron su actitud intransigente los patronos y se reanudaron las conversaciones, en tanto que muchos obreros –Alicante Obrero llegó a hablar de cuatro mil, cifra muy exagerada- se vieron forzados a emigrar, incluso al extranjero36. Mientras seguían las negociaciones, la Federación del Arte Textil convocó una reunión –a la que no asistieron las sociedades del Centro Obrero Socialista- para plantear una huelga general de todos los oficios en apoyo del sector de la lana37.
Viajó entonces el Gobernador Civil a la ciudad y pareció llegarse a un acuerdo, tras rebajar los obreros sus peticiones. La asamblea de selfactineros aprobó una propuesta de los patronos –aumento de real y medio para el cadenero, un real para el primer atador y medio real para el segundo atador-, pero al ir a firmar el acuerdo, cuando el Gobernador Civil ya había regresado a Alicante, los patronos exigieron que fueran primero a trabajar. Ante la nueva situación y el hecho de que ni los aparejadores de paños ni los cardadores y diableros habían podido llegar a un acuerdo, los obreros decidieron en un mitin continuar todos en huelga “hasta lograr cada Sociedad lo que pide”. Aumentaban el hambre y la emigración. Pero el mismo día 25, por la noche, se firmó el acuerdo de los selfactineros y la situación comenzó a aclararse un poco38. Seguían en huelga los tejedores, cardadores y diableros:_ los patronos ofrecían un aumento de un real, alegando que pronto se producirían anulaciones de pedidos y habría crisis, pero los trabajadores no lo aceptaron; luego aumentaron algo su oferta los patronos, pero únicamente a los emborradores. Entre tanto, los selfactineros –que habían conseguido una moratoria de quince día para que se reincorporasen al trabajo los compañeros que habían tenido que emigrar de Alcoi, se vieron presionados por los patronos; la huelga de panaderos, además, habían provocado la intervención del ejército en las tahonas, y en el sector de Géneros de punto había surgido un conflicto, localizado en la fábrica de Carbonell y Compañía, al pedir los “villeros”, jóvenes de quince a veinte años que hacían las bobinas, un aumento de jornal39.
Así las cosas, nuevas gestiones del alcalde consiguieron poner fin a la huelga: las mejoras conseguidas por los obreros fueron modestas -un real a los emborradores, medio real a otros oficios40-, pero en ningún momento se quebrantó la solidaridad entre los trabajadores, pues hasta los selfactineros estuvieron en paro hasta el final, a pesar de haber logrado ya sus peticiones. El final de la huelga fue cogido con alegría en la ciudad y coincidió con el final de la huelga de panaderos. El día 2 de agosto volvieron todos al trabajo41.
Según el diario liberal alicantino El Día, esta huelga se había debido a la incomprensión de los patronos: el progreso, con la implantación de máquinas para producir más y abaratar los productos, compitiendo así ventajosamente en el mercado, no había sido secundado por medidas para evitar el encarecimiento de las subsistencias y el obrero, que se había prestado al progreso aun a costa de ver suprimidos puestos de trabajo, no podía vivir con el jornal estipulado y tenía que lograr algún aumento42.
El conflicto en el sector se reavivó inesperadamente a primeros del mismo mes de agosto, al presentar la Real Fábrica de Paños un reglamento de Régimen Interior –en el que se prohibía a los obreros hablar y leer el periódico, y que fue calificado de “código penal” por algún periódico- como condición para aceptar el resultado de la huelga. Al parecer, el reglamento lo habían presentado los patronos al alcalde con ocasión de las negociaciones y la primera autoridad local, sin consultar a los trabajadores, lo aceptó en su nombre. Al final, se acordó discutirlo, pues había sido elaborado sin participación obrera43.
Tras este triunfo obrero, aún se produjeron en 1915 nuevas reclamaciones de oficios del sector y conflictos localizados que, en general, se resolvieron de forma favorable para los trabajadores. A fines de agosto, la sociedad de Tejedores Mecánicos “La Única” presentó a la Real Fábrica de Paños una petición de aumento de salario y reparto equitativo del trabajo entre todos los tejedores44. A mediados de septiembre, la Real Fábrica de Paños contestó concediendo parte del aumento solicitado y prometiendo para mayo de 1916 el reparto equitativo del trabajo. Por las mismas fechas, se produjo una huelga en la Fábrica de Borras de Ramón Castañer, por despido injustificado de un obrero, que hubo de ser admitido de nuevo a primeros de octubre45.
En octubre hubo un nuevo conflicto en el Textil alcoyano: los tejedores que trabajaban con los “drapaires” declararon la huelga porque los patronos se negaban a pagarles la tarifa establecida: la huelga duró del 8 al 27 de octubre, los tejedores recibieron varias sumas de dinero producto de recaudaciones hechas por las fábricas y, al final, tras la intervención de la Real Fábrica de Paños, consiguieron el restablecimiento de la antigua tarifa, más un 5% de aumento46. Más duraderos fueron otros dos conflictos que comenzaron a finales de octubre, acabando ambos con triunfo, total o parcial, de los trabajadores. Las operarias de la fábrica de fajas y paños de Desiderio Laporta comenzaron el 21 de octubre una huelga para conseguir aumento de salario y reducción de la jornada, igualándose a los demás obreros de la manufactura de paños: hasta ese momento, trabajaban a destajo, desde las seis de la mañana hasta las siete de la tarde, para ganar 1,50 pesetas al día. Intervino en la huelga la Federación del Arte Textil, se celebró un mitin de solidaridad y una reunión de varias Sociedades Obreras para preparar una respuesta más contundente, en caso de continuar la intransigencia patronal, y a mediados de diciembre terminó el paro con “el triunfo merecido de las obreras”47.
Aún fue más larga la huelga de las operarias de la Fábrica de Tacos y Fieltros de Baldó, Miralles y Compañía, que duró desde mediados de octubre de 1915 hasta febrero de 1916, con alguna intermitencia. Tras una primera huelga, en efecto, se llegó a un acuerdo, pero se reprodujo el paro al despedir el patrono a varias obreras en diciembre, por haberse afiliados a la sociedad obrera; la fábrica estaba fuertemente custodiada por fuerzas de seguridad y el patrono no asistía a las reuniones convocadas para resolver el conflicto48. En enero de 1916 se presentaron en la fábrica los cinco hombres y catorce mujeres que estaban despedidos y pretendieron trabajar “a viva fuerza”, pero fueron desalojados por los guardias de seguridad49.
Aún hubo, a finales de este conflictivo año de 1915, nuevos problemas en algunas fábricas textiles: una huelga de Hiladores en la fábrica de Matarredona, el 26 de octubre50; el despido de cuatro obreros de la fábrica de Modesto Payá, que provocó un paro por solidaridad de selfactineros y aparejadores de paños de toda la fábrica, aunque algunos sospechaban que se trataba de un lock-out patronal51; un conato de huelga general con ocasión de la puesta en libertad de los presuntos asesinos de un niño, con inmediata intervención de la Federación del Arte Textil para que “se reanude el trabajo con el fin de evitar mayores y graves consecuencias”52; una huelga por despido de unos obreros o un paro forzoso por falta de agujas –no coinciden las fuentes- en la fábrica de Géneros de Punto de Carbonell, del 26 de noviembre al 8 de diciembre53. Y en enero de 1916 la prensa informaba de que lo ocurrido en la fábrica de Carbonell era en realidad un lock-out patronal, pues bajo la excusa de la falta de trabajo, el patrono había despedido a la mitad de sus treinta y seis obreros54.
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NOTAS:
1Fraternidad, 6-VI-1914.
2El Socialista, 29-VIII-1913.
3Fraternidad, 20-VI-1914.
4Diario de Alicante, 26-VI-1914, y La Voz de Alicante, 27-VI-1914.
5Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado.
6Diario de Alicante, 22-IX-1914.
7En octubre, la Cámara de Comercio de Alcoi se dirigió al Gobierno para pedir “que se prohíba temporalmente la exportación de lanas al extranjero, pues debido al acaparamiento que de ellas hacen los ingleses e italianos pudieran muy bien agotarse en España las existencias de tan importantes materias primas” (La Lealtad, 29-X-1914). Véase también Gabinete Sigma, La economía de Alcoy y comarca.
8Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado; El Socialista, 8-IX-1914.
9El Socialista, 16-IX-1914, y La Lealtad, 17-IX-1914.
10Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado; Boletín del Instituto de Reformas Sociales, diciembre de 1914; Diario de Alicante, 19-XI-1914 y El Socialista, 11 y 18-XI-1914. Los huelguistas eran unos treinta.
11Además de las fuentes citadas en la nota anterior, El Socialista, 20-XI-1914.
12Aracil – Bernabé, García Bonafé, artículo citado; El Socialista, 23 y 24-XI-1914, La Lealtad, 26-XI-1914.
13La Voz de Alicante, 25-XI-1914, El Socialista, 27-XI-1914.
14La Voz de Alicante, 26-XI-914, Diario de Alicante, 24 y 25-XI-1914, El Popular, 24 y 28-XI-1914..
15Diario de Alicante, 26-XI-1914, comentaba. “Si abunda el trabajo, no ha de producirles (a los patronos) gran quebranto la admisión de cuatro o seis obreros más”.
16La Lealtad, 26-XI-1914.
17Diario de Alicante, 27-XI-1914, El Socialista, 30-XI-1914. La Federación del Arte Textil pidió el boycot, en el ámbito estatal, al Papel de Fumar “Bambú” (El Socialista, 4 y 29-I-1915).
18La Voz de Alicante y El Popular, 1-XII-1914; La Lealtad, 3-XII-1914; El Socialista, 1 y 2-XII-1914; Diario de Alicante, 29 y 30-XI-1914.
19Alicante Obrero, 24-III-1915; El Socialista, 25 y 26-III-1915, y El Popular, 26-III-1915.
20Fraternidad, 27-III-1915, publicaba la composición del nuevo Consejo de la Federación del Arte Textil.
21Fraternidad, 3-IV.1915, Alicante Obrero, 7-IV-1915.
22Alicante Obrero, 5-VII-1915, El Socialista, El Popular. El Día y Heraldo de Alcoy, 6-VII-1915.
23El Socialista, 7-VII-1915.
24Alicante Obrero, La Lealtad (Alicante), La Lealtad (Alcoy), El Correo, El Socialista y El Noticiero, 8-VII-1915; La Unión Democrática y El Día, 7 y 8-VII-1915.
25En Monóvar, 11-VII-1915, se despidió afectuosamente al teniente de la Guardia Civil Chápuli –que durante la guerra civil se sublevaría en Albacete- que marchaba a Alcoi “con motivo de la huelga de selfactineros”.
26Alicante Obrero, 6-VII-1915, y El Socialista, 29-VII-1915. También existía en esas fechas la Sociedad Varia Textil y Fabril “La Victoria”.
27El Día, 9-VII-1915, La Unión Democrática, 10-VII-1915.
28El Día y El Correo, 11-VII-1915. El Popular, 12-VII-1915, habla de cuatro mil parados.
29Alicante Obrero, 13 y 14-VII-1915, La Unión Democrática, El Correo y El Socialista, 13-VII1915, Heraldo de Alicante y El Día, 14-VII-1915; La Lealtad (Alicante), 14 y 15-VII-1915, que informaba de una visita de los obreros al alcalde para que se suspendieran las fiestas, y La Lealtad (Alcoy), 15-VII-1915. La Voz de Alicante, 12 y 13-VII-1915.
30La Lealtad (Alicante) y Alicante Obrero, 16-VII-1915; El Noticiero, El Correo, La Unión Democrática y El Día, 15-VII-1915. Según el último, la sociedad “La Constancia” se ofreció a mediar entre selfactineros y patronos, sin éxito.
31El Noticiero, 17-VII-1915.
32Monóvar, 18-VII-1915; El Día y El Socialista, 18-VII-1915; El Popular, 16-VII-1915.
33“Celebrado mitin obreros huelguistas manifestaron gestiones hechas Gobernador y alcalde agradecen interés demostrado solución, protestando actitud intransigente fabricantes. Asistieron próximamente dos mil. Orden público sin novedad” (El Correo, 20-VII-1915; Diario de Alicante, 19-VII-1915; La Unión Democrática, 21-VII-1915, El Popular, 19-VII-1915).
34Alicante Obrero, 22-VII-1915, comentaba: “Los ánimos de los huelguistas y del pueblo en general están muy excitados por la intransigencia patronal”. Veáse también La Lealtad (Alicante). 23-VII-1915.
35“La huelga textil alcoyana”, editorial de El Día, 19-VII-1915.
36La Unión Democrática, 22-VII-1915. La Lealtad (Alicante), 24-VII-1915, coincide con Alicante Obrero, 23-VII-1915, en la cifra de cuatro mil emigrantes a Catalunya y al extranjero; La Lealtad (Alcoy) hablaba, en cambio, de “algunos obreros” que emigraban. Arturo B. Molina, “Algo sobre la huelga de Alcoy”, en El Correo, 22 y 25-VII-1915, se refería a “centenares de obreros” emigrantes. La Voz de Alicante, y 22-VII-1951, aseguraba que más de trescientos obreros se habían marchado de la ciudad por no poder resistir más en la huelga. Veánse también El Socialista , 21-VII-1915, y El Día, 22-VII-1915.
37La Lealtad (Alicante) y La Unión Democrática, 14-VII-19145; Alicante Obrero, 25-VII-1915.
38El Día, 25 y 26-VII-1915; Alicante Obrero, 24 y 27-VII-1915; La Lealtad (Alicante), 26-VII-1915; La Unión Democrática, 27-VII-1915.
39El Día, 25 y 26-VII-1915; La Lealtad (Alicante), 27 y 28-VII-1915; La Unión Democrática, 31-VII-1915; El Batallador, 27-VII-1915; El Noticiero, 267 y 31-VII-1915; La Lealtad (Alcoy), 29-VII-1915; El Día, 27, 28, 29 y 30-VII-1915.
40Según El Día, 31-VII-1915, las bases que se acordaron al final fueron propuestas por el alcalde por una comisión de obreros no huelguistas: “A los diableros, cuyo jornal oscila entre 11 y 7 reales se les dará el mínimo de 9 reales diarios. Quienes cobraban más seguirán igual. Los cardadores, medio real de aumento diario y a los emborradores uno. A los aparejadores de paños se les da el jornal en la siguiente forma: batanes, 10 reales, jornal mínimo, y a lo perchas y ramas, nueve reales”.
41Alicante Obrero, 2-VIII-1915, habla de “triunfo obrero”; El Noticiero y El Batallador, 3-VIII-1915; La Lealtad (Alcoy), 5-VIII-1915; El Día, 31-VII y 1-VIII-1915. Según Aracil – Bernabé – García Bonafé, artículo citado, la huelga terminó el día 24 de julio.
42“Problemas sociales. La huelga de Alcoy”, en El Día, 28-VII-1915.
43Alicante Obrero, 12 y 13-VIII-1915. Tal vez se refieren a este conflicto Aracil – Bernabé – García Bonafé, artículo citado, cuando hablan de tres huelgas –cardadores y diableros, pidiendo aumento; tejedores del punto Inglés; Tejedores Mecánicos y aparejadores de paños, en solidaridad con los selfactineros- en estos días de agosto de 1915.
44Se pedía un aumento de 50 céntimos, tanto en la jornada diurna como en la nocturna, y 50 céntimos más si se fabricaban mantas “por desgaste físico” y para los canilleros, un aumento por telar de 40 céntimos en la jornada diurna y de 45 en la nocturna (Alicante Obrero, 31-VIII-1915).
45Alicante Obrero, 20-IX-1915, y El Correo, 6-X-1915.
46Aracil – Bernabé – García Bonafé, artículo citado; Alicante Obrero, 8 y 27-X-1915.
47Fraternidad, 23-X y 18-XII-1915, Alicante Obrero, 20-XI-1915.
48Alicante Obrero, 18-X-1915, Fraternidad, 11 y 31-XII-1915 y 5-X-1916, fecha en la que anuncia que “el asunto de la fábrica de Tacos parece que va a encontrar satisfactoria solución”.
49Diario de Alcoy, 25-I-1916.
50. Aracil – Bernabé – García Bonafé, artículo citado.
51Alicante Obrero, 1 y 17-XI-1915.
52Alicante Obrero, 6-XI.-1915.
53Alicante Obrero, 27-XI.-1915; Diario de Alicante, 9-XII-1915.