Cuando el abuelo venía a casa a pasar los fines de semana, toda mi familia cambiaba de aspecto. Mi padre, generalmente un hombre alegre y amable, se encogía ante aquel viejo terrible. Mi madre se encerraba en la cocina y se dedicaba a guisar, a planchar o a coser como si en toda la semana … Continua llegint El PESO de la MEMORIA
HAMBRE CANINA
El interior del refugio antiaéreo olía a humedad, a miasmas, a basura, a heces y a orina. A la luz de una única bombilla que colgaba del techo, un nutrido grupo de seres famélicos y asustados se hacinaba en los bancos corridos que sobresalían de las paredes. El viejo Torcuato, ausente en su demencia senil, … Continua llegint HAMBRE CANINA
La Traición de MARTÍN EMPECINADO
Al coronel de carabineros Pantaleón Boné, en la madrugada del día 8 de marzo de 1844, lo habían llevado al Malecón de Alicante para ser fusilado. Lo obligaron a arrodillarse sobre el terroso suelo que se iba a empapar de su sangre y de la sangre de sus 23 compañeros de infortunio,con las manos atadas … Continua llegint La Traición de MARTÍN EMPECINADO
El DOLOR de los MUERTOS
Me duele el pie derecho, me duele mucho, sobre todo en las noches húmedas y frías de esta enfermería destartalada y triste. Me duele, inexplicablemente, un pie que no tengo, que debería estar dos palmos más abajo de un muñón cubierto de vendas roñosas. Se me congeló este invierno en la inhumana cárcel de Palencia … Continua llegint El DOLOR de los MUERTOS
Billete de IDA y VUELTA
Estoy aquí, éste debe ser el lugar, pero no lo reconozco. Aquí debió estar amarrado el Stanbrook, pero este sitio ha cambiado tanto desde entonces… Yo recuerdo suciedad y hierros retorcidos de grúas y tinglados maltrechos; y miles de personas harapientas, aterradas, empujándose con desesperación, dándose codazos por llegar a la pasarela. Aquel puerto, ahora, … Continua llegint Billete de IDA y VUELTA
El VIEJO DESERTOR
Lloviznaba sobre el puerto de Alicante. Miles de republicanos cansados, sucios, vencidos, esperaban en vano los barcos del exilio bajo los tinglados castigados por las bombas. De vez en cuando se oía un tiro de pistola, y un hombre caía al suelo con la sien perforada en medio de la indiferencia abstraída de sus vecinos … Continua llegint El VIEJO DESERTOR