La sociedad obrera o círculo de recreo La Unión había sido inaugurada en febrero de 1886, y se ubicaba en el nº 1 de la calle San Francisco; pero la vida de este centro obrero calificado como de instrucción y recreo llegaría más allá del 11 de junio de ese mismo año, cuando sería clausurado a raíz de un enfrentamiento entre la policía que había irrumpido en el local y algunos de los que allí se encontraban aquella noche, dejando como resultado dos muertos e incontables heridos, y la condena a perpetuidad del obrero Antonio Sánchez Pérez, apodado El Morrut.
Pero situémonos con algunos datos sobre aquel emblemático local de la calle San Francisco, que de paso nos esboza como era aquella portuaria capital de provincias que era Alicante allá por 1886.
Resulta apropiado comenzar recordando que lo que hoy conocemos como calle de San Francisco, lugar de estos y otros hechos de contenido político, esconde cierto significado social que cuanto menos, marcó la historia de la ciudad a lo largo del siglo XIX y buena parte del XX.
“..También en la calle de San Francisco, funcionaba no hace mucho tiempo un grupo familiar de los de tócame Roque, que fue disuelto por obra y gracia del juez de instrucción..”1.
Y es que la historia de este inmueble, y del barrio en que se sitúa, marcado por el derribo de las murallas a mediados del XIX y por tanto, muy ligada a la ciudad y a la tradición liberal-republicana del siglo, fue determinante para que organizaciones enfocadas a la disidencia política escogieran aquel mismo edificio para instalar sucesivamente el Círculo de Artesanos [1863-1866] o el Círculo Republicano [1868-1874]; y para que aparecieran luego, en periodos menos favorables para la libertad de expresión, otro tipo de organismos en principio de cariz cultural como el Nuevo Recreo Alicantino [1882-1886], al que siguió el que hemos analizado en este artículo, el Círculo La Unión, para cambiar luego de nombre, y pasar a llamarse casino La Alianza.
“..se desarrolló en el zaguán del Círculo de Artesanos situado frente al Teatro Principal de esta ciudad, una escena muy parecida a aquella célebre del Morrut, que dejó triste recuerdo en la población. ¿Podrá decirnos el Presidente de aquel círculo porqué se daban tanta prisa a lavar el piso de la entrada de aquel establecimiento, antes de que a él fuera la policía? El héroe fue curado en la casa de socorro…”2.
Si bien esta calle y la zona circundante, arrabal de san Francisco, estuvo ligada al convento del mismo nombre, su ubicación portuaria, segregada del centro administrativo-militar que era la Alicante amurallada de la primera mitad del XIX, le conferían un carácter popular, marinero y abierto que siempre dificultó su domesticación urbanística, e incluso hoy, sigue actuando como testigo mudo de la redefinición permanente del modelo de ciudad que hacen sus moradores3.
A modo de ilustración, o más bien de viñeta en blanco y negro, cabría recordar que en lo que se conocía como el Arrabal de san Francisco, y más concretamente en la riera que atravesaba lo que hoy es avenida del doctor Gadea y que entonces era conocido como el Riuhet -más o menos a la altura de donde hoy aun se encuentra el monumento franquista a los caídos de la guerra civil-, fue también donde se fusiló a aquella partida de 29 liberales desembarcados en la costa alicantina en febrero de 1826; y debida a éste y otros sucesos luctuosos, este espacio urbano del Alicante más intransigente, fue y sigue siendo el elegido para acoger las concentraciones de protesta más multitudinarias, aunque ya no san tan sonadas la que tuvo lugar en la no tan lejana noche de 1854, cuando estalla el pronunciamiento progresista en Alicante al son del himno de Riego.
“..La calle de san Francisco será histórica en Alicante como el arrabal de San Antonio en el París de las revoluciones..”4.
Por lo que se refiere a la que siempre fue la calle principal del barrio, su nombre original de san Francisco sufrió algunos cambios en periodos convulsos de nuestra historia colectiva más reciente, que nos sirven hoy para hacer un rapido recorrido desde el viejo, al nuevo Alicante.
Así se llamó la calle hasta que al lugar llegara de visita política Sagasta, en el contexto pre-bélico del agitado otoño de 1896, momento en que se le puso su nombre a la calle por aclamación popular.
Esta denominación continuaría vigente hasta los años de la dictadura de Primo de Rivera en que recuperó su nombre anterior pero, con la proclamación de la República, las celebraciones callejeras acabaron con parte de la placa – la que ponía san Francisco- y, aunque mantuvo el nombre con carácter oficial, siguió utilizándose también el de Sagasta, con no poca confusión de los vecinos.
Esto ocurriría hasta diciembre de 1937, cuando en el marco del agotamiento revolucionario y la imposición del imperativo bélico, con la muerte de Ángel Pestaña se rotula la calle con su nombre durante unos meses hasta que, tomada la ciudad por los fascistas, vuelven a otorgarle el nombre de san Francisco, que es el que permanece hoy día.
Volviendo a aquel lejano año de 1886, sabemos que el nuevo centro obrero fue inaugurado bajo la presidencia de Manuel Dols Aignes, y en su parte inferior disponía de un café regentado por el alcoyano Ramón Moscardó Soler, hostelero alcoyano con buen ojo artístico que desde principios de la década de los 80 estaba en Alicante, hasta que pasada la epidemia de cólera, iniciaba con el establecimiento del Círculo La Unión, la introducción en Alicante de los llamados cafés de Camareras, es decir servidos por mujeres, y dónde se programaban pequeñas representaciones de zarzuela o cante flamenco, actuando dos veces por semana un sexteto a cargo del maestro Poveda, profesor de la escuela municipal de música5.
En su planta superior, contaban con unos amplios salones que acogían ciertas actividades recreativo-instructivas, que aunque difíciles de concretar, consistían básicamente en bailes, mascaradas y piñatas, y muy probablemente la práctica de juegos más o menos legales y las reuniones societarias más o menos clandestinas6.
Este centro obrero, el único de la ciudad de este signo, puede ser un buen ejemplo de la simbiosis societaria que se generó a lo largo de aquella década, así como de la atmósfera insurgente que emergía en Alicante a mediados de 1886, una de las ciudades más dinámicas del estado.
Por ejemplo, se sabe que aquel espacio había estado ocupado hasta hacía poco por la sociedad Nuevo Recreo Alicantino, que nacida en 1879 con el nombre de Recreo Alicantino, fue refundada en 1884 para adquirir una clara vocación obrerista a partir de entonces7.
Se sabe que fue en ese mismo año de 1884, cuando esta sociedad recreativo-instructiva sufre una reorientación hacia planteamientos más secularizadores y populares, al ser elegidos vocales de su junta de gobierno los tipógrafos socialistas Rafael Carratalá y Jose Mª Santelices, o el batallador republicano Juan Carrasco.
Todo ello, justo en el momento en que desde la alcaldía se dictaban algunas disposiciones municipales para controlar la naturaleza de las actividades que se desenvolvían en ese y en otros círculos de la ciudad de Alicante8.
Este dato nos remite a la situación de semi-clandestinidad que atravesaron los centros obreros hasta que fue decretada cierta libertad de asociación obrera en 1887 y que por supuesto excluía a los grupos anarquistas, con lo cual su actividad societaria obligaba a desarrollarse a la sombra de otras sociedades denominadas como …de recreo, y evitar así que se las persiguiera como organizaciones peligrosas9.
Esta situación de alegalidad y representación indirecta a través de organizaciones benéficas o recreativas no pasaba desapercibidas para las autoridades locales, que entre otras medidas establecían en 1884 la orden expresa que en dichos centros de recreo desapareciera el timbre con que el portero solía anunciar la llegada de los socios.., o de la autoridad10.
No es extraño encontrar noticias en la prensa de la época que cuentan como se realizaban frecuentes redadas societarias, en el que se menciona la presencia de aguadores que daban la voz de alarma a la llegada de la policía, y nos presenta la imagen de unos locales entre tinieblas por la parca iluminación a base de candiles de aceite, una oscuridad de pasillos y estancias que dificultaba la identificación y facilitaba escurrir el bulto a través de alguna de las puertas secretas hacia la calle, a alguna otra casa o almacén contiguo; y en este caso, tal y como se aprecia en el callejero de entonces, su situación frente a la posada de La Balseta, mediando entre ellas una calle muy estrecha, y el tener una de sus entradas, la del Café, por la calle Calatrava, siempre tan concurrida, facilitaba la huida11.
En este contexto, podemos entender la actitud manifestada en las sesiones públicas celebradas en Alcoy con motivo del interrogatorio público y totalmente legal del Instituto de Reformas Sociales, cuando al tratar la cuestión 1ª -Gremios-, ningún obrero quiso hablar; y afortunadamente para ellos, pues esta información se utilizaba en tiempo de conflicto para controlar y suspender actividades societarias12.
Y es que se notaba una cierta tensión en el ambiente de la ciudad en aquella primavera de 1886, al menos si tenemos en cuenta el clima de la prensa republicana local, y de la prensa en general pues en aquella primera mitad de 1886 asistimos a una auténtica eclosión editorial en la capital y en otros puntos de la provincia13.
Detengámonos un momento en el año de 1886, y demos un vistazo a las noticias que trataba la prensa de entonces.
Por ejemplo, tras las epidemias de cólera de la primavera y el verano de 1885, la cual diezmó la población de la provincia, pero sobre todo con la muerte del rey Alfonso XII a finales de noviembre, y con una viuda real preñada de un sucesor no confirmado hasta el mes de mayo siguiente, se abre una época de vacío e indefinición institucional y de un considerable entusiasmo político-societario14.
Además, justo en los días del final de la primavera llegaban casi en tiempo real, noticias de los trágicos acontecimientos de Haymarket Square de Chicago, de los que la prensa de la capital se hace eco de forma reiterada.
“En Chicago, continúan las manifestaciones incendiarias, sin que las considerables fuerzas de policía de que el gobierno pueda disponer sean bastantes para dominar el movimiento socialista que cunde y se propaga con la rapidez del rayo. Se adoptan enérgicas medidas represivas”15
Entre tanto, periódicos como El Porvenir pasan a editarse a diario, en correlación con el auge federalista y cierta decantación ideológica para buscar el soporte obrero y consolidarse como propuesta revolucionaria; y en la prensa aparecen sucesivas noticias sobre supuestos reediciones de complots republicanos de alcance nacional o sobre el proceso de desestructuración intestina que vivía el republicanismo, aun no repuesto del fracaso de la I República en 1873.
“..El Liberal lo sabe todo. Hasta sabe que somos revolucionarios. Pudiera decirle que se equivoca, pero no queremos que diga lo que quiera tan monárquico compañero. De cualquier manera, de hoy más el espíritu revolucionario ha de penetrar en todo, y ni lo inviolable, ha de librarse de la tentativa al menos”16
La Unión democrática, periódico republicano zorrillista, también sustenta esta línea de agitación de carácter obrerista en sintonía con El Porvenir, federalistas; dando cuenta de movimientos revolucionarios socialistas que en aquellos mismos días de mayo de 1886 se extienden por Bélgica o Inglaterra, o del procesamiento de un redactor del periódico librepensador de Elche La Libertad, relacionado con el grupo Fraternidad, por escarnios a la religión, católica se entiende17.
Llegado el final de este recorrido societario a lo largo de la primera mitad de 1886, nos hacemos una idea de los escasos márgenes de libertad con que funcionaban este tipo de sociedades cooperativas, desarrollando actividades que superaban la instrucción y recreo como declaraban, por imperativo legal, en sus estatutos; viéndose sometidas al acoso policial-judicial con bastante frecuencia.
Hasta aquí esta pequeña historia en primera persona que nos habla de un edificio emblemático, hoy totalmente transformado, íntimamente vinculado a la historia societaria local, por acoger sucesivamente a organizaciones significativas, referencia urbana para las disidencias sociales emergentes y eje de sociabilidad obrera de la ciudad de Alicante a lo largo de las generaciones.
En este apartado nos hemos adentrado en la atmósfera de semiclandestinidad societaria que envolvía cualquier actividad organizada en los centros obreros de la ciudad, sacando del olvido aquellos hechos que todos quisieron olvidar pese a su gravedad.
En el siguiente, aportaremos los datos conocidos sobre aquel curioso personaje, cercano al perfil emergente de obrero antiautoritario.
NOTAS:
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1El Alicantino 02-08-1892. Cerca de este simbólico inmueble se encontraba otro muy significativo, ligado de manera clara a la tradición republicana y librepensadora. En concreto el del nº 3 de la cercana calle de Cadiz, que simultaneamente acogía el local de la sociedad cooperativa Instrucción y Trabajo, desde enero de 1886, el cual pasó poco después a ser Academia de Música, y luego Escuela Municipal hasta 1898. Fue en este momento cuando, tras ser alquilada un tiempo por una sociedad cultural -cerrada tras una redada contra el juego en mayo de 1899-, pasó a manos de la sociedad espiritista La Caridad, que allí inauguró un colegio laico de niños en el otoño de ese mismo año, con la presencia de Belén Sarraga apoyando el proyecto. Este colegio pasaría meses después a ser dirigido por el anarquista aragonés Constancio Romeo y, tras ser abandonado por éste, ocupado después por la sociedad de Gabarreros del Puerto, La Paz, constituida en 1905.
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2El Nuevo Alicantino 02-06-1896. En alguna de las casas de esta calle se ocultó durante un tiempo el revolucionario federal de Ibi, Froilán Carvajal Rueda, escribiendo artículos que remitía al diario local La Revolución con el seudónimo de Placido Bernardo, en los meses previos a la proclamación de la revolución de septiembre, en las que fue uno de los protagonistas con su famosa camisa roja, se dice que enviada por el mismo Garibaldi desde Italia.
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3Si echamos una ojeada, a través de la prensa local de mediados de la década de los ochenta del siglo XIX, al tipo de establecimientos que colmaban esta calle, veríamos que había farmacias homeópatas, prósperas y lustrosas funerarias, almacenes de todo tipo que surtían al puerto, varias casas de huéspedes, bufetes profesionales, academias de idiomas, imprentas y la sede de algún periódico local.
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4El Luchador 22-07-1929. Como también recuerda el poeta alicantino Salvador Sellés, nacido en ese barrio, allí nacieron algunos dramaturgos tan destacados como Ramón de la Cruz o Carlos Arniches, y vivió de niño Carlos Esplá. Indicador de como el lugar fue un punto de sociabilidad popular, en aquella misma plaza denominada entonces de La Libertad, era frecuente observar a las mujeres del barrio ejercitando las danzas del país. Calle de La Pelota, que hoy correspondería a…, fue el lugar escogido para desarrollar este juego al menos desde el siglo XVII, y en aquellos años aun muy popular. El Luchador 10-06-1930
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5Moscardó venía de regentar con éxito el popular café de las Delicias de Alcoy, en el que estuvo hasta noviembre de 1879. Durante la epidemia de cólera del verano de 1885 en Alicante, se le llegó a dar por muerto en su pueblo. Manuel Dols Aignes, era un eminente republicano posibilista, que entre los años 40 y 60 estuvo al frente de diferentes embarcaciones de carga y pasajeros que hacían la ruta Alicante-Palma-Barcelona.., con lo que suponemos enriquecido con estos negocios, y que además fue herido en enero de 1860 en la guerra marroquí.
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6La Unión Democrática 07-02-1886.
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7A su vez, este espacio situado frente a la posada de La Balseta tenía una significación especial, ya que algunos años antes, 1864-1866, había albergado la sede del Circulo de Artesanos, organismo que pese a declarar una finalidad instructivo-cultural y contar con varios salones de billar, un gabinete de lectura, una biblioteca-hemeroteca, espacios destinados a impartir clases gratuitas a artesanos y obreros, o fomentar actos de sociabilidad secularizada como los bailes de máscaras en Carnaval; fue en verdad un círculo de discusión, organización y conspiración ligado al Partido Demócrata, dónde consta algún contacto con el emergente internacionalismo obrero, y que fue clausurado el 22 de junio de 1866. Puede que siguiera funcionando hasta 1868. LLORET: Los Orígenes del Republicanismo en Alicante: El Partido Democrático 1864-1868. Universitat d’Alacant. El Graduador 04-02-1879.
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8Otro ejemplo es el propio Manuel Dols, que era, a su vez, miembro del Círculo Veloz-Club, sociedad artístico y recreativa alicantina creada en aquellos mismos meses, ubicada en el nº 23 de la calle Virgen de Belén e integrada por jóvenes burgueses progresistas, constituida no sin atravesar serias dificultades que retrasaron su legalización desde el primer anuncio del mes de abril, tanto por disensiones entre sus miembros, como por los recelos de la autoridad competente. El 1 de junio se disolvía bruscamente la sociedad, según la prensa, por disensiones entre los socios, pero el día 8, se anuncia que el proyecto continúa adelante y solicitan autorización gubernativa. Pasados algunos meses desde los sucesos de la madrugada del día 11 de junio en el Círculo La Unión, y que conllevaron también la suspensión de las actividades en el Veloz-Club hasta enero, Manuel Dols presentaría su dimisión como presidente del Veloz-Club, mayo de 1887, y al parecer abandona también Alicante, ya que en los años del cambio de siglo aparece como agente de aduanas en Valencia. El Eco de la Provincia 19-02 y 08-03-1884; El Liberal 25-05-1887.
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9La ley de 15 de junio de 1880, obligaba a poner en conocimiento previo de la autoridad local o gobernador civil, las reuniones públicas de más de 20 personas que no fuera en el domicilio habitual de los organizadores; y las reuniones públicas en calles y plazas necesitaban permiso de la autoridad. En 1886 y bajo el gobierno liberal de Sagasta, se presentó un proyecto de ley que, tras un intenso debate parlamentario, se convertiría en la primera ley general sobre asociaciones el día 30 de junio de 1887; que aunque permisiva en los fines se continuaba fijando en los métodos y mantenía un rígido control administrativo; como sucedió en Jijona, cuando el Alcalde clausura el local de la sociedad La Unión Armónica , “..por disensiones entre los socios”, El Serpis 30-07-1886.
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10El Eco de la Provincia 08-03-1884.
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11La Unión Democrática 10-01-1886.
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12El Serpis 12 y 13-11-1884.
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13Se puede hablar de auténtica epidemia periodística en Alicante: El Dimoni Coixo, Buenas Noches, El Campaner, La Mañana, Figuras y Figurones…
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14Por ejemplo es evidente cierta sensación de unidad entre las distintas facciones republicanas, que concurrieron juntas a las elecciones del principios de abril de 1886, y que tras el anunciado fracaso electoral continuaron realizando frecuentes y acaloradas reuniones sobre metodología política aplicada. GUTIERREZ: El Republicanismo en Alicante durante la Restauración [1875-1895]. Ayto. Alicante, 1989, pp. 73-83.
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15La Unión Democrática 05-05-1886. Casualidades líricas de la historia del asociacionismo obrero, la opera con que una compañía italiana inauguraba la temporada de primavera en el Teatro Principal de Alicante, era el Semiramis del maestro Rossini. La Unión Democrática 02, 06 y 12-05-1886.
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16La Unión Democrática 27-05-1886. A lo largo de la década de los ochenta salieron de prisión la mayor parte de los encausados por las intentonas revolucionarias del final de la I República. La Unión Democrática 06, 08 y 09-06-1886.
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17El terreno parecía bastante bien abonado para generar brotes milenaristas o articular planteamientos radicalizados. La Unión Democrática 22, 29-05, 03 y 11-06-1886.