Este artículo centra su atención en la década de los ochenta del siglo XIX, momento del primer florecimiento societario en nuestra provincia, es decir, el periodo a partir del cual pueden detectarse con nitidez y continuidad, una red de personas y organizaciones activas marcadas por la diversidad y la vulnerabilidad.
Al campo abierto a la experimentación societaria y sindical que propició el periodo histórico del Sexenio Democrático [1868-1874], le sucedieron largos años de invisibilidad y clandestinidad formal que no terminarían hasta bien entrada la década siguiente, cuando la semilla dejada entonces por La Internacional comenzó a germinar en diversos enclaves de nuestra provincia.
No insistiremos en analizar el arraigo de la Primera Internacional en Alcoi y su zona de influencia, por haber sido analizado ya en otro lugar, pero sí haremos una breve mención a la difusión geográfica de la AIT en el resto de la provincia, ya que dejaron cierto surco en el territorio que explican lo que pasaría posteriormente.
Por resumirlo mucho, diremos que desde las montañas del interior de la provincia, más concretamente desde l’Alcoià i el Comptat, poco a poco fueron trasladadas las ideas del socialismo revolucionario a los valles y al litoral alicantino, donde encontramos a finales de 1872, por ejemplo en Alicante, secciones organizadas de toneleros, trabajadores del puerto, panaderos y otra de oficios varios.
La primera AIT llegó también entonces al otro extremo norte, hasta Dénia, pero a su vez recorrieron el curso del rio Vinalopó, llegando hasta Elda, y un poco más tarde a Elche, ya en febrero de 1874, cuando la comisión federal de la AIT envió comunicaciones “..a varios compañeros de Elche y otras localidades..”1
Podría decirse que la represión comenzada a partir de 1874, logró paralizar el rápido crecimiento del sindicalismo obrero de base revolucionaria, pero cuando las circunstancias lo permitieron, volvieron a surgir nucleos de resistencia obrera en aquellos mismos lugares donde ya se había trabajado el terreno previamente.
La semilla de la AIT estaba hecha a prueba de represión, y según Max Nettlau, en 1876 pervivían activas en plena represión dos secciones de oficios varios, una en Alcoy y otra en Cocentaina. Hasta se llegó a declarar una huelga de Papeleros en Bañeres ese mismo año.
Esta situación se mantuvo más o menos estancada hasta 1881, justo antes de reconstituirse la Internacional de la región española bajo las siglas de la FTRE, cuando por ejemplo en Alcoy, volvían a haber 5 oficios federados y unos 500 asociados; además se detectan secciones activas de oficios varios en Cocentaina o Elche.
Para entender la capacidad de reistencia y el resurgimiento de estos nichos proletarios, reorganizados desde 1880-81, resulta ineludible empezar por Alcoy, dónde el levantamiento internacionalista del verano de 1873, había marcado un antes y un después en la historia social alicantina y más allá.
De hecho, sería el delegado por Alcoy, quien presidiría las sesiones del Congreso nacional de la FTRE, celebrado en Sevilla en septiembre de 18812
A grandes rasgos, a partir de 1881 se podría hablar de un societarismo obrero reconstruido bajo muy diferentes formatos experimentales, abarcando desde las cooperativas de consumo o centros recreativos-instructivos tutelados por burgueses intoxicados de utopía filantrópica transitoria. Podría hablarse de sociedades de oficio, que ponían su énfasis en la resolución de problemas directos de sus afiliados -cooperativas producción o socorros mutuos-, tratando de afrontar las graves consecuencias del primer capitalismo y no siempre con un proyecto claro de trasformación social.
Un entramado societario difícil de encuadrar, dónde tras la primera fila de activistas en las todavía perseguidas sociedades de resistencia, no existía una diferenciación clara entre anarquistas y socialistas, quienes se unían y desunían en la creación conjunta de las primeras organizaciones obreras de nuestra provincia; las cuales iban consolidándose, con carácter defensivo, pese a la situación de alegalidad en la que todavía se encontraban.
Pues bien, para analizar el sustrato ideológico de aquel arraigo organizativo a medio camino entre la asociación y la cooperación, nos podemos asomar a las sesiones de trabajo patrocinadas por la Comisión de Reformas Sociales [CRS] desde finales de 1884. Se trató de una serie de reuniones concertadas entre obreros y patronos en diferentes poblaciones de la provincia, para cumplimentar la información oral sobre la cuestión obrera. Esta especie de encuesta con preguntas abiertas, escondían la intención de las instituciones gubernamentales de intervenir en las relaciones laborales, lo que por entonces se englobaba en el concepto de La Cuestión Social.
Todo ello, en el marco de una crisis económica que sería conocida como la primera Gran Depresión, que impactó especialmente en las comarcas del Comptat y en la mayor parte de la provincia, con unos indices de conflictividad social y laboral al alza.
“..Los encargados de redactar la Memoria no han podido hacerlo mejor que lo han hecho, pues dado el tiempo que han invertido en ello, han retratado fielmente los deseos que animan a todos nuestros explotadores, que no son otros que hacer prolongar por todos los medios posibles el actual estado de cosas..”3.
Por lo que respecta a Alcoi, lo que más llama la atención de estas reuniones, es que son un buen ejemplo del recelo o rechazo frontal de una buena parte de los obreros a este tipo de iniciativas armonizadoras. Así mismo, de la información que contienen estas sesiones de trabajo, destacan las declaraciones de Enrique Iborra Congost, en las que dejaba constancia de la pujanza del movimiento obrero pese a las amenazas, despidos o las listas negras; mencionando además, la existencia en aquella localidad de cuatro asociaciones ...que tienden a mejorar la condición del obrero, una de cooperación, y tres de consumo y socorros mutuos4.
La organización cooperativa a la que se refería Iborra, debía corresponder a la Sociedad Unión de Tejedores a mano La Benéfica, mientras que las cooperativas mencionadas, pueden estar vinculadas una a los mismos tejedores, con carácter de consumo; otra a la Unión Papelera, que en este momento estaba constituida como unión de oficio y funcionaba como cooperativa de socorros mutuos, de forma similar a como lo hacía la Sociedad El Trabajo, creada en 1880.
El contraste patronal, nos lo facilitaría otra cooperativa de consumo y socorros mutuos relacionada con un obrero desclasado convertido en industrial textil de nombre Anselmo Aracil, quien para ingresar en sociedad obrera La Unión, estipuló el requisito de no pertenecer..
“..a ninguna sociedad anarquista y de cualquier otra especie que tenga por objeto el fomentar ideas antirreligiosas, contra el principio de autoridad o contra la armonía que debe existir entre capital y trabajo..”5
Fruto de estos debates entre obreros, y más concretamente entre obreros y fabricantes de paños, se creó a su vez una caja para Inválidos, a propuesta de estos últimos, y meses después, y a propuesta de una parte de los obreros se constituyó un Jurado mixto del sector textil compuesto de cinco miembros por parte. Como era de esperar, esto provocó la división entre los tejedores, lo quea la postre imposibilitó el funcionamiento de dicho organismo6.
El caso alcoyano resulta interesante por ser representativo del clima que presidía, a mediados de la década de los 80, el debate sobre cual era el modelo de organización obrera más viable y digno. Así, a la división generada por las propuestas legalistas emanadas de aquellas reuniones con trasfondo institucional, vendrían a sumarse otros síntomas de debilidad o de diversidad, según se mire.
Así, si bien consta un representante alcoyano en el Congreso revolucionario de Cádiz en diciembre de 1884, disidente de la FTRE; también figura la asistencia de otro obrero alcoyano al V congreso de la FTRE, celebrado en Barcelona en julio siguiente. En este último certamen, se acordó fijar la sede de la Comisión Federal en Alcoy, la cual probablemente estuvo localizada en casa del editor J. Ll. Bustamante, en el nº 94 de la calle san Nicolás7.
En cualquier caso, deberíamos relacionar estos hechos con la efervescencia asociativa vigente en las comarcas alcoyanas a mediados de la década de 1880, en paralelo a las debates internos entre colectivistas y anarco-comunistas, y como ejemplo de la relevancia del enclave obrero del Comptat en el marco provincial e incluso regional.
Prueba del dinamismo organizativo en el movimiento obrero de nuestra provincia, fue la celebración en la misma ciudad de Alcoy, entre el 18 y el 20 de junio, de un congreso comarcal anarco-colectivista, ligado a la estructura de la FTRE-AIT de la región levantina, al que acudieron representaciones de otros puntos de la provincia, cuanto menos de Elche y de Cocentaina. Oficialmente, constan la Federación de Alcoy, compuesta de secciones de tejedores, obreros en lana, papeleros y oficios varios; y secciones de oficios varios llegadas desde Elche y Cocentaina.
“..Los obreros en ésta muy animados, pues en el espacio de un mes son muchos los que han acudido y acuden a la Asociación..”8.
Más allá del componente orgánico, de las resoluciones emanadas en este congreso comarcal, se derivó un esfuerzo común en la creación de grupos libertarios como el llamado Juventud Anarquista en Alcoi, nacido entonces y estrechamente coordinado con otros grupos valencianos en cuestiones de propaganda. Otro ámbito en el que se produjeron cambios fue en la cuestión educativa, y allí donde las federaciones locales aun eran débiles y no podían llevarlo a cano por ellas mismas, optaron por asociarse a los grupos librepensadores-republicanos para fundar las primeras escuelas populares que si bien aun no eran libres, al menos eran laicas.
Ya hemos visto hasta aquí, como era las comarcas alcoyanas las que marcaban el paso a la hora de reorganizarse en el marco societario precario disponible a mediados de la década de 1880. Pero volviendo a los resultados de aquellas reuniones informativas patrocinadas por la CRS, fijaremos nuestra atención ahora en el otro extremo de la provincia, para contrastar este cuadro proto-sindical alicantino, y sus repercusiones en la ciudad Elche. Como sucedió en Alcoi, y en el resto de enclaves proletarios de nuestra provincia, la epidemia de cólera declarada en 1885, fue una verdadera prueba de fuego para las organizaciones obreras alicantinas.
“..La crisis de trabajo, acompañada del cólera, está diezmando a los obreros alcoyanos. Su situación no puede ser más crítica. ¿Tendría algo de extraño que la clase trabajadora recurriera a recursos extremos?..”9
El caso es que el episodio de cólera no sólo paralizó la celebración de aquellos actos, sino que frenaría el auge asociativo obrero en Elche y su zona de influencia. De hecho, algunas informaciones apuntan a que los cañameros estaban reorganizados ya en septiembre de 1883, cuando declararon la que fue la primera huelga de la que se tiene constancia en la historia de la ciudad de las Palmeras.
Esta huelga la encabezaron los cañameros, y fue secundada ya por los primeros grupos organizados de alpargateros, haciendo frente común a la reducción de beneficios que imponían los fabricantes. Otro dato relevante es que estuvo alentada por unas proclamas que circularon por la ciudad escritas por dos obreros, Antonio Galiano y Tomás Rubí, que provocaron gran inquietud.
No pasaría mucho tiempo, en los primeros meses de 1885, hasta que encontramos la noticia sobre unos obreros alpargateros de una de las fábricas más importantes de la ciudad, quienes se alzaron con voz propia.
Aunque todo quedó al final en un simple conato de huelga, hemos de tener en cuenta que todo ello coincidía en el tiempo con la presencia de la Federación local ilicitana en el congreso comarcal de FRE, citado anteriormente. Así mismo, suponemos que tiene alguna relación con la legendaria Sociedad de la calle Empedrada, y puede tomarse como el antecedente directo de las iniciativas y debates simultáneos que se estaban produciendo para constituir el Circulo Obrero a mediados de 1885, en una síntesis casi perfecta de idiosincrasia colectivista y una interpretación muy particular del socialismo10.
Así es que algo debía estar pasando en Elche a comienzos de 1886, ya que superada la epidemia, se constituye la primera Sociedad Cooperativa, la Unión de Labradores y, en lo que parece una respuesta a la anterior, a continuación se crea la sociedad cooperativa La Ilicitana, presidida por el político conservador José Gómez..
“…con objeto de proveer a todos los asociados de cuantos géneros y artículos de primera necesidad les sean precisos, de buena calidad y a precios más reducidos que en el mercado público..”11.
Volviendo al recorrido por las ciudades de nuestra provincia a mediados de la década, se constata que Elda -1885-, Crevillente -1885-, Santa Pola -1885-, Orihuela -1886- o Torrevieja -1888- serían algunas de las localizaciones secundarias del auge del movimiento obrero en nuetsra provincia, frecuentemente bajo el formato del cooperativismo12.
Pero el caso de Alicante es en el que se encuentra mayor información, puesto que esta compartía con Alcoy el hecho de haberse significado como bastión federal durante el periodo Republicano, viviendo como esa, aunque en menor grado, dosis prolongadas de represión y clandestinidad.
Pasados estos años de censura oral y escrita, la ciudad viviría a principios de la década, un momento de entusiasmo editorial y creciente actividad societaria, influida por el rebrote republicano de la capital de la provincia.
Aunque no se ha podido encontrar confirmación ni más referencias al respecto, existía desde 1881 en la ciudad de Alicante una Sociedad de Obreros, englobada explícitamente en la órbita de la FTRE13. Por otro lado, también se localiza a la Asociación del Arte de Imprimir en la órbita socialista, la cual se constituyó coincidiendo con el I congreso de la Federación Tipográfica Española -1882-, y que se mantuvo activo, editando mensualmente desde principios de 1884 el Boletín de la Sociedad Tipográfica14.
En paralelo, se localizan indicadores con cierta fuerza del auge del movimiento cooperativista, en especial a través de algunos oficios que organizaron entonces sus propias cooperativas de socorros mutuos. Uno de ellos fue la Asociación de Panaderos, creada en 1881 y disuelta unos meses después tras dirigir una instancia al gobernador civil con sus exigencias laborales y asociativas; o la de Oficiales Toneleros, que debió comenzar a funcionar oficialmente al mismo tiempo y que sostuvo una primera huelga a finales de 1882, contando con el apoyo del partido federal y estrechamente conectada con las federaciones de oficio de ámbito nacional, cercanas a la FTRE.
Tal es así, que entre el 6 y el 12 de noviembre de ese año, los toneleros alicantinos habían enviado a un representante al X Congreso nacional del ramo celebrado en Tarragona, dónde precisamente el debate en torno al tema de las huelgas estuvo en el centro de las discusiones. Precisamente, el brote huelguístico de Alicante se produjo tras finalizar el congreso, provocando el cierre del Ateneo Autonomista, cuyos locales habían cedido los federales a los toneleros para que realizaran allí sus asambleas.
“Haga la clase obrera de la capital lo que quiera, pero conste que no aprobamos su retraimiento en un asunto que tanto le interesa”15.
También aparecen otras organizaciones sociales, vinculadas de una manera más directa a las diferentes tendencias republicanas. Una de ellas fue la sociedad cooperativa obrerista La Fraternal, creada en 1884 y ligada al federalismo republicano; o la sociedad cooperativa de obreros Instrucción y Trabajo, que llegarían a editar entre 1885 y 1886, un boletín de información semestral. Esta fue una de las iniciativas con más éxito, pues contaba con 363 asociados en el mes de junio de 1886, estableciendo relaciones de trueque con otras cooperativas de ciudades vecinas; aunque todo hay que decirlo, entre sus miembros encontramos a destacados dirigentes del republicanismo más atemperado16.
Aquellos canales orgánicos abiertos a la libertad de asociación, todavía restringida a actividades consideradas como benéfico-instructivo-recreativas, favoreció un estallido asociativo en el que, semicamuflado, se mezclaban actitudes filantrópicas y una vocación universalizadora, o como se comenzaba a decir entonces, laica, que en entornos más urbanizados y burgueses como Alicante, se articulaba bajo el epígrafe del librepensamiento, no sin dejar de atraer a obreros.
Obligada es la mención adicional a la relación existente entre los republicanos y librepensadores del Grupo Paz, con algunos de los miembros más destacados de sociedades obreras locales, quienes a su vez eran masones o espiritistas; y no se trata de cuestiones anecdóticas, sino que las relaciones de la burguesía avanzada con el movimiento obrero adquieren significación propia, al menos en esa ciudad, como pone de manifiesto en interés demostrado en el plano del cooperativismo
“..Para propagar estas ideas salvadoras ayudan los periódicos, las asociaciones, las sociedades obreras de socorros mutuos, las cooperativas, los centros y corresponsales masónicos en las aldeas o comarcas dónde no existen logias masónicas..”17.
Dejando a un lado los ejemplos concretos, pasaremos a extraer algunas conclusiones.
Parece bastante claro que estas asociaciones cooperativas tenían una finalidad eminentemente práctica -adquisición de bienes de consumo familiar-laboral, socorros mutuos en caso de accidente, enfermedad, vejez…- ; es decir, hacer frente al incesante goteo de desheredados, y que recibían así una mínima cobertura social y material. Nada podían hacer sin embargo, con las condiciones de hacinamiento e insalubridad en que se vivía y trabajaba por aquel entonces, con los altos índices de accidentes y enfermedad profesionales considerados como fortuitos e inevitables, con delegación asistencial por parte del estado en manos de la iglesia…18.
La falta de definición ideológica y de un objetivo compartido, convierte a estas primeras iniciativas unionistas en efímeras y muchas habrían desaparecido como tales al final de la década, al ser rechazado por los dirigentes de las organizaciones obreras que contemplaban un proyecto de transformación social de más largo alcance19.
Pero en la práctica aquel sistema de organizaciones interclasistas y frecuentemente tuteladas por el republicanismo burgués continuó funcionando, y prueba de la extensión alcanzada por estas iniciativas, pronto aparecerían con mayor frecuencia los intentos de asimilación-normalización que tratarán de hacerse desde diferentes sociedades católico-conservadoras a partir de la década siguiente, ya que en un principio se mostraron abiertamente hostiles con todo lo que significara una amenaza a su influencia social.
“…sociedad de socorros mutuos significa yuxtaposición de individuos iguales, reunidos únicamente por el vínculo de la necesidad […] … lo primero que necesitan tener es una capilla, un santo patrono y reuniones religiosas…”20
La consideración de este tipo de asociaciones cooperativas como mero mecanismo de transición en la historia del movimiento obrero, no puede hacer olvidar que fueron una plataforma para la organización de estructuras societarias de mayor alcance en las décadas posteriores y uno de los primeros síntomas de proletarización de sectores cada vez más amplios de la población.
Hacia el final de la década la semioscuridad en la que habían permanecido las sociedades obreras se ve atenuada con la aprobación de la ley de asociaciones, que junto a cierta relajación en la persecución de editoriales críticas que había caracterizado el periodo anterior, favorecerá la consolidación de una estructuras de sociabilidad obrera cada vez más autónomas, interconectadas y visibles.
Esto último lo anuncia de manera clara el caso de Alcoy, donde en agosto de 1887-, sería [re]constituida públicamente la Federación local de Trabajadores, adherida a la nueva FTRE, y apoyada en el llamado Pacto de Unión y Solidaridad, encabezando varias huelgas de tejedores, obreros de la lana y papeleros durante 1889.
“Como terrible plaga, han caído sobre la ciudad de Alcoy los hijos de las tinieblas, los secuaces de Prudón (sic), los que tantos días de luto han dado y darán al mundo con sus infaustas predicaciones. Convirtiendo en templo del error la plaza de toros de aquella ciudad han arengado a las turbas con un cúmulo de atrocidades y disparates..”21.
Y otra prueba de ello sería la relativa vitalidad que manifestarían los obreros alicantinos en el primer 1º de Mayo.
NOTAS:
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1Ver, AIT: Actas de Consejos y Comisión federal de la Región Española (1870-1874). II, Barcelona, 1969, p. 307.
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2Los asociados alcoyanos, junto a los de Cocentaina, enviaron un delegado a la conferencia de la FRE celebrada en Gracia en febrero de 1881; pero después, solo se adhirieron al congreso de la FTRE celebrado en la misma ciudad en septiembre. Otro delegado por Alcoy, figuró en el II Congreso de FTRE celebrado en Sevilla un año después. Ver, Gutiérrez: Republicanos y obreros en el Alicante del siglo XIX. Asociacionismo, propaganda y movilización [1868-1891], en VVAA: La pluma y el yunque: El socialismo en la historia valenciana. PUV, Valencia, 2003, p. 52; De Lara: El movimiento obrero en la historia de España. Editorial Taurus, Madrid, 1972, p. 277; Moreno: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante [1890-1931]. Unión General de Trabajadores, 1989, pp. 173-177. También, El Constitucional 30-04-1876; La Revista Blanca 01 y 15-07-1927; Solidaridad Obrera 20-03-1956.
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3BANDERA Social 22-03-1885. De la información contenida en el interrogatorio, destaca el interés manifestado por los obreros alcoyanos en cuestiones culturales y educativas, mencionándose la existencia de varios centros de estudios -uno de ellos relacionado con La Benéfica-. Ver, Gutiérrez: Trabajo y Conflictividad social en España [1881-1888], en VVAA: El trabajo a través de la historia. Asociación Historia Social, Madrid, 1996, pp.351-358.
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4El SERPIS 14-11-1884.
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5Ver, Egea: La Clase obrera de Alcoy a finales del siglo XIX [en red]; Hernández: La Sociedad Cooperativa El Trabajo [1880-1942]. Instituto Juan Gil Albert, Alacant, 1988, pp. 23-36. También, La Bandera Social 18-11-1886.
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6Ver, El Serpis 31-07, 30-08 y 02-09-1886.
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7Suponemos el mismo delegado, en nombre de la Comarcal Valenciana con sede en Alcoy, asistiría al llamado Congreso Cosmopolita celebrado a continuación, 1885, pese al acoso policial por su carácter internacionalista y anarquista. Ver, Iñiguez: Enciclopedia histórica del Anarquismo Español. Vitoria, AIP, 2008, pp. 171 y 289; Moreno: Anarquistas y Socialistas en la provincia de Alicante [1874-1917]. Anales de la Universidad de Alicante, 1986, p. 155.
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8BANDERA Social 22-03-1885. Un delegado alcoyano asistiría al congreso comarcal catalán celebrado a mediados de julio; y al año siguiente, varios grupos alcoyanos se incluyen en una comisión nacional pro campaña de los 8 horas. Ver,Bandera Social 05-07, 02-08, 10-12-1885, 26-02, 03-09, 11-11-1886.
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9BANDERA Social 23-08-1885. Un representante de la federación alcoyana contó que la epidemia había provocado el cierre patronal y la huida de la mayoría de los fabricantes, agravando la crisis industrial y dejando a la masa obrera a su suerte. Contó también que la Federación local gastó 4 mil reales en subsidios a enfermos y que solo 5 de sus asociados habían muerto a consecuencia de la epidemia, todo gracias a la solidaridad de los federados. Otro caso fue Alicante, donde la epidemia afectó en especial a la población obrera, desplazada a las afueras de la ciudad y dando comienzo a nuevos barrios obreros como el de Carolinas. Ver, Bandera Social 12-11-1885; La Unión Democrática 26-01-1886.
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10Cabe citar al alpargatero ilicitano Juan Navarro González, detenido y procesado en abril de 1882 en Ardales, Málaga, donde presidía la sociedad obrera local, con 700 miembros, y que fue disuelta en el marco de las detenciones y juicios por la causa de La Mano Negra, por la que compareció como testigo en Arcos en junio de 1883. De nuevo fue procesado en la primavera de 1897, esta vez en Hostalrich, Girona, acusado de los altercados con motivo de la salida de tropas para Cuba. Ver, Moreno: El movimiento obrero en Elche [1890-1931]. Instituto Juan Gil Albert, 1987, pp. 160 y ss, 417-419. También, El Graduador 30-09-1883; Las Dominicales 30-09-1883, 29-06-1889, 15-06-1899; La Unión Democrática 30-09-1883; El Liberal 16-03-1897.
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11La UNIÓN Democrática 17-01-1886. Alguna relación debía tener estas iniciativas asimiladoras, con un par de rotativos conservadores, que con el nombre de El Obrero, y luego Los Obreros, pretendían influir entre los despistados. Ver, La Unión Democrática 17-02-1886; La Correspondencia de Alicante 14-07-1905.
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12La cooperativa El Bien General de Elda se creó a principios de 1886, pero desapareció a mediados de 1887. La sociedad cooperativa El Porvenir de Orihuela llegó a abrir una sucursal en Bigastro. Poco sabemos del Centro de La Unión de Crevillente. Por lo que respecta a Torrevieja, solo sabemos que algunos artesanos y obreros pusieron en marcha una sociedad cooperativa. Ver, La Unión Democrática 06-01, 14-02, 01-05 y 09-06-1886, 12-07-1887; El Serpis 13-03-1885, 31-07-1886; Diario de Orihuela 24-08-1886, 21-11-1888. También, Valero: Elda 1832-1980. Industria del calzado y transformación social. Instituto Cultura Juan Gil-Albert, 1992, pag. 25; Albert: La Imprenta en la provincia de Alicante [1602-1925]. Instituto Estudios Alicantinos, Alicante, 1971, p.142 y 330.
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13Según Nettlau, en nuestra provincia existían vinculadas a la Federación de Trabajadores de la Región Española a lo largo de esta década, un total de cinco sociedades de Alcoy, otra de Alicante, otra de Cocentaina y otra ilicitana. Ver, Nettlau: Die erste Blütezeit der Anarchie, 1886-1894. Editor Topos Verlag, Vaduz, 1981.
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14Ver, El Eco de la Provincia 20-08-1882 y 22-01-1884.
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15El CONSTITUCIONAL 17-12-1884. La cita alude a las conferencias de la CRS organizadas en Alicante por la diputación provincial. También estaban organizados los trabajadores del muelle bajo la denominación de El Remedio, calificada de sociedad filantrópica, que mantienen una huelga en demanda de mejoras salariales años después; o el gremio de Cocheros que para el socorro de un compañero caído en desgracia organiza una becerrada. Ver, El Eco de la Provincia 11-02, 03-10, 22 y 30-11-1882, 29-07-1883; Buenas Noches 15-11-1886; Las Circunstancias 18-09-1881; El Graduador 18-07-1882.
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16Sin salir de Alicante, éste es también el caso de la sociedad cooperativa La Amistad, fundada en julio de 1884 y dedicada sobre todo a actividades recreativas y culturales, aunque ya encontramos una del mismo nombre en 1876, y que fue presidida por el noveldense Antonio Segura Escolano. Ver, Gutierrez: El Republicanismo en Alicante. Ob. Cit, pp. 130-133, 142 y ss. También, El Constitucional 14-04-1876; El Graduador 13-07-1884; La Unión Democrática 14-02-1886.
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17El ALICANTINO 12-01-1888. Se menciona la existencia de otras cooperativas alicantinas, una con el nombre de cooperativa Victor Hugo, otra que mantenía la sociedad obrera-espiritista La Caridad, ambas cercanas a los librepensadores. También existen referencias a la cooperativa La Constancia, creada en 1885, o La Unión Obrera, creada en 1887 y presidida por Federico Lluch, republicano alcoyano que había caído preso de los Internacionalistas en julio de 1873. Ver, El Serpis 09-12-1885; El Constitucional 04-11-1887.
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18En 1888, se funda en Alcoy la Sociedad-Unión para casos de enfermedad y retiro de obreros, donde estos pagaban el 1% de su sueldo semanal, y el patrón aportaba ..la misma cantidad. Ver, Bernabé: Moviments socials d’Alcoi. Un intent de cronología. p. 133, en VVAA: Primer Congreso de historia del País valenciano. Volumen IV. Universidad de Valencia, 1974.
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19Existe una cierta repetición del uso del término La Unión a la hora de bautizar periódicos, sociedades obreras u otro tipo de establecimientos públicos de aquella época.
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20El ALICANTINO 02-10-1889. Para el cambio de actitud de los conservadores y católicos especialmente respecto a las cooperativas, El Alicantino 08-03 y 23-10-1890.
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21El ALICANTINO 03-08-1889. Hubo representación directa en el congreso de la FTRE celebrado en Madrid en marzo de 1887, y se confirma la celebración en Alcoy de otros Congresos Comarcales, a principios de 1887 y en abril del año siguiente. Tras el congreso amplio de la FTRE de Barcelona, mayo de 1888, se fijó la residencia del comité federal en Alcoy, al parecer con funciones administrativas y estadísticas. En el V y último congreso de la FTRE, celebrado en Valencia en el otoño de 1888, en el que se decide su auto-disolución y la creación de la OARE -Organización Anarquista de la Región Española- que secundan la Comarcal Valenciana, es decir los alcoyanos, que contaban con unos 300 federados. Ver, Moreno: Las Luchas sociales. Ob. Cit, pp. 212, 253-256; Iñiguez: Enciclopedia histórica, Ob, Cit,, p. 991; Nettlau: impresiones históricas sobre el socialismo en España, en La Revista Blanca 01-09-1928 al 01-05-1929.
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