En 1890 existían, en el Centro Obrero de Alicante, una sección de Albañiles y otra de Canteros1. En unos años, los últimos del siglo XIX, en que se construía mucho en la ciudad, los canteros aprovecharon la situación para fortalecer su sociedad –imponiendo una especie de arbitrio sobre las losetas y el metro cúbico de piedra, cuyo importe estaba destinado a la caja de la sociedad- y conseguir la jornada de nueve horas2. Los albañiles no consiguieron esa jornada de nueve horas, a pesar de acudir a la huelga para lograrlo, en 18923, pero sí rebajaron algo la jornada de trabajo: a finales de siglo entraban a trabajar a las seis de la mañana y salían a las siete de la tarde, en lugar de entrar a las cinco y salir a las ocho menos cuarto, como antes4.
Ya a primeros del siglo XX, los albañiles se organizaron en una nueva sociedad de resistencia, titulada “La Constructora”5. Muy pronto ingresó esta nueva sociedad en la Unión General de Trabajadores6 y suprimió de sus estatutos los socorros mutuos, decantándose exclusivamente por la sociedad de resistencia. Por su parte, los canteros seguían disponiendo de una fuerte organización en 1901 y en julio de ese año plantearon una huelga en demanda de aumento de jornal. Al principio pareció llegarse a un acuerdo, pero luego se hicieron atrás los patronos, a quienes se criticó mucho en la prensa socialista7. La huelga se prolongó durante veinte días y terminó con el triunfo parcial de los obreros: lograron un aumento de 25 céntimos, el pago de doble salario en las horas extraordinarias y las trabajadas en domingo, que por ambas partes se avisara la baja con seis días de anticipación y, sobre todo, “que no será ocupado ningún obrero que no pertenezca a esta Sociedad”8.
La Sociedad de Canteros, pues, tenía una vida pujante en 1901: exigía a sus aprendices que supieran leer y escribir9, organizaba mítines presididos por una bandera roja con la inscripción “El obrero unido no es vencido” para celebrar sus éxitos sindicales y consiguió la jornada de nueve horas con algunos patronos10. Ante las obras de construcción del nuevo mercado, la Sociedad de Canteros puso en alerta a sus afiliados, ya que corrían rumores de que iban a ser empleados en ellas obreros forasteros11. En cambio, la Sociedad de Albañiles, en ese mismo año, llevaba una marcha todavía vacilante: desde la prensa socialista se trataba de motivarlos presentándoles los éxitos de los Canteros como consecuencia de su asociación12, en tanto que la Sociedad se dirigía al Ayuntamiento llamándole la atención sobre la ruinosa situación de algunas calles y edificios y pidiendo la construcción de escuelas. La jornada era todavía muy larga y los llamamientos a conseguir reducirla hasta las ocho horas eran pura utopía aún13.
En 1902 la Sociedad de Canteros –que contaba con unos setenta socios14– consiguió en febrero la jornada de ocho horas de trabajo y El Mundo Obrero comentaba que “van a la cabeza de todos los trabajadores que han conseguido mejoras”15. Según Altamira, ganaban por las ocho horas de trabajo salarios que oscilaban entre las 4 y las 4’50 pesetas, doble salario los días festivos y, si salían a trabajar a más de seis kilómetros de la ciudad, tenían el viaje pagado y cobraban un plus. En el mes de mayo de 1902, la sociedad, para estrenar su bandera, organizó un té con poesías, adhesiones de otras sociedades obreras, coro de niños de una escuela laica que entonaron himnos al saber y a la libertad, etc16. Tal vez por este florecimiento de la sociedad, los patronos comenzaron a poner obstáculos a su desarrollo: la Sociedad de Canteros hubo de declarar la huelga a dos patronos que se habían significado por su enemistad con la organización obreras y habían logrado que algunos de sus trabajadores la abandonasen17. La huelga se prolongó, extendiéndose a otros patronos que no aceptaron el boicot impuesto por los trabajadores a quienes tratasen con Alemán y Torregrosa, los patronos antes citados; intervino el Gobernador Civil y aumentaron las bajas en la Sociedad de Canteros, a pesar de los llamamientos a la unidad y las críticas a los esquiroles en la prensa socialista18. Los patronos ofrecían a los obreros la posibilidad de ingresar en su sociedad, titulada “La Protectora” y formada por patronos y obreros, es decir, desprovista de todo carácter de resistencia19. En octubre, mientras se celebraba en un mitin el segundo aniversario de la creación de la Sociedad, la desunión reinaba entre los obreros y los patronos iban consiguiendo sus propósitos20.
Según El Mundo Obrero, lo que sucedía con la que hasta ese momento había sido la sociedad obrera pionera en el mejoramiento de las condiciones laborales era algo inconcebible: “Mañana, cuando el látigo de vuestros explotadores le sintáis a vuestras espaldas porque entienden los patronos que ya habéis dejado bien senada su causa con vuestros servicios, también notaréis el especio con que vuestros antiguos compañeros deben recompensar tan baja acción”21. Pese a los esfuerzos de los socialistas –que llegaron a atribuir lo sucedido a la infiltración en la Sociedad de Canteros de algunos ácratas, cuando lo más probable es que la propia práctica reformista de la sociedad les llevase a perder todo contenido de clase22– “La Protectora” desplazó a la sociedad obrera de Canteros23 y en 1904 se llegó a declarar la huelga de esta sociedad mixta de patronos y obreros contra un patrono que se resistía a entrar en ella: “Nos tapamos el rostro de vergüenza”, comentaba El Mundo Obrero24. Así pues, la Sociedad Obrera de Canteros desapareció, aunque reaparecería posteriormente como Sociedad de Canteros y Marmolistas, como veremos.
Los albañiles, que antes de 1890 trabajaban en Alicante de cinco de la mañana a ocho de la tarde, y a fines de 1901 lo hacían de seis de la mañana a seis de la tarde, siempre con descansos para almorzar y comer, consiguieron la jornada de nueve horas, repartidas de la siguiente forma: de seis a ocho de la mañana, de nueve a doce y de dos a seis de la tarde25. “La Constructora” contaba con unos 800 asociados26 y sus jornales dependía de las diversas categorías: los oficiales primeros ganaban 4 pesetas, los segundos 2’50, los peones 2 pesetas27. Antes de la Ley de Descanso Dominical, tomaron el acuerdo de no trabajar los domingos y, en caso de urgencia, hacerlo con salario doble, una tercera parte del cual quedaría a beneficio de la Sociedad Obrera28.
Esta Sociedad de Albañiles estaba muy influida por los socialistas alicantinos y en sus mítines era normal la intervención de dirigentes socialistas como Rafael Sierra, Pujalte o Verdes Montenegro, que en 1902 les recordaba que “las sociedades de resistencia hacen actos políticos, como son la petición a las Cortes contra el proyecto de Ley de Huelgas” 29.; celebraban con regularidad del primero de Mayo, no acudían al trabajo; participaban en las elecciones para las Juntas de Reformas Sociales30, mostraban una gran preocupación por la cultura de sus afiliados, pues crearon una Biblioteca, organizaron clases de instrucción primaria, dibujo y otras materias31; se dirigían con frecuencia al Ayuntamiento para solicitar el derribo de edificios ruinosos, sin apenas obtener resultados32; estaban atentos a la vigilancia de las condiciones de trabajo y seguridad de sus afiliados33, etc. Se trataba de una táctica moderada, que pareció dar sus frutos en estos primeros años del siglo, en los que los albañiles alicantinos fortalecieron su sociedad y lograron extenderla a los pueblos cercanos de la comarca de l’Alacantí, que proporcionaban numerosa mano de obra a la construcción en la ciudad; para ello, organizaron mítines en Sant Joan34, Mutxamel35 y Villafranqueza36, consiguiendo establecer en alguna de estas localidades sucursales de la Sociedad Obrera.
En 1904 se celebró en Alicante el II Congreso de la Federación Nacional de Albañiles, que tomó el acuerdo de ingresar en la Unión General de Trabajadores37. A finales de ese año se produjo un conflicto en el sector de la Construcción en la ciudad: la sociedad de Albañiles solicitó un aumento de salario a partir del día 1 de noviembre, a lo que se opuso la Liga de Propietarios38. La huelga estalló a primeros de noviembre y los obreros pidieron el aumento de salario y “modificaciones en el modo de dar ocupación a los del oficio”39. Algunos patronos cedieron pronto40, en tanto que la Liga de Propietarios sacaba a la luz pública una hoja en que se “quejan de la poca jornada de los albañiles y animan a los maestros a formar una asociación contra la de los obreros”41. Por su parte, éstos organizaron un mitin en el que, apoyados por otras sociedades obreras, justificaron sus peticiones en función de la subida de las subsistencias y del alquiler de las viviendas42. Al final se solucionó la huelga tras una intervención del Gobierno Civil: los obreros obtuvieron un real de aumento en las obras por contrata en curso de ejecución y “en lo sucesivo, los dos reales de aumento que solicitaban”43.
Pero la situación no mejoró y pronto volvieron los incidentes, al constituir los patronos una sociedad mixta, a imitación de lo que había sucedido entre los Canteros. A primeros de 1905, los albañiles volvieron a parar “por no haber cumplido los patronos las bases concertadas a raíz de la huelga anterior”44. La Diputación Provincial acordó no emplear en sus obras a ningún trabajador afiliado a “La Constructora”, apoyando así la reacción de los patronos contra el sindicato obrero45. La resistencia de los obreros en paro, más de mil, a la maniobra patronal se fue debilitando y no obtuvo eco un llamamiento a la huelga general para el día 3 de enero de 190546: por el contrario, el Gobernador Civil intervino y consiguió que se fusionasen en una sola las dos sociedades existentes, la de los obreros, “La Constructora” y la de los patronos, “La Unión” –que también admitía a obreros en su seno-, a cambio de respetar la tarifa de jornales entonces vigente47.
Tanto los Canteros como los Albañiles fueron, pues, absorbidos en unas sociedades mixtas con los maestros y patronos, y su acción reivindicativa disminuyó hasta casi desaparecer. Con todo, a finales de la primera década del siglo XX se produjo un cierta resurgimiento y en abril de 1910 el secretario de “La Constructora” –que había vuelto a organizarse de manera independiente de los maestros de obras- recordó a los asociados, a través de la prensa, que la jornada laboral de verano vigente era de nueve horas48. “La Constructora” hacía llamamientos a la reincorporación a la sociedad dirigidos a compañeros que hubiesen causado baja por falta de pago de sus cuotas49. En los conflictos que enfrentan, en los años previos a la guerra europea, a socialistas y anarcosindicalistas en Alicante – en torno, sobre todo, a la construcción de la Casa del Pueblo y la presencia en ella de la Agrupación Socialista- los Albañiles parecen más cercanos a las posiciones defendidas por los primeros, en tanto que la Sociedad de Canteros y Marmolistas, también independizada de nuevo de los patronos, seguía más bien la táctica de la recién creada, e inmediatamente ilegalizada, CNT50.
En cuanto a los conflictos en el oficio, apenas tenemos escuetas noticias de una huelga de los obreros que construían el nuevo Club de Regatas, en 191051; la paralización de las obras que se llevaban a cabo en el Ensanche de Alicante, en abril de 1912, debida a problemas burocráticos del municipio52 y una huelga de los canteros empleados en las obras del Paseo de Gómiz, entre 1912 y 1913 y que terminó con una negociación53.
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NOTAS:
1El Grito del Pueblo, 9-XI-1890.
2Para El Alicantino, 9-III-1892, estos arbitrios constituían “procedimientos atentatorios contra la verdadera libertad”.
3Vicente Ramos, Historia de la provincia de Alicante y de su capital. II, pág. 113. Sin embargo, según La Monarquía, 25-V-1892, en el centro Obrero se habían reunido los albañiles “con el objeto de conmemorar la proclamación de la jornada de nueve horas de trabajo”.
4El Mundo Obrero, 2-VI-1901.
5Según el censo de sociedades que publicó el Boletín Oficial de la Provincia el 29-I-1912, se creó una Sociedad de resistencia de Albañiles el 22-I-1901, que pasó a ser sociedad de albañiles “de Alicante y su contorno” el 6-XI-1904 y que aparece ya con el nombre de “La Constructora” el 28-VIII-1905. Según el censo electoral de 1920, “La Constructora” se habría creado el 30-I-1901.
6El Mundo Obrero, 25 y 30-VI-1901.
7“Informalidad patronal”, en El Mundo Obrero, 28-VII-1901: “Esos patronos asociados, esos vampiros del sudor ajeno, si persisten en no cumplir el compromiso que formalmente adquirieron con la Sociedad de Canteros, se convencerán bien pronto de lo equivocados que andan en sus esperanzas de triunfo”. Véase también una “Nota de réplica” de los patronos, en El Mundo Obrero, 18-VIII-1901.
8Al principio, lo obreros pedían un aumento de 1 peseta en el jornal. La huelga terminó el 6 de agosto (El Mundo Obrero, 21-VII y 11-VIII-1901).
9El Mundo Obrero, 9-VI-1901.
10El Mundo Obrero, 3-XI, 8 y 15-XII-1901.
11“Aviso a los Canteros”, en El Mundo Obrero, 17-XI-1901.
12“Para los albañiles de Alicante”, en El Mundo Obrero, 11-VIII-1901. Véase también el mismo semanario, 1-IX –donde se alude a la circulación de una hoja de los albañiles titulada “¡Viva la unión de todos los trabajadores!”-, 1 y 8-XII-1901.
13El Mundo Obrero, 11-VIII, 22-IX y 20-X-1901.
14Rafael Altamira, Derecho consuetudiario y economía popular en la provincia de Alicante, págs, 66-67.
15El Mundo Obrero, 9 y 16-II-1902.
16El Mundo Obrero, 11-V-1902.
17El Mundo Obrero, 11 y 18-V-1902.
18El Mundo Obrero, 25-,V 15-VI, 27-VII y 3 y 10-VIII-1902. La enorme duración de esta huelga sería otra de las causas de la desaparición de la sociedad obrera.
19El Mundo Obrero, 21-IX-1902. El 12-X, “Un cantero” niega que en “La Protectora” pueda haber fraternidad entre patronos y obreros.
20El Mundo Obrero, 20-X-1902, y La Federación, 28-X-1902.
21“Inconcebible”, en El Mundo Obrero, 14-IX-1902.
22El Mundo Obrero, 14-VI-1902.
23Según El Correo, 22-V-1904, se había presentado al Gobierno Civil el reglamento de la sociedad “La Protectora”, de Canteros y Similares.
24El Mundo Obrero, 26-VI-1904.
25El Mundo Obrero, 19-I y 6-IV-1902, 22-III-1903.
26Rafael Altamira, obra citada. Los pavimentadores constituían una sociedad propia, “La Asoladora”, con sólo 18 afiliados, que trabajaban a destajo, unas nueve horas.
27Rafael Altamira, obra citada, pág. 53
28Ibidem; El Mundo Obrero, 25-I-1903
29La Sociedad de Albañiles estuvo representada en el Congreso de UGT de 1902 (El Mundo Obrero, 25-V-1902) y en sus reuniones y mítines se producían frecuentemente ataques a la huelga general propugnada por los anarquistas (El Mundo Obrero, 28-IX-1902 y 11-I-1903).
30El Mundo Obrero, 16-XI-1902.
31Rafael Altamira, obra citada; El Mundo Obrero, 20 y 27-VII, 17-VIII-1902, y 8-III-1903.
32“Como siempre”, el Ayuntamiento no había hecho caso de la denuncia (El Mundo Obrero, 14-IX, 5 y 19-X-1902, 8-V y 19-VI-1904).
33El Mundo Obrero, 23 y 30-XI-1903, con alusiones a la seguridad de los andamios, regulada por una ley fruto “de la presión de los obreros”.
34El Mundo Obrero, 6-IV-1902.
35El Mundo Obrero, 11-V-1902. En ese mitin trataron también de propagar la idea socialista entre los agricultores.
36Mitin en Villafranqueza de los albañiles “siguiendo con el propósito de organizar a los trabajadores del mismo oficio en los pueblos cercanos a la capital” (El Mundo Obrero, 18-V, 15 yb 22-VI-1902).
37El Mundo Obrero, 29-V-1904.
38La Federación, 29-X-1904, aconsejaba a los propietarios pagar sus impuestos y protestar menos: “No es justo que aquí se den aires de grandes señores los que viven explotando al pobre pueblo”.
39Las complicadas bases del trabajo para oficiales encargados, oficiales, ayudantes, amasadores o aspirantes, en La Opinión, 3-XI-1904.
40La Correspondencia de Alicante, 2 y 4-XI-1904, El Mundo Obrero y La Federación, 5-XI-1904. El semanario republicano comentaba que “justo es que el que trabaja pueda comer y vivir con holgura”.
41El Mundo Obrero, 12-XI-1904.
42La Federación, 12-XI-1904, que advertía: “Ahí está el peligro del obrero… porque nada adelantará éste con que el propietario le suba el jornal, si luego él se lo ha de arrancar de las manos subiéndole el precio del alquiler”. Véase también La Correspondencia de Alicante y El Noticiero, 9-XI-1904, y El Correo, 10-XI.1904.
43El Mundo Obrero, 19-XI-1904, El Graduador, 15-XI-1904, y La Correspondencia de Alicante, 14-XI-1904.
44La Voz de Alicante, 7-I-1905.
45La Opinión, 9-I-1905. El Mundo Obrero advertía en noviembre de 1904 que habría conflictos, porque los patronos se negaban a despedir a los esquiroles.
46La Voz de Alicante, 16-I-1905, La Correspondencia de Alicante, 18 y 19-I-1905, El Correo, 14-I-1905, y El Graduador, 13 y 23-I-1905. Este llamamiento, pese a fracasar, indica un cierto influjo anarquista y el comienzo del declive de la UGT en este oficio.
47La Opinión, 23-I-1905, La Correspondencia de Alicante, 24 y 25-I-1905, La Voz de Alicante, 16, 19 y 21-I-1905, y El Noticiero, 24-I-1905.
48Heraldo de Alicante, 1-IV-1910.
49Periódico para Todos, 23-XII-1911.
50En junio de 1913, la Sociedad de Albañiles acordó aportar toda su recaudación semanal para las obras de la Casa del Pueblo (La Unión Democrática, 17-VI-1913).
51Heraldo de Alicante, 6-IV-1910.
52El Ayuntamiento decidió para las obras que se hicieran en la ciudad sin previa aprobación de los planos (Diario de Alicante, 9-IV-1912, y La Voz de Alicante, 10-IV-1912).
53El Batallador, 24 y 27-XII-1912, La Unión Democrática, 1-I-1913, y Diario de Alicante, 7-I-1913.
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