Los cambios sociales concentrados en la provincia de Alicante durante los primeros años del siglo XX, significaron la emergencia definitiva de una nueva clase social, reclamando espacio para una identidad colectiva nacida en los márgenes de la ciudad industrial.
Comienzan a florecer en este contexto económico y social desigual, algunos focos de modernidad bien diferenciados, como en el 30 de la calle Bazán de Alicante, núcleo republicano librepensador dónde tuvo muchos años su sede el Grupo Paz, 1886-1906, facilitando la difusión de ideas masónicas, ocultistas, feministas, esperantistas, racionalistas o naturistas; o lo que realmente era, una sucesión paulatinamente más definida de todo ello.
“..aumentan los enlaces puramente civiles, al estilo libertario, y las inscripciones de nacimientos al uso de los marroquíes, sin Sacramento y hasta sin nombre cristiano. Los libros de los registros civiles se van plagando de ridiculeces sectarias donde aparecen tiernas criaturas que se llaman Revolución Social Rodríguez y López, Emancipación Martínez Sánchez, Progreso Hernández y Pérez, Democracia Regulez y Meléndez y Dinamita Fulanez y Calinez..”2.
Si no se puede negar este carácter ilustrado y renovador del librepensamiento organizado, a esta versión civil, tutelada y burguesa, también se le contrapone una dimensión popular, periférica, que hacía de las calles de la ciudad terreno propicio para el intercambio y la crítica.
Este momento de esplendor que vive el librepensamiento en la última década del siglo XIX, parece que también tuvo su ubicación en la trama urbana local, ya que antes su local se situaba en la calle Maldonado, a lo que hay que sumarle el papel que jugaron en algunos Cafés Cantantes, o que su lugar de reunión preferido que se situaba en el por entonces Paseo Méndez Nuñez, … convertido muchas veces en campo de agramante y otras a altas horas de la noche en exposición de libre-pensadores
“No cabe confundirle con otros de su especie. Se dice en el edicto que es bastante feo, y hace muchos ademanes con la cara y el cuerpo al hablar. Las señas son mortales. Sin embargo a ellas hubiésemos añadido, como nota aclaratoria, las siguientes: tipo flamenco y muy librepensador”3..
O bien ya en clave específicamente proletaria, como sucede también en Alicante con la calle Maisonave durante el cambio de siglo, donde se va consolidando una red de almacenes de tonelería y pequeñas fundiciones con carácter estable que convertía aquel espacio en un punto de concentración obrera4.
Se sabe que los más populosos barrios de Alicante nacen unidos a las oleadas de inmigrantes llegados junto al despegue portuario y comercial de la ciudad desde principios de la década de los 80 del siglo XIX, y cogen forma urbana más definida, tras la debacle demográfica de 1885, a consecuencia de la devastadora epidemia de cólera que ese verano asola barrios ya muy masificados como el de San Antón o el de Las Porvincias en las faldas del Castillo.
Aparecen entonces los barrios extramuros de la ciudad como Carolinas, San Blas, San Gabriel o Benalúa, distinguiéndose por su carácter menos intervenido y por sus particularidades urbanísticas.
“Precisamente aquí tenemos Barrio mania: en pocos años se han construido, el de Benalúa, San Fernando, Bon Repòs y no se cuantos mas..”5
Con la intención de ponerle rostro y nombre propio a la historia obrera en la provincia de Alicante, dedicaremos algunos párrafos a uno de aquellos lugares emblemáticos de nuestra identidad colectiva, Las Carolinas de Alicante, en un apartado específico.
Viajaremos ahora a la iniciativa urbanística de un filántropo alicantino para la construcción de un grupo de casas para obreros y una casa-escuela para uso municipal, en un lugar que antes era un basurero y punto de vertido de las aguas residuales a los pies del barrio del Raval Roig, barrio popular y masificado del Alicante de finales del XIX.
A este nuevo espacio se le denominó Barrio de La Caridad, y fue la primera intervención urbana higienizadora de la que se tiene constancia en Alicante, diseñada para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del popular barrio del Arrabal Roig, e implicaba la habilitación por desmonte del espacio que, a los pies del barrio, quedaba entre el final de la calle de Villavieja y el principio de la carretera de Silla, espacio que en virtud de las disposiciones del filántropo, sería cedido en perpetuidad a los obreros escogidos a través de concurso de méritos y necesidad, y a los que además se facilitaba un medio de vida, cediéndoles así mismo, la explotación de las casetas para balneario situadas, frente a las nuevas casas, en la cercana playa del Postiguet.
El proyecto incluía la remodelación de la plaza de Ramiro conectado al paseo previsto frente a la linea de casas, las cuales se querían además, extender hasta la Ermita del Socorro, pero un suceso natural vino a ponerle fin, ya que durante una noche de noviembre de 1884, la confluencia de una fuerte tormenta con un terremoto, provocó el desprendimiento de unas piedras de la montaña y que la escorrentía erosionara y desprendiera el muro que se había construido siguiendo la calle del Socorro, y que actuaba de zócalo de las casas, llevándoselas por delante prácticamente a todas ellas6.
Pese a lo efímero de la iniciativa, el conocido como el barrio de la Playa, siguió conformándose a ambos lados del paseo del Postiguet durante el último tramo del siglo XIX a base de grupos de casetas y barracones de madera en aparente desorden y manifiesta falta de higiene.
Un lugar donde confluían las actividades diarias propias de calafates, carreteros y pescadores del bou, con las estacionales de bañeros y por tanto, la presencia creciente de turistas, que convirtieron el lugar, verano a verano, además de en foco de sociabilidad popular que dejó huella en la cultura urbana local, en seria amenaza para el desarrollo de los intereses urbanísticos de los capitalistas locales, que acabaron con imponerse al final de la primera década del siglo XX7.
Para concluir, añadiremos algunas notas sobre el nombre escogido para el nuevo barrio, que no fue casualidad, ya que la figura del acaudalado filántropo José María Muñoz generaba una intensa polémica en aquellos años8.
Su labor asistencial múltiple (presos, leprosos, huérfanos, …) extendida también en otras ciudades del levante peninsular, hizo que pronto fuera conocido con el sobrenombre de héroe de la caridad, y que su papel traspasara en momentos puntuales el ámbito de la beneficencia, para acercarse al laboral, llegando a encabezar y patrocinar en 1882 la celebración de un congreso obrero nacional en Alicante, finalmente no celebrado en ésta, en el proponía se tratara el asunto de la paga de invalidez para los obreros accidentados o enfermos.
“Hijo yo del trabajo, amante del oprimido por las desdichas y defensor de los que padecen sed y hambre de justicia.. [..] respondo a los deseos que me señalan en su carta del 6 del corriente, en nombre de miles de obreros que representan, y sépanlo todos los demás hijos del trabajo, y que pueden contar conmigo y con cuanto esté de mi parte, para el logro de estos ideales que siempre tuvieron eco en mi corazón, empleando para ello los medios más eficaces, pero pacíficos y legales ..”9
Podemos imaginarnos que no sentaban nada bien aquellas afirmaciones relacionadas con …el triunfo de la caridad, hija entrañable de Dios y del progreso humano…, entre los sectores más reaccionarios de la sociedad alicantina, que ante su inminente fallecimiento a mediados de 1890 afirmaba por medio de su prensa que… deseamos que Dios le devuelva la salud al enfermo si le conviene, o que la estatua sufragada por suscripción popular que fue instalada en la plaza de Ramiro, y que era igual que la que se había instalado en Orihuela o Murcia, desapareciera misteriosamente un par de años después10.
Todo apunta por tanto, a que el barrio La Caridad acabó en una maniobra especulativa y que la figura de Muñoz, fue antecedente de la labor higienista y moralista del espiritismo menos jerarquizado, más popular, hasta el punto que coinciden las últimas sobre el asunto de su estatua, con la fundación de La Caridad11.
De la portuaria Alicante nos trasladamos ahora por el mismo camino a la fabril Elda, donde no solo se evidencia como una nueva clase social construye una cultura en base a planteamientos proletarios, ajenos al estado, la iglesia y la burguesía, sino que dado la transformación socio-demográfica que sufre esta urbe en pocas décadas, se llega a crear de la nada, toda una nueva ciudad, eje industrial y sindical de la comarca en torno a la fabricación de calzado, que en poco tiempo hace olvidar lo que fue una pequeña villa rural..
“Elda Moderno, con sus calles rectas, sus casas simétricas con buena distribución y bien ventiladas, el barrio obrero, obra magna, digna de todo encomio y que demuestra lo que puede el impulso colectivo, el esfuerzo de una sociedad en donde hay unidad de miras, constancia y confianza entre sus asociados…”12
Artífices de todo ello fueron el grupo de zapateras y zapateros que ya en los años del cambio de siglo pusieron en marcha su ingenio colectivista sobre la base de una sólida red de sociedades de resistencia y grupos de afinidad de alcance comarcal, y que construye su ciudad con forma cooperativa, mostrándose muy interesados en dotar de una vivienda adecuada a toda aquella masa social informe, aquel montón de carne de fábrica que dejaba de recorrer cada mañana los caminos hacia Elda ,para asentarse allí.
Ejemplo de ello fue la emergente sociedad de zapateros, que tras su constitución en 1900 no tardó en lanzar un proyecto cooperativo de construcción de casas para obreros, el cual, poco a poco fue dando forma y contenido a un nuevo barrio obrero periférico, no intervenido y auto-construido, superando la estrategia poblacional acumulativa burguesa y a su vez creando un foco de resistencia frente al modelo de desarrollo imperante en la comarca.
Parecen claros los rastros anarco-colectivistas de la cooperativa de construcción de casas para obreros La Fraternidad fundada en 1902, que daría nombre a este barrio de la Elda proletaria; sociedad organizada y dirigida entre otros por el zapatero anarcosindicalista José Gil Ortín, quién a su vez colaboró en la fundación y desarrollo de la CNT en la comarca, y fue miembro original de la sociedad de zapateros La Racional de Elda, perteneciendo a su junta directiva durante largos años13.
José Gil, miembro una familia anarquista de la localidad, fue además presidente honorario y fundador de La Fraternidad, e incluso en tiempos de la República se le puso su nombre a una de las calles principales del barrio, que luego desaparecería al final de la guerra civil borrándose buena parte de la memoria social de este proyecto de ciudad proletaria, quizás porque desde las calles del barrio se hizo frente a la guardia civil en la huelga general de diciembre de 193314.
Otro de estos ejemplo menores, o mejor dicho menos documentados, lo encontramos en el Barrio de La Estación de Novelda, situado por entonces a unos pocos kilómetros del casco urbano, más que destacar, por su infrecuencia, la fundación de una sociedad obrera de no fumadores llamada Virtud Cooperadora en la temprana fecha de finales de 1900, siendo además la primera cooperativa de consumo surgida en aquella población; destacando en el mismo barrio también la sociedad obrera El Progreso que desarrolló una intensa labor cultural, educativa, mutualista e incluso urbanizadora del barrio, ya desde los primeros años del siglo XX hasta los años 30, llegaron a construir más de una cincuentena de casas15.
Para ser justos con la realidad, barrios obreros como Las Carolinas de Alicante, La Fraternidad de Elda o el barrio del Partidor de Alcoy, hechos por y para los obreros, no fueron la pauta dominante en el desarrollo urbanístico de los enclaves industriales de nuestra provincia, y lo más frecuente era la pugna desigual entre iniciativas societarias, diseñadas para mejorar las condiciones de vida y trabajo de los obreros, y proyectos que con un mero objetivo higiénico, aparecían tutelados primero por propietarios y asociaciones católicas y luego por los ayuntamientos16.
“el Alcoy industrial, la ciudad obrera de las prensas que devoran vegetales para vomitar papel, de los telares alimentados con vellones para arrojar piezas, de las fábricas reproducidas como plantas esporádicas junto a las prisioneras aguas que fuerzan sus motores, de los mecanismos y manufactureros arrastrando a la industria, como rieles misteriosos de la vida comercial..”17.
Esta visión idealizada que pretende armonizar capital y trabajo, tan propio de burgueses y sindicatos amarillos, no se correspondía con la realidad que el viajero descubría de Alcoy cuando entraba por la carretera de Játiva, donde el conjunto abigarrado de casas pardas y minúsculas calles, al borde del barranco, seguían iluminándose con petroleo como se hacía desde generaciones atrás, y donde existía una densidad poblacional que superaba a otras ciudades proletarias mayores.
Ha sido la pretensión de este artículo rescatar algunas de estos enclaves obreros que permanecen escondidas tras el escaparate de la ciudad consumista burguesa y hacer una llamada a su justa valoración y posible recuperación.
NOTAS:
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2La Voz de Alicante 07-11-1907. En Alcoy, donde el librepensamiento tuvo un recorrido mucho más breve, por la fuerza del movimiento obrero local y la debilidad republicana, sus funciones las acoge por ejemplo el Círculo Industrial de Alcoy, que organizaba labores asistenciales y culturales -juegos florales o veladas venecianas-, pero también interclasista, pero también sería la primera sede de la Sociedad Esperantista Birdega cuya dirección asumió el médico republicano y publicista José Martínez Bayarri. El Clarín 24-05-1903; Heraldo de Alcoy 01-05-1900, 29-04-1903, 26-02-1908, 31-05-1910.
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3El Alicantino 05-10-1892. También, El Alicantino 26 y 28-05-1892.
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4Los toneleros, juntos a otros obreros en hierros y algunos fundidores, ocupaban tradicionalmente la llamada calle de Toneleros, hoy Jorge Juan, y solían desempeñar sus tareas en plena calle, hasta que desde 1880, una disposición municipal mandaba trasladar los obradores fuera de la población, lo que produjo el progresivo traslado hasta la zona que hoy día ocupa la calle Maissonave, ya que Eleuterio Maissonave fue muchos años presidente honorario de los toneleros.
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5El Constitucional 28-09-1887. “Es probable que se construya un edificio a propósito -asilo de niños- bien en el barrio de los Diez Amigos bien en el Plá de Bon Repòs..”, El Graduador 04-06-1887.
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6El barrio fue derruido por motivos de seguridad, y el muro desprendido que amenazaba la estabilidad de la calle del socorro, reconstruido después de unos años de abandono, pasando aquellos terrenos a titularidad municipal, y aunque la inestabilidad del terreno impediría su urbanización hasta varias décadas después, si que pervivieron los balnearios y la escuela. El Eco de la Provincia 07-09-1883.
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7En abril de 1903, la compañía belga que gestionaba la concesión de tranvías y ferrocarriles vecinales, obtendría permiso del estado, dueño de los terrenos, para edificar la Estación de la Marina en el extremo norte de los terrenos que correspondieron al barrio de La Caridad. En 1908, una orden ministerial, forzaba la desaparición de toda instalación permanente en la playa del Postiguet, que contó con una fuerte resistencia social, pero el proceso se consuma en 1910. El Constitucional 26-09-1872; Heraldo de Alicante 31-07-1909, 15-06-1910; La Voz de Alicante 07-10-1908; La Correspondencia Alicantina 23-04-1903.
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8El dinero, que al parecer consiguió en la explotación de diversos yacimientos mineros desde mediados del XIX, fue invertido en la ayuda a las víctimas de las inundaciones de Orihuela, Málaga o Murcia, en donaciones para mejora de infraestructuras hídricas en Almería, o en el intento pionero de crear un hospital de leprosos en Ágres en 1887, frustrado por la oposición popular y eclesiástica.
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9El Constitucional 18-03-1882. Esta petición de los obreros de la zona de Azuaga y Jaén ya que era allí dónde tuvo sus explotaciones mineras Muñoz, pueda coincidir con el congreso de ámbito estatal, organizado por el centro Federativo de Sociedades Obreras de Barcelona, celebrado en agosto de 1882, dónde en un tono reformista, se intentó constituir una Asociación nacional de Trabajadores, germen de la UGT nacida en 1886. Puede ser que en ese congreso se decidiera la realización de un segundo congreso similar en Alicante, en mayo de 1883, pero no existe constancia que se realizara. La Correspondencia de España 01-05-1882; La Época 30-04-1882.
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10Para justificar su retirada posterior el periódico católico recordaba, después de algunos juicios estéticos sobre la obra, que allí mismo había sido fusilado algún cura décadas antes, lo que coincide con el dato que Muñoz había capitaneado pelotones de fusilamiento durante la primera guerra carlista. Cosas extrañas sucedían alrededor de sus estatuas en diferentes ciudades y el recuerdo polémico de su persona, como fue la alarma creada un martes de Carnaval por la aparición de un maniquí que simulaba un asesinato, a los pies de la estatua que estaba en Orihuela; que poco después también fue ubicada en un sitio más discreto. El Eco de la Provincia 25-11-1879; El Alicantino 18-05, 29-06-1890, 11-02-1892; El Nuevo Alicantino 21-02-1896; La Correspondencia de Alicante 28-11-1900.
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11En 1897 se aprobó el reglamento de la sociedad de socorros mutuos La Caridad. [Re]Fundada por Juan Cabot en 1899 y con el apoyo de Jose Mª Santelices, Miguel Vinader, Joaquín Amat o Luis Pujalte, y la colaboración de numerosas mujeres que solían tomar parte en sus actos; en un primer momento tiene su sede en el nº 6 de la calle Labradores, sosteniendo desde ese mismo año un colegio laico para niñas dirigido por la profesora Soledad Martínez que estaba primero situado en el enclave del nº 30 de la calle Bazán. Sus actividades con carácter socio-asistencial, estuvieron centradas en la sustitución de algunas de las que no podían llevar a cabo las sociedades de resistencia de aquellos años, y que controlaba la iglesia. La Correspondencia Alicantina 10-08 y 07-09-1898, 23-11-1899; La Correspondencia de Alicante 21-06-1909.
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12La Correspondencia de Alicante 05-10-1906.
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13Este periodo inicial, del que poco se sabe, parece que se caracteriza por su relación directa con el oficio de zapatero, por la construcción de edificios de planta baja con jardín posterior, que debió obedecer a un modelo de construcción dispersa, y por que pudieron llegar a construir casas en otras poblaciones vecinas. La Fraternidad tuvo, desde el principio, su reverso en la sociedad La Prosperidad fundada en 1898, sociedad posiblemente vinculada al sindicalismo confesional católico y que inicia allá por 1902 un grupo de casas en los que hoy es la calle del Cid, finalizando en 1917. PONCE: Industria y Viviendas Obreras. La Configuración de una ciudad Industrial, en VVAA: Historia de Elda. Volumen II. Ayuntamiento de Elda, Alicante, 2006, pp. 247 y ss; La Vanguardia 06-03-1902; Heraldo de Alicante 08-04-1909.
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14Esta sociedad, vivió una segunda época de esplendor mediados los años 20, cuando contaban con unos 1,000 socios, afirman que llevaban construidas cerca de un centenar de casas y tenían previstas un millar más; siendo la cooperativa de construcción de vivienda popular con más socios en la localidad -llegaron a 2 mil socios en 1935-. Su secretario en estos años era Pablo Cuesta y tenían su sede en el nº 3 de la calle Dr. Sempere. Pablo Cuesta fue un anarco-sindicalista, miembro del grupo anarquista local Pro-Prensa, 1916-1918, y que en mayo de 1931 remitió una carta a algunos rotativos madrileños desmintiendo las afirmaciones vertidas sobre apología a la violencia en un mitin celebrado en Elda. Durante el periodo republicano, se dotó al barrio de equipamientos adecuados y por ejemplo se completó la red de alcantarillado, se construyeron las escuelas y se agudizó el proceso urbanizador; aunque surgieron algunos problemas durante los años del llamado bienio negro. Prueba de ello fue que, en el otoño de 1935, tras una revisión del catastro y ciertas deficiencias formales que les impedían acogerse a la ley de casas baratas, se les impuso una contribución excesiva por lo que elevaron quejas a todas las instituciones. No menos significativo fue el papel jugado en la definición de la ciudad más popular, puesto que en los solares de La Fraternidad tuvieron lugar giras campestres -El Campico- por las celebraciones de la llegada de la República o se instalaban cada año las casetas de La Feria. Quizás por todo ello, recién finalizada la guerra, los vencedores del bando fascista decidieran expropiar sin compensación los terrenos que la sociedad tenía en el actual parque de La Concordia y construir allí el Monumento a los Caídos; y quizás por ello, decidieron en mayo de 1942 cambiarle el nombre a la sociedad, que continuaba su labor urbanizadora en el barrio Nueva Fraternidad, para pasar a llamarse sociedad de casas baratas El Ahorro. Consta otra cooperativa para la construcción de casas, El Progreso, que también acabó dando nombre a un barrio del municipio, aunque su actividad se desarrolla principalmente mediada la década de los 10, cuando se reconstituyen con 550 socios, se afirman como entidad laica y sin protección del estado, aunque recibían subvenciones y su presidente era el concejal republicano José Aracil Romero, centrando sus objetivos en la compra masiva de terrenos. SANTACREU: De la Elda alfonsina a la Guerra civil; en VVAA: Historia de Elda. Ob. Cit,, p. 114; VALERO: Elda, 1832-1980. Industria del calzado y transformación social. Instituto Cultura Juan Gil-Albert, 1992, pp. 29 y 40. El Día 04-07-1927, 28-11-1933; Diario de Alicante 24-06-1927; El Luchador 18-07-1918, 02, 06-05, 05-06-1927, 18-01-1932; El Siglo 08-11-1935.
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15Como cooperativa de consumo proveía de artículos de primera necesidad y daba ciertos servicios frente a contingencias de y para los socios, en su mayoría ferroviarios con familia que fueron los que inicialmente dieron forma social al barrio, aunque los presidentes de la sociedad fueran destacados empresarios asentados en el barrio como los Maciá o los Gumiel. El Progreso se transformó en febrero de 1909 en Sociedad Progreso de Previsión. También existió desde principios de siglo una sociedad recreativa llamada La Amistad, pero sobre todo La Prosperidad, sociedad de socorros mutuos ligada al sindicalismo confesional, muy potente en Novelda, que para competir con los laicos de El Progreso, allá en el barrio de La Estación, pusieron en marcha una iniciativa para construir un barrio obrero en Novelda, con piedra donada por el propietario de las canteras de Bateix. En la cercana Monforte, se inició un barrio obrero en 1904 en la zona de Pilar Alto, y en Monòver, allá por 1907, tomaba forma el barrio obrero conocido como La Bombilla, en el extremo este de la población, espacio que reunía la fábrica de Luz, el Centro Obrero de la SOV La Regeneración y numerosos locales de ocio popular (plaza de toros). CIEN: El ferrocarril en Novelda, inicios y desarrollo. Revista del Vinalopó, nº 10, 2007, pp. 69-79; VVAA: Novelda 1901. De Villa a Ciudad. Ayuntamiento de Novelda, 2001. p. 21; La Correspondencia de Alicante 02-11-1900; El Graduador 01-09-1904; Tierra y Libertad 02-05-1907; El Pueblo-Monòver 11-07-1909.
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16Famosa fue la pifia urbanística del famoso barrio obrero de Alcoy que quiso y no pudo emprender Canalejas en los años de cambio de siglo, y que le sirvió para forjarse carnet de obrerista con pasaje para Madrid, pero que acabó por desenmascararle en Alcoy, donde no fructificó ninguna iniciativa societaria que no contara con el respaldo de las sociedades obreras locales, con el que sí contaba la sociedad de albañiles, constituida en 1902 y que en 1906, frente a la crisis de trabajo, decidió emprender la construcción de casas baratas. También hay que decir que la dictadura de Primo de Rivera afrontó el problema de la falta de vivienda, agudizado en la década anterior, y favoreció la constitución de cooperativas de casas, aunque estas ya no eran por lo general para los obreros, y predominaba el interés económico para unos pocos, como sucedió con la sociedad cooperativa Ciudad Jardín, y la ídem Ciudad Vergel, ambas de Elda. En Alicante hubo algún intento cooperativista desde las filas del sindicalismo católico, para competir con la iniciativa obrera de Carolinas, situado finalmente en los terrenos bajos del Plá del Bon Repós, y denominado barrio obrero de María Auxiliadora, que inaugurado con toda la pompa en 1914, no echó a andar hasta el periodo de la dictadura, y llegada la República quedó como reducto de intransigencia católica. Nótese la abundancia de calles con nombres de santos. La Defensa 02-12-1905; Diario de Alicante 03-03-1932.
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17La Defensa-Alcoy 17-11-1909. Allá por 1912, aparecen las primeras noticias del riesgo de agotamiento del manantial de El Molinar, debido a la actividad industrial creciente, que consumía el 70 por ciento del total. En la foto, la zona Industrial de El Molinar de Alcoy, patrimonio cultural y testimonio de nuestra historia industrial que se encuentra en un deplorable estado de abandono. La Correspondencia de Alicante 05-03-1906; Heraldo de Alcoy 24-05-1910, 13-01-1912.