En 1897 tuvo lugar una campaña de algunos periódicos para protestar de la política emprendida por la Compañía Arrendataria –que se había hecho cargo del negocio en 1887- para amortizar las plazas en la Fábrica, pues “apenas quedan trabajando cuatro mil de las siete mil operarias que no hace mucho tiempo llenaban los talleres1. Esta cuestión continuaba a principio del siglo XX y La Opinión negaba las, en su opinión, alarmistas consideraciones de otros periódicos sobre la amortización de plazas en la Fábrica alicantina: recordaba que en el convenio entre la Arrendataria y el Estado firmado en 1896 se autorizaba a la Compañía a amortizar el 35% del personal existente en esa fecha, que era de 4.253 operarias y 87 operarios, y hasta 1900 apenas fueron amortizadas 353 plazas. El periódico desmentía las cifras que se solían dar sobre el personal empleado en la Fábrica: jamás se había llegado a las ocho mil operarias, todo lo más a 5.5002. Por su parte en 1903, El Noticiero replicaba también a quienes protestaban por ello que la Compañía Arrendataria estaba actuando dentro de la legalidad: de acuerdo con el contrato que temía con el Estado, podía amortizar hasta el 25% de las vacantes que se produjeran sobre el número de trabajadoras y trabajadores existentes el 1-I-1900. Según el diario, en esa fecha había en Alicante 3.984 operarias y 81 operarios3, y en octubre de 1903 quedaban 3.800 mujeres y más de 70 hombres, por lo que no se había vulnerado la legalidad4.

Tumulto en la fca_KateKollwitz_Almanaque de Tierra y libertad. 1933

En febrero de 1908 se produjo el incidente más grave de la protesta de las cigarreras contra la mecanización. Según la propia empresa, fueron descargadas en el puerto 44 cajas que contenían material, procedente de Nueva York, para montar un taller de elaboración semi-mecánica de cigarros, y por la tarde fueron llevadas a la fábrica; al día siguiente, las operarias se amotinaron pidiendo que las cajas fueran devueltas al muelle; el Administrador Jefe requirió el auxilio de la fuerza publica, acudiendo el Gobernador, el alcalde y fuerzas de Guardia Civil, Carabineros, Guardias municipales y agentes de seguridad. En los alrededores de la Fábrica se congregaron cientos de personas en apoyo de las cigarreras, por lo cual se accedió a cargar de nuevo las cajas en carros para su devolución al puerto; pero algunos grupos, alegando que las cajas podrían estar vacías, las arrojaron al suelo, las abrieron, destrozaron las piezas de hierro y quemaron los envases; haciendo a continuación lo mismo con el resto del material que aun se encontraba en la fábrica5.

La prensa local añadía algunos detalles: en los incidentes se produjeron algunas heridas y contusiones, se calculaban las pérdidas en unas 30.000 o 40.000 pesetas, un ingeniero tuvo que marchar de Alicante –tras haber sido dejado en ropa interior por las cigarreras-, se rumoreó el posible cierre de la Fábrica como castigo a las operarias, etc6. Incluso algún diario aseguraba que desde que la Compañía Arrendataria había eliminado la contratación de nuevas operarias, “la prostitución en Alicante ha aumentado de una manera enorme y escandalosa7. En octubre, la Compañía proponía la introducción de maquinaria para nuevos talleres de producción de cigarros, lo que supondría nuevas contrataciones8.maquinaria1.jpg

Ante estos hechos, un “auto de fe”, como lo calificó algún periódico de la época, las reacciones fueron muy diversas: para El Graduador, las máquinas solo serían beneficiosas para los trabajadores a largo plazo, cuando fuesen de propiedad común, y “mientras tanto, la salvadora máquina será un enemigo del proletariado; y tan falso signo de redención como la cruz9. Según el católico La Voz de Alicante, lo ocurrido era totalmente injustificable, pues había sido un “libre ejercicio del derecho a acabar con la propiedad ajena10. Y La Federación apoyaba la actitud de las operarias porque “veían mermar sus jornales de implantarse las máquinas11.

En 1909 un sector de la prensa pedía que en la Fábrica de Alicante se aceptase la entrada de maquinaria y la admisión de operarias jóvenes, hijas de fabricantes, para aprender a utilizarlas, como ya estaba ocurriendo en otras Fábricas de España, “máquinas que, lejos de producir daño alguno a los intereses de las operarias, han de dar pan a sus hijos, pues hijas suyas han de ser forzosamente las obreras que pudieran admitirse para encargarse del nuevo taller12. En 1910 seguía sin resolverse esa cuestión, pese a una reunión convocada por el alcalde para estudiarla, con representantes de los trabajadores13. Otros diarios insistían en denunciar que, de hecho, se habían perdido casi cuatro mil puestos de trabajo entre 1887 y 1911, y pedían la intervención de los parlamentarios alicantinos para interesarse por el asunto14. En 1912, algún diario insinuaba que la Compañía, en venganza por la actitud hostil a la nueva maquinaria de sus operarias, discriminaba a la Fábrica alicantina, de manera que muchas de ellas apenas podían trabajar dos horas diarias15.

En 1913, de nuevo surgió la polémica en la prensa alicantina por este asunto: en Periódico para Todos, el destacado dirigente obrero Francisco Castelló Fayos inició una campaña para que la Compañía admitiese nuevas operarias e incluso corrió el rumor de que iba a desaparecer la Fábrica alicantina16, rumor que desmintió el diputado demócrata Francos Rodríguez17, tras unas gestiones del concejal del mismo partido, José Álamo Antón18. Florentino de Elizaicin, director de El Correo, se sumó a la campaña y escribió a Rafael Álvarez Sereix, que le prometió su apoyo porque “no puedo ni aún presumir que (la no admisión de nuevas operarias) sea un castigo que impone el Consejo (de Administración de la Compañía Arrendataria) por aquel arrebato que llevó a algunas, mal aconsejadas, a quemar las máquinas”19. Finalmente, desde El Graduador se pedía al diputado conservador por Alicante, Salvador Canals, su intervención en el mismo sentido porque “aumentar las operarias en la Fábrica de cigarros es llevar un pedazo de pan a muchas, muchísimas viviendas, y alejar el fantasma de la emigración, que nos está aniquilando20. A finales de 1913, Figueras Pacheco constataba que ya trabajaban en la Fábrica menos de tres mil cigarreras y “no tardará mucho en clausurarse, si no desaparecen ciertos prejuicios de la clase obrera, que encuentra un peligro en la implantación de nuevas máquinas, en vez de ver en ellas la seguridad y garantía de la conservación de la Fábrica21.fac-tabacos3

En 1914 continuaba igual la situación. El Correo aseguraba que quedaban en la Fábrica 2.800 operarias y que el único remedio era que “las cigarreras alicantinas, bajo su firma, las que sepan firmar, y las que no sepan, por autorización visible, se dirijan al digno administrador de tan importante centro fabril en demanda de que traigan aquí para su instalación máquinas tiruleras”, que hacían puritos, lo que permitiría la entrada de unas 150 nuevas trabajadoras22. El Popular insistía en lo mismo, aseguraba que el personal de la Fábrica estaba muy envejecido, aludiendo después a que la Compañía quería que entrase personal joven para hacer labores nuevas, con garantías de que no se repetirían los sucesos de 190823. Según La Lealtad, la alicantina era, de todos modos, la Fábrica de tabacos con más operarias de España, 2.952, por 2.783 que trabajaban en la de Madrid24.

En 1915 la prensa alicantina se enzarzó en unas largas polémicas sobre la instalación de máquinas en la Fábrica de Tabacos. Según un estudio publicado en Diario de Alicante, en el verano de ese año, la decadencia de la fábrica alicantina por el numero de sus trabajadoras era notoria: en 1869 había 3.977 cigarreras, cifra que fue aumentando al clausurarse la fábrica de Alcoi, pasando a 4.500 en 1874, 5.500 en 1876, y 6.200 en 1882, cifra a partir de la cual comenzó el descenso, de manera que en 1906 quedaban 3.480 trabajadoras y en 1914 apenas 2.67725. La Lealtad añadía que, a diferencia de lo que había ocurrido en otras fábricas, no se había cubierto en Alicante una vacante desde hacía muchos años y pedía la intervención del Ayuntamiento y de la Diputación, además de sugerir a padres, hermanos, maridos o vecinos de las cigarreras que las convencieran para que admitiesen las máquinas26. La polémica alcanzó su punto culminante a finales de 1915, cuando algunos periódicos recordaron que la Compañía estaba obligada a mantener el 75% del personal, pero en su conjunto, no fábrica por fábrica. Sin embargo, Periódico para Todos mantenía que la introducción de la maquinaria iba a resultar muy perjudicial para las operarias, ya que el personal existente eran mujeres ya mayores a las que sería difícil explicar el funcionamiento de la maquinaria, por lo que sería jubiladas y sustituidas por otras más jóvenes, sin que se produjera aumento en el número de obreras, cuyo salario disminuiría probablemente27. El Batallador apoyaba esa postura y afirmaba que “si ahora que todas las labores se hacen a mano cada día disminuye el número de operarias, el día en que funcionasen las máquinas el número de aquellas forzosamente tenderá a quedar reducido a una insignificante cantidad28. Era ésta, de todos modos, una opinión ya minoritaria en la prensa alicantina, que sin distinción de ideología abogaba por la introducción de maquinaria29.

En enero de 1916, el Ayuntamiento, a propuesta de Guardiola Ortiz, decidió constituir una comisión que invitase a los distintos talleres de la Fábrica a designar a tres operarias para que dijesen claramente si deseaban o no que se pidiera a la Arrendataria de Tabacos el establecimiento de talleres mecánicos “conservando los que hoy existen30. La respuesta fue negativa y algún diario lo lamentaba, puesto que “han podido más los menos con sus sofismas, que los más con diáfanas razones31. El Periódico para Todos insistía en su conocida postura contraria, pues “las máquinas son perjudiciales para las operarias y para Alicante, y beneficiosas para la Compañía32. Según Alicante Obrero, la Compañía, ante esa negativa, había instalado la maquinaria en Valencia, a la que se trasladaba también gran parte de la producción por la “economía de la mano de obra33.

En 1917 y en 1918 se anunció por la prensa que, “extraoficialmente”, se tenía noticia de la próxima instalación de nuevos talleres con máquinas, que serían manejadas por nuevas obreras, hijas de las cigarreras34. En abril de 1919 se reiteraba la misma promesa sobre la dotación por la Arrendataria de “todos los medios modernos” a la Fábrica alicantina35, y lo mismo sucedía en noviembre, cuando se daba por inminente la instalación de máquinas que serían servidas por hijas o nietas de cigarreras mayores de 14 años36. En el mismo mes de 1920, la prensa anuncia que “parece un hecho” que la Compañía Arrendataria iba a proceder a la transformación de la fábrica, pues se estaban elaborando planos y presupuestos para instalar maquinaria que permitiese aumentar la producción de cigarros, cigarrillos y picadura, con lo que se admitirían “gran número de aprendizas37. El semanario socialista El Mundo Obrero apoyaba la instalación de maquinaria, pues “contra las máquinas sería una locura ir, porque es ley de Progreso38. La instalación de un generador eléctrico para activar máquinas para picar tabaco fue el primer paso en esa dirección, a primeros de la década de los veinte. Y, en efecto, fueron ya entrando nuevas operarias: 398 en 1921, 257 en 1922, 60 en 1923 y 69 en 192439.

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NOTAS:

1La Unión Democrática, 16-VII-1897, y El Liberal, 18, 22 y 25-VII-1897. Sobre este apartado puede verse Francesc Moreno Sáez, “Un exemple tardà de destrucció de màquines”, en Materials del Congrés d’Estudis del Camp d’Alacant. Diputación Provincial. Alicante,1986. Págs. 281-286.

2La Opinión, 29-XI-1902.

3La Opinión (29-XI-1902) daba cifras distintas, aunque referidas a enero de 1901: 3.925 operarias y 62 operarios.

4La Fábrica de Tabacos. Amortización de operarias”, en El Noticiero, 14-X-1903. NdE: El 23 marzo de 1905 estallaría el conflicto en la Fábrica de tabacos de Alicante, cuando las cigarreras protestaron por la baja calidad del tabaco que liaban mediante la quema de algunos de los fardos de este producto y la demanda de aumento en el salario. La fabrica hubo de ser custodiada por fuerzas de la autoridad.

5Informe del Administrador Jefe de la Fábrica de Tabacos, recogido por Caridad Valdés, o.c., pág. 98. Según la prensa de la época, en estos hechos participaron únicamente las cigarreras, pues ”los hombres, quietos, no intervinieron en nada.

6El Correo, 6 y 9-II-1908, Heraldo de Alicante y Diario de Alicante, 5-II-1908, El Graduador, 6, 7 y 8-II-1908, La Federación, 15-II-1908, La Voz de Alicante, 5 y 6-II-1908, y La Correspondencia de Alicante, 5 y 6-II-1908.

7Heraldo de Alicante, 6-II-1908. Este diario hizo una campaña contra la introducción de maquinaria, con artículos publicados el 22, 24 y 27-II, y el 10-III-1908.

8Heraldo de Alicante, 27-X-1908.

9El Graduador, 14-II-1908.

10La Voz de Alicante, 14-III-1910.

11La Federación, 13-II-1908.

12El Noticiero, 20-VII-1909.

13Diario de Alicante, 13-VIII y 21-IX-1910.

14Periódico para Todos, 26-I y 28-II-1911.

15Periódico para Todos, 19-X-1912.

16Alarma infundada”, en El Noticiero, 28-V-1913.

17Francisco Castelló Fayos, “Las cigarreras y el porvenir”, “Pro Alicante. A las cigarreras” y “La Fábrica de Tabacos”, en Periódico para Todos, 19, 23, 26 y 28-IV, 23 y 30-V, 10 y 30-VI, y 2, 3, 4 y 10-VII-1913. Véase también Eco de Levante, 27-V-1913, y El Batallador, 28-V-1913.

18El Popular, 28-V y 13-VI-1913.

19El Correo, 29-VI-1913.

20El Graduador, 22-X-1913.

21Francisco Figueras Pacheco, “Provincia de Alicante” en la Geografía General del Reino de Valencia. Barcelona, sin año.

22El Correo, 14-II-1914.

23El Popular, 26-V y 11-VI-1914

24La Lealtad, 24-IX-1914.

25Diario de Alicante, 27-VIII-1915.

26La Lealtad, 31-VIII-1915.

27Periódico para Todos, 1 a 21-XII-1915.

28Ojo, cigarreras. ¡Fuera máquinas! No os convienen”, en El Batallador, 10-XII-1915.

29El Día, 25-XI a 12-XII-1915; El Popular, 11 y 21-XII-1915, La Unión Democrática, 26-XI y 1-XII-1915, El Correo, 16 y 21-XII-1915. También estaba de acuerdo el diario republicano El Luchador.

30El Día, 15-I-1916, La Lealtad, 17-I-1916, La Unión Democrática, 18-I-1916, y El Popular, 11-I-1916.

31El Día y El Popular, 13-II-1916

32Periódico para Todos, 4-II-1916.

33Alicante Obrero, 2-III-1916.

34El Día, 15-XII-1917 y 27-VII-1918.

35El Día, 27-IV-1919.

36Alicante, de enhorabuena. La Fábrica de Tabacos”, en El Correo, 10-XI-1919.

37La Región, 26-IV-1920, y El Tiempo, 28-IV-1920. .

38El Mundo Obrero, 13-III-1920.

39Caridad Valdés, La Fábrica de Tabacos de Alicante. Monografías alicantinas. 11. Ayuntamiento de Alicante y Caja de Ahorros Provincial. Alicante, 1990.

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