Las fabricantas participaron –según la documentación interna, manejada por Caridad Valdés- en la huelga (¿) de mayo de 1890, siendo escasa la asistencia al trabajo: posiblemente se refiera a la manifestación del Primero de Mayo de ese año –aunque fue en domingo-. En febrero de 1904 se produjo un motín de cigarreras por el castigo impuesto a una compañera, que provocó la intervención del Gobernador Civil, que dio la razón a las obreras1. En 1907 fue el Administrador Jefe quien, ante los disturbios ocurridos en la ciudad por una protesta contra los impuestos municipales, ordenó el cierre del establecimiento a las once de la mañana2. En 1911 se produjo una huelga de más de mil cigarreras, que se negaron a confeccionar cigarrillos de las categorías “fino y superior”, por el pésimo tabaco que se les entregaba: la cuestión se resolvió a los tres días3.
Los efectos de la especulación que acompañó a la guerra europea sobre los precios de los artículos de primera necesidad también se notaron sobre los salarios de las cigarreras, que quedaban constantemente desfasados por el aumento del coste de la vida: en ocasiones, las gestiones –muy alabadas por la prensa afín- de diversos políticos conseguían alguna mejora, pronto desbordada por la inflación: así, a mediados de 1918, gestiones del alcalde cerca de los diputados Francos Rodríguez y Rojas aceleraron el aumento prometido de salarios, en torno a un 20%4.
En 1919, como sucedió en otros muchos oficios, las cigarreras multiplicaron sus reivindicaciones: en abril, la prensa más afín a la Compañía anunciaba un importante aumento salarial, que habría causado “enorme júbilo” entre las cigarreras5, que habían participado de modo importante en una huelga general que tuvo lugar en la ciudad a finales de marzo. Poco después, en mayo las cigarreras se declararon en huelga de brazos caídos en solidaridad con sus compañeras de Madrid, pidiendo aumento de jornal y admisión de hijas y huérfanas de cigarreras6
En noviembre de 1919, las cigarreras pidieron un aumento del 50% en sus haberes7. Ya en diciembre, las cigarreras asociadas repartieron mil ejemplares de una hoja en la que explicaban el conflicto de la fábrica de Tabacos de La Coruña y se mostraban dispuestas a actuar “siempre por solidaridad” en el conflicto del puerto de Alicante, que enfrentaba a los sindicalistas con la patronal y las autoridades. Las cigarreras se opusieron a que entrase en la Fábrica el tabaco descargado por esquiroles o transportado en carros requisados y protegidos por la Guardia Civil y poco después, se declararon en huelga en solidaridad con las compañeras de otras fábricas en demanda de una subida de jornal “para compensar las pérdidas que supone la aplicación de la jornada de ocho horas”8. A finales de 1919, las cigarreras estaban en huelga indefinida y en una asamblea de “Unión Tabaquera”, que dirigió su presidente, Ángel Martínez, se leyeron cartas de otras Fábricas, donde también se daba la huelga de brazos caídos9. En unas asambleas celebradas en enero de 1920 se recibieron impresiones optimistas de las compañeras de La Coruña, Logroño, Bilbao, Santander y Gijón, y se reiteraron las razones de la huelga –mantener los mismos salarios con la nueva jornada de ocho horas- que terminó pocos días después al conceder la Arrendataria un aumento del 25% sobre los precios de elaboración, reanudándose el trabajo el lunes 19 de enero10.
Según la prensa socialista, algunas maestras, en colaboración con “las damas católicas” –preocupadas por el auge del sindicato tabaquero- propalaron la especie de que el aumento conseguido del 25% estaba firmado antes de la huelga y gracias a las gestiones del Obispo y del Abad de la Colegiata. Además, compusieron una cancioncilla que difundieron por diversos talleres, en alusión a los dirigentes de la Unión Tabaquera: “Entre Santana y Cabrera / Ángel y el señor Chacón / han traído a las cigarreras / la perdición”. Ante ello, las cigarreras asociadas protestaron ante el jefe de la Fábrica, en aras de la paz social. Lo cierto es que esa mejora se había obtenido, fundamentalmente, por la lucha llevada a cabo en otras fábricas, ya que en Alicante la Unión Tabaquera se estaba todavía organizando11.
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NOTAS:
1El Mundo Obrero, 27-II-1904.
2Caridad Valdés, o.c., pág. 97
3Periódico para Todos, 5 y 7-III-1911, El Noticiero y El Pueblo Republicano, 4-III-1911, La Unión Democrática, 9-III-1911.
4El Día, 10-VIII-1918.
5El Día y El Correo, 30-IV-1919.
6La Región, 24 y 26-V-1919, y El Día, 27-V-1919.
7El Correo, 5-XI-1919, y El Socialista, 7-XI-1919. .
8El Correo, 10-XII-1919, Diario de Alicante, 15 y 18-XII-1919, El Luchador, 24-XII-1919.
9La Región, 27-XII-1919, y El Correo, 29-XII-1919.
10Diario de Alicante, 7-I-1920, El Correo, 8, 14 y 17-I-1920, y La Región, 13 y 14-I-1920.
11El Mundo Obrero, 28-II y 27-III-1920.