eriodicamente, emergen del sumidero de la historia efluvios insalubres y nocivos que provocan alucinaciones en forma de imágenes de iglesias en llamas y bailes con momias. Sin embargo, al menos en el caso de Alicante, el anticlericalismo solo fue una ficción histórica, un subproducto proveniente de la alcantarilla de los mitos españoles, ..mucho españoles
Fue Jacinto Benavente quien afirmó que el anticlericalismo, es decir, la violencia estructurada y colectiva contra la iglesia, no era más que una mitificación histórica fomentada desde algunos sectores de la izquierda y amplificada por la reacción ultraconservadora.
Como comprobaremos en este apartado, se trataría en el fondo de una mentira social que empezó a construirse a partir de una serie de comportamientos definidos como caóticos y sin sentido histórico aparente, surgidos en las últimas décadas del siglo XIX y supuestamente caracterizados por el enfrentamiento directo con la autoridad católica. El clímax se alcanzaría al final de la primera década del siglo XX, …durante la Semana Trágica.
Cabe empezar diciendo que este periodo de nuestra historia, clave en el desarrollo del movimiento obrero, ha sido especialmente estigmatizado por la historiografía convencional, encargada de remarcar el tono anticlerical del asociacionismo de base obrera, por encima de otras evidencias que no se han considerado sufucientemente en el análisis del fenómeno.
“Es necesario dejar claro que el anticlericalismo y las campañas anticlericales fueron una constante a nivel nacional de la acción política republicana entre 1898 y 1913. Como elemento definitorio de la ideología republicana en concreto, y de la izquierda española en general… […] aunque aquella movilización llegara a escapar peligrosamente a su control”1
Lo que hoy se llaman manifestaciones de anticlericalismo, a las que se les atribuye incluso patente de corso ibérico, no son más que las manifestaciones tardías del movimiento librepensador, ya en su última fase en la primera década del siglo XX. Unas veces como bandera enarbolada en términos de coste-beneficio político como hizo de forma clara Alejandro Lerroux y sus jóvenes bárbaros, y otras como tabla de salvación del republicanismo en decadencia, que buscaba referentes radiculares en su propio pasado que justificaran una imposible unificación entre las distintas facciones en liza y dándose tiza.
Si en las últimas décadas del XIX el librepensamiento fue la vanguardia de la modernidad y una especie de rito de paso social en las conquistas civiles, llegado el siglo XX era simplemente una moda rentabilizada en términos económicos y políticos, hasta por la propia iglesia católica como veremos en el caso de Alicante.
Aquel sentir anticlerical del primer siglo XX, a pesar de la magnificación historiográfica al respecto, cuanto menos en la provincia de Alicante no fue mucho más allá de servir como argumento político aglutinador en circunstancias de transformación social acelerada, y por tanto en momentos sociales de cierta confusión. Esto es claro en el sector republicano radical, secundado por un base ideológica heterodoxa y dispersa que no siempre exigía la desacralización del poder.
Podríamos comenzar por aludir en este sentido, al debate transversal que se mantenía en las sociedades de resistencia de aquellos años, dónde frecuentemente se discutía la actitud de la línea oficial del partido socialista respecto al problema religioso, siendo tildados en no pocas ocasiones de clericales por pretender distanciarse de casi todos los anarquistas y de algunos republicanos, ya que desde el punto de vista del socialismo oficial de la época, el problema religioso desviaba la atención de los verdaderos problemas del proletariado…,
“Eso es hablar en socialismo. ¡Claro, como que los socialistas de Elche son bravos librepensadores!. […] Los que niegan que en España un partido revolucionario tiene que tener todos los días delante la cuestión clerical, demuestran al menos que no saben lo que se dicen, y guiado por ciegos no van los hombres sino al precipicio..”2
Ya que hablamos de Elche, debemos remarcar que los primeros socialistas ilicitanos, como Vicente Bornes, siempre fueron incansables propagandistas del librepensamiento, pero las cosas habían cambiado mucho ya en los primeros años del siglo XX.
Se ha apuntado a que esta toma de posición, en realidad obedecía a una estrategia política sin más, puesto que no tuvieron empacho en cambiarse de bando cuando las circunstancias generales así lo aconsejaban.
Así sucedía en la celebración del 1º de mayo de 1908, donde aconsejaban no oponerse al incremento de sociedades obreras de signo católico, e incluso ingresar en bloque para trabajar desde dentro, y en apenas unos meses, tras el verano rojo de 1909, adscribirse a la campaña pro-Ferrer en el marco anticlericaloide de la conjunción republicano-socialista.
Pero más allá de las estrategias políticas, parece ser que al menos entre los socialistas alicantinos, también se escondía, o no tanto, cierta propensión a la mística desde tiempo atrás; como por ejemplo en las Juventudes Socialistas de Elche, quienes editaron en 1905 unas hojas de propaganda en las que afirmaban querer …el establecimiento de un reino verdaderamente cristiano.
Es ampliamente conocido como dentro del socialismo siempre ocupó una posición relevante el humanitarismo cristiano, pero quizás esta menos difundido y reconocida la incidencia cierta del espiritismo, al menos en este sector concreto del movimiento obrero. Pocos saben que el alicantino José María Muñoz, ex-cura carlista, espiritista y acaudalado filátropo, fue uno de los patrocinadores del congreso de la Asociación Nacional de Trabajadores, celebrado finalmente en Barcelona en agosto de 1882, y que se considera uno de los hitos fundacionales de la UGT y el PSOE.
Además, en la colección personal de Pablo Iglesias, como en muchas bilbiotecas de las Casas del Pueblo socialistas, se encontraba el famoso Libro de los Espíritus, de Allan Kardec.
“En vuestras manos encomiendo mi espíritu y dejemos las cosas como están. […] Los republicanos llevando en sus frentes un letrero como el que hay grabado en la puerta del infierno. […] Los socialistas sin mediums y sin medios. Y todos… siempre pa atrás!”3
Por supuesto, se ha de añadir que no es difícil relacionar a miembros del movimiento obrero con todo tipo de sociedades teosóficas o espiritistas, sobre todo en los entornos burgueses de cadencia librepensadora, pero también entre socialistas de vertiente más reformista.
Por aportar un ejemplo poco conocido sobre la relación entre masonería y socialismo, tras la separación que se produce allá por 1891-92 entre anarquistas y socialistas del primer Centro Obrero en la calle Liorna de Alicante, sabemos que la Agrupación Socialista instala su sede en un local de la calle Alfonso El Sabio, dónde al parecer compartía espacio con masones librepensadores, que bien podría tratarse de la propia logia Constante Alona, que en 1897 abandonó su local en la misma calle al no poder frente al alquiler, y es ya en 1901 cuando se inaugura a iniciativa socialista el Centro de Sociedades Obreras de la Avenida de Zorrilla.
Poco difundida es la especial predilección que años después, manifestaban algunos dirigentes socialistas alicantinos respecto al espiritismo, sobre la que se puede citar aquella noticia sobre el entierro, salpicado de discursos durante el recorrido, del consecuente espiritista y cofundador de la Agrupación Socialista alcoyana, el zapatero Ramon Such, fallecido en 1908.
“..entre los individuos que más blasonan de ideas anticlericales y que más emancipados parecen de la iglesia, se dan casos de supersticiones ridículas, como la creencia en brujas y duendes, en el mal de ojo, en la curación de enfermedades por medio de oraciones, cosas, todas ellas, que solo demuestran la gran carencia de cultura..”4.
Incluso podemos imaginarnos una de aquellas procesiones laicas con que los socialistas del momento solían celebrar el 1º de mayo, y al frente de ella al totem del partido en Alicante, el catedrático de psicología y marxista ortodoxo Verdes Montenegro, que sin arrugarse, permitía entre los actos del 1º de mayo de 1908 y 1909 en el Centro de Sociedades Obreras de Alicante, lecturas espiritistas en homenaje a Amalia Domingo Soler; e incluso aparecen personajes destacados de la plana mayor del socialismo alicantino como el también zapatero Rafael Sierra o el propio Verdes Montenegro, participando abiertamente de los actos de la Sociedad espiritista La Caridad a partir de 1909..
“..Entre los presos, lo estaba entonces, al igual en que lo estuvo varias veces en la misma fortaleza, el que siempre fue entusiasta por la causa del pueblo, conocido en toda España por el popular y honrado Pare Sant..”5.
En este sentido, las actitudes espiritualistas sostenidas por algunos de los más destacados dirigentes socialistas en la ciudad de Alicante no se escondían ya en 1913, y adscritos a la junta directiva de la sociedad de estudios psicológicos La Caridad, aparece como presidente Miguel Pujalte, y Antonio Pallás vocal.
En verdad, la presencia de una doble militancia, masónica-espiritista, es muy frecuente entre dirigentes socialistas alicantinos; por ejemplo el zapatero Juan Sierra, que había sido iniciado en 1891 en la logia Alona 36, manteniendo al menos hasta 1905 su pertenencia activa. Otro ejemplo relevante sería Juan Sellés Peidró, pintor afiliado a La Lucha desde principios de siglo, y que fue presidente de la Agrupación Socialista entre 1904 y 1912; y a quién durante la primera década del siglo XX se le conoce una breve militancia masónica, con el simbólico Goya en la logia Legalidad y Justicia.
“…no hacemos más que cumplir un deber sagrado que esta grabado en la conciencia de todo buen obrero que inspirándose en las máximas del que subió al Calvario y sufrió la muerte en la cruz, por no reconocer otra sociedad, otra religión ni otro Dios, que no estuviera basado en lo colectivo y lo común..”6.
Y es que debemos entender que todo aquello se enmarcaba en un contexto sumamente heterodoxo, por ejemplo, dónde la semántica revolucionaria del momento lejos de plantear la desacralización del poder, estaba muchas veces impregnada de connotaciones milenaristas alrededor de la figura de Jesús; apropiándose de expresiones religiosas como …los Mandamientos del Obrero, El Evangelio Socialista, La Pascua Obrera para referirse a las conmemoraciones del 1º de mayo. Y frente al pecado de la abstención electoral, tan extendido entre los obreros españoles, se encuentran incluso plegarias lanzadas desde la prensa invocando al santo pensamiento ante unas elecciones.
La perspectiva temporal nos ofrece cierta enseñanzas irónicas. Ya que quienes desde dentro afirmaban contraproducente reforzar ese debate por aquellos años, o simplemente los que como veremos a continuación, lo combatían abiertamente desde fuera, son los que a la postre salieron más beneficiados y la historia ha escrito su versión de los hechos.
La mitificación del anticlericalismo ayudó a difuminar el trasfondo de la batalla ideológica abierta en varios frentes, también en la provincia de Alicante, estigmatizando todo tipo de propuestas que plantearan la necesidad de renovación social, ya fuera en términos regeneracionistas o emancipatorios. Por supuesto, también resulta ideal para correr un tupido velo sobre los verdaderos objetivos de los sectores conservadores, coordinando firmemente la defensa de sus privilegios en un momento de recuperación de su influencia en las estructuras de decisión del estado, y por tanto muy interesados en justificar la necesidad de control social.
Hablamos de una estrategia preventiva de defensa social, cual frente convencionalista, contrarrevolucionario, aglutinaba en torno al miedo al societarismo en auge y reforzado por la emergencia de las figuras de Maura o La Cierva, a católicos, integristas, conservadores, monárquicos…; que de manera algo indefinida ideológicamente pero muy efectiva en cuanto a sus objetivos más concretos, contemplaba aspectos como mantener la costumbre de los serenos de acompañar el horario nocturno con el… ave maría purísima, hasta fundar en Orihuela la Liga Católica que pretendía… la defensa de los intereses de la Religión y de la patria en el terreno político y social, con la intención de… recuperar para la religión a las clases trabajadoras7.
Por supuesto no faltó el recurso a viejos pero muy efectivos métodos de contraataque social, como fue forzar vinculaciones periodísticas entre criminalidad y.. doctrinas impuras, antisociales y disolventes; y como no, convocar numerosas e intempestivas manifestaciones pro-clericales, que llegaban incluso al paroxismo y la violencia.
Destacando el anticlericalismo como nota característica de la época, se conseguía enmascarar aquel cambio socio-demográfico que iba consolidándose en nuestra provincia desde los núcleos industriales de Alcoy, Alicante, Elche-Crevillente o el Corredor del Vinalopó; soslayando la emergencia de nuevas clases sociales que en el proceso de concienciarse de su situación específica y reclamar legitimidad para las pautas de sociabilidad que proponían, se ven abocados a enfrontarse con los que creían responsables de la situación.
Y los que estaban más a mano eran algunos de los 135 mil religiosos con que contaba la iglesia en el estado español monopolizando algo más que la cultura.
“..esa serie de mojigangas ridículas llamadas procesiones, sermones y novenas que tienen lugar en el indicado centro fabril, organizadas por estúpidas beatas y apadrinadas por las Maestras que algo pezcan durante los días que dura la juerga. [..] Los rezos y oraciones, la Iglesia, la Fábrica es para el Trabajo..”8.
Siempre que ésto tomaba forma a nivel local, es decir, cuando cierta amalgama de disidencias locales se enfrentaba a la autoridad incuestionable de la Iglesia, reaccionaban … los de siempre.
Como sucedió por ejemplo en Crevillente tras la inauguración de la escuela laica de José Sanjuán y el despertar del movimiento obrero local a principios de 1906, en el que encontramos la respuesta de un propietario molinero, que con la ayuda de un misionero llegado ex-profeso a la localidad somete a sus trabajadores al principio y al final de la jornada a rezar el rosario y asistir a unas conferencias religiosas en las que quedaba …trazado con mano maestra el cuadro de males temporales y eternos que acarrea el socialismo obrero..9.
O como sucedió en la propia Alcoy, dónde la reacción conservadora muestra interés por reforzar sus medios de comunicación escrita, autodenominada la buena prensa, por ejemplo con La Defensa aparecida a partir de 1904; y que con el paso del tiempo incluso ellos ceden a cierta innovación de sus métodos de propaganda, aunque fuera a consta de copiar modelos de agitación propios del movimiento obrero, como fue la edición de un periódico gratuito La Voz del Pueblo, subtitulado hoja semanal gratuita de propaganda social.
“..Pero dado el estado actual de nuestra ciudad y de la sociedad española, no podemos dejar olvidados a esos que viven a costa del pueblo y que a cambio de explotarle, le corrompen..”10.
Como se ha dicho, el anticlericalismo fue una mentira socialmente construida desde arriba pero también desde abajo, dejando aisladas en el medio, algunas actitudes de enfrentamiento real y coherente con el poder religioso, pero que en modo alguno resultaban ninguna novedad.
Políticamente, fue un estandarte especialmente útil para desarrollar una intensa propaganda sobre educación laica, y algo menos eficaz con respecto a la habilitación de cementerios civiles o en el fomento de actos laicos bajo cualquiera de sus fórmulas. Dentro del abanico de actos laicos anuales que pretendían contrarrestar el santoral católico, encontramos algunos bastante curiosos como los llamados banquetes de promiscuación, celebrados generalmente coincidiendo con el jueves santo. Este tipo de eventos resultaban ser una reedición en nombre del libre-pensamiento, de actos que ya venían repitiéndose en Alicante cuanto menos desde comienzos la década de 1880.
Tras los años del Sexenio revolucionario, 1868-1873, en los que aires de libertad, progreso y justicia social habían llegado a la península, se impuso por las armas la dictadura de la Restauración, que en sus primeros años fue de corte dictatorial y relajó algo las ligadoras de la censura a partir de 1881, momento en que volvieron a organizarse agrupaciones políticas, eso sí, amparadas en el seno de alguna sociedad recreativa-cultural, que eran las únicas que estaban permitidas.
Aquella era una época en la que se perseguía a que se significaban por ejercer algún tipo de práctica anticatólica, una época en la que aun no se podía ni enterrar a los suicidas, y cuando actividades de ocio como el teatro o la música sufría censura obligada cuando coincidía alguna actividad religiosa.
Básicamente, mitificar el anticlericalismo sirvió para desacentuar el hecho de que la cultura obrera militante de la época no era íntegramente anticlerical o desacralizadora, y sí para encubrir que los movimientos sociales de entonces eran mayoritariamente secularizadores, dado que buscaban redefinir o suprimir la tutela estatal y por extensión clerical, indisolublemente unidas.
“Señores legisladores: no hay que alucinarse; se puede ser muy liberal, vivimos ya casi en plena democracia; pero los utopistas demagogos que cifran la redención de la humanidad en secularizar el estado y la familia, desconocen el alma de una nación y pretenden deshacer en un instante su historia”11
Respecto a las magnitudes reales del conflicto, el calificativo de anticlerical solía emplearse para desacreditar aquellos actos con contenido emancipador, es decir, que incluían pautas de sociabilidad alejadas del monopolio cultural que ejercía la iglesia, los cuales por Hache o por Bé, habían suscitado un conflicto. Ni que decir tiene que el tema provocaba que los periódicos se vendieran como rosquillas.
Ejemplos de ello los encontramos, por ejemplo, cuando alguien se negaba a bautizar a su hijo y un grupo de beatas aprovechaban un descuido para convencer a la abuela del niño y bautizarlo sin el consentimiento de sus padres; cuando alguien decidía unirse libremente con una mujer y por ello era señalado como inmoral e ilegal; cuando alguien moría sin intervención eclesiástica y una vez conducido al cementerio civil, si lo había, no podía ser enterrado sin la prescriptiva firma del párroco local. Por si faltaba algo, hay estaban los curas que controlaban las escuelas, y sobre todo la educación de los niños pobres, a los que aleccionaban para condicionar a sus padres, presionando desde fuera para hacerlos renegar de los principios antisociales.
“…¿Por qué, prescindiendo de ciertas antiguas y ridículas costumbres, no ordena la supresión del castizo Ave María Purísima de los serenos? […] Proponemos también, por ser más cristianos, se dote al mismo de un buen capote de invierno y de un impermeable con sus correspondientes botas de agua para los días de lluvia…”12.
Centrándonos para concluir en los brotes efectivos de anticlericalismo, o mejor dicho en los enfrentamientos directos y colectivos con el poder de la iglesia católica; éstos, enfrentamientos motivados por cuestiones religiosas, fueron relativamente infrecuentes en nuestra provincia, y en ningún caso era una cosa nueva.
Aquel clamor anticlerical, en su dimensión aplicada, no solía corresponder a la conflictividad con que era recogido a lo largo de la primera década del siglo XX en los diferentes medios o clamado desde atriles o púlpitos, o aquella extraña mezcla entre ambos que eran.
De la documentación analizada, se desprende que los actos explícitamente anticlericales reflejados por la prensa del momento, se originaban por disidencias individuales o minoritarias en términos cuantitativos, acontecidos frente a hitos del calendario religioso o simbologías institucionales, y que solían acabar con el infiel en la cárcel o procesado.
El privilegio con que contaban las ordenes religiosas para hacer uso del espacio público, en especial las procesiones, siempre fueron un hito social de alto riesgo marcado en el calendario anual; pero las cosas no solían pasar a mayores.
Todo ello se enmarca en un proceso de secularización de la sociedad civil que aun pervive en nuestros días, y que habitualmente ha sido exagerado por la opinión publica con fines interesados, a saber.
Polémicas periodísticas a parte, el anticlericalismo fue la tapadera perfecta para enmascarar otros problemas politicos de mayor envergadura, y de paso sirvió para establecer una barrera de contención frente a la imparable desacralización de las estructuras de sociabilidad en los entornos populares y obreros.
“..Lo malo será el día que dejen quietos los conventos y quemen vuestras bolsas, vuestros bancos, vuestras fábricas y vuestros registros de propiedad, porque entonces sí que habremos acabado para siempre..”13
En cierta manera, los brotes de anticlericalismo que se produjeron durante la II Republica y al comienzo de la guerra, venían a cerrar un ciclo secularizador centenario que había comenzado en 1837, con la expulsión de congregaciones religiosas; pero que tantas veces como se inició, se vio frenado por las estructuras conservadoras de la sociedad española, que apenas dejaron de ejercer su dominio en algunos periodos muy concretos, 1854-56, 1868-73, 1931-1938.
De este último tramo histórico, el que corresponde al siglo XX, son muy recordados los brotes anti-católicos que solían acabar con el incendio del inmueble religioso de turno, convertido en foco de la ira popular acumulada durante generaciones.
El ensayo general había tenido lugar en Barcelona, en julio de 1909, en el marco de una protesta anti-militarista y antigubernamental; y volvieron a reproducirse en mayo de 1931, recién proclamada la II República, o en octubre de 1934, en el marco de la revolución de Asturias.
El contexto político convulso que determinaba estos sucesos, y la amplificación conflictiva que de ellos hacía la prensa burguesa, normalmente hacía olvidar algunos gestos humanitarios dignos de ser contados, que se desarrollaron en pàralelo al incendio y destrucción de edificios e imágenes religiosas.
Queremos citar por cercano, el caso del panadero de Dénia José Baldó Roca, adherido a la CNT local desde los años republicanos, y que participó en enero de 1936 junto a otros 5 compañeros del sindicato, en el rescate de la imagen del Cristo de la Sangre y de otros objetos de culto que había depositados en la iglesia de las Agustinas de Denia, cuando un incendio fortuito amenzaba con destruir todo el inmueble.
A pesar de este gesto encomiable, Baldó y sus compañeros fueron denunciados y les instruyeron proceso judicial por daños en julio de ese año; y por si faltaba algo, cuando acabó la guerra el propio Baldo fue encerrado en la prisión de Alicante, acusado de saqueo y destrucción de las iglesias de Dénia.
Evidentemente, no se tuvo en cuenta en su descargo, que la talla policromada del Cristo había sido entregada por Baldó al Consejo Municipal de Dènia, quienes lo cedieron a la Junta Central del Tesoro Artístico de Alicante el 6 de octubre de 1937, institución que fue la encargada de protegerla durante toda la guerra, volviendo sana y salva a Dènia en 1939.
NOTAS:
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1ALCALDE: Anticlericalismo y Populismo. Comunicaciones del I Encuentro de Jóvenes Investigadores en Historia Contemporánea de la AHC. Universidad Zaragoza. p.8. Los antecedentes de anticlericalismo se remontan a comienzos del s. XVIII, donde encontramos en forma de distopía la novela An historical and geographical description of Formosa, 1704, de Georges Psalmanaazaar, un hugonote exiliado a consecuencia del Edicto de Nantes, 1685; y que puede leerse como una crítica radical a todas las religiones y en especial las teocracias. Se considera esta obra como un antecedente directo del temible y lúcido abatte Prevost [1697-1763], especialmente en Le Philosophe anglais ou Histoire de monsieur Cleveland, 1731.
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2Las DOMINICALES 19-07-1901. Los socialistas ilicitanos habían editado una hoja protestando por las declaraciones de un párroco local, pero lo aprovecharon para criticar la postura oficial del partido respecto a la iglesia católica. El caso es que el socialismo ilicitano hizo gala de disidencia librepensadora en diversas ocasiones, como cuando el presidente del Circulo Obrero, socialista, se negó a poner colgaduras en los balcones con motivo de una festgividad religiosa, secundando la opinión mayoritaria de los socios, provocando el abandono de algunos socios católicos. También, Las Dominicales 22-08, 12-12-1902, 09-01, 30-10-1903.
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3El PUEBLO-Monóvar 14-07-1906. Los socialistas alicantinos programaron en el Centro de Sociedades Obreras conferencias de misioneros católicos como Joseph Gerard. Ver, El Graduador 02-05-1905; La Correspondencia de Alicante 13-02-1905; La Voz de Alicante 12-07-1905; Diario de Alicante 07-05-1908. También, Maluquer: El socialismo en España, 1833-1868. Editorial Crítica, Barcelona, 1977, p.197; Mira-Moreno: Alicante en el cambio del siglo XIX al XX: secularización y modernidad.
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4CIUDADANÍA 10-08-1910. En 1904, un corresponsal remitía una carta desde Alcoy a un diario de Barcelona en la que relataba en tono irónico un sueño en el que un espíritu se le había presentado para contarle la conversación habida entre el mando de la Guardia civil y los presidentes de las sociedades obreras representadas en la junta local de reformas sociales, ..“En el quinto un zapatero / que es espiritista a ratos / y proclama al mundo entero / su lema, en tono altanero:/ ¡Espíritus y zapatos!..”, Heraldo de Alicante 16-07-1908. Ver, La Correspondencia de España 02-05-1893; El Alicantino 02-07-1893 y 31-07-1894; El Nuevo Alicantino 23-06-1897; La Correspondencia Alicantina 07-01-1903; El Productor 11-06-1904; Fraternidad 03-10-1908. También, VVAA: Masonería, revolución y reacción. Actas del IV Symposium internacional de historia de la masonería española. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, Alicante. 1990.
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5 MONTERO Pérez: Establecimientos penitenciarios en Alicante, El Luchador 10-01-1933. En el IX congreso del PSOE en 1912, verdes Montenegro defendió ideas familiares retrogradas y pedía la retirada de la ponencia sobre la igualdad de hijos legítimos e ilegítimos, que no desentonan con otros convencionalismos propios de la oficialidad socialista esta vez en materia sexual-religiosa. Ver, Moreno: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante 1890-1931. Unión General de Trabajadores, 1989, pp. 177-179; De Luis: Cincuenta años de cultura obrera en España 1890-1940. Editorial Pablo Iglesias, Madrid, 1995, p. 30, 54 y 222; Nash: La problemática de la mujer y el movimiento obrero en España, en VVAA: Teoría y práctica del movimiento obrero en España. Valencia, 1978, pp. 241-279. También, Heraldo de Alicante 03-02-1909.
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6PUJALTE García, Miguel: El Pueblo-Alicante 01-05-1908. En esta linea, la gira de propaganda que Pablo iglesias de mayo de 1909 se le llamaba “..peregrinación por estas tierras levantinas..”. No resultaba extraño que la prensa anarquista ilicitana anunciara que tenía disponible el folleto, “…Devocionario político, dedicado a los santos jefes del partido obrero español.”. Ver, Moreno: Las Luchas sociales. Ob. Cit, pp. 278 y ss. También, El Pueblo-Alicante 21-05-1909; Liberación 01-05-1912; Diario de Alicante 27-10-1913.
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7No faltaban las Pastorales de la diócesis de Orihuela aclarando su opinión al respecto, ..Las aspiraciones socialistas, sobre ser utópicas, pugnan a la verdadera democracia, 12-12-1904; El anarquismo es incompatible con la verdadera democracia, 03-12-1905. A parte de intentar acabar con el enemigo en casa, contaban con proyectos expansionistas como fue la propia guerra de Marruecos reiniciada en 1907, dónde se evidenciaron los intereses económicos tras los argumentos patrióticos lanzados desde la prensa ultra-conservadora, presentándolo como cruzada religiosa contra los moros infieles. Ver, La Voz Republicana 17-09-1904; La Lectura Popular 01-05-1903.
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8La FEDERACIÓN 09-06-1907. Ver, Mateu y Vidal (eds.): De la sociedad tradicional a la economía moderna. Estudios de Historia Valenciana Contemporánea, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, Alicante. Los argumentos neofascistas eran utilizados en la prensa, incluso en la que se calificaba de liberal, Heraldo de Alcoy 03-04-1904. Un ejemplo de ello fueron la atmósfera milenarista que se apoderó de los alicantinos ante el eclipse de sol de mediados de 1900, y mientras unos cuantos científicos e intelectuales hacían cábalas numéricas sobre este fenómeno astronómico, una nutrida manifestación en Elche circuló al grito de ¡Viva Dios!, Las Dominicales 07-06-1900.. Para otra crónica surrealista de catarsis colectiva en Orihuela al grito de …¡Viva Dios!, Unión Republicana 05-05-1904. Los comportamientos retros se recuperan por ejemplo, rezando el Rosario de la Aurora de madrugada, sobre todo en las poblaciones de menor tamaño como Novelda. Ver, Unión Republicana 24-04-1904, 13-05-1905 y 23-06-1906.
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9La VOZ de Alicante 29-03-1906. O como sucedía algunos años después en Jijona, coincidiendo también con un momento de emergencia del movimiento obrero, cuando desde el púlpito se difunde el rumor que masones, espiritistas y demás librepensadores locales eran los autores del robo de objetos sagrados en una iglesia de Valencia. Ver, El Pueblo-Alicante 07-07-1909.
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10La VOZ del Pueblo 08-10-1910. Este tipo de hojas social-católicas venían circulando por Alcoy al menos desde 1891 con La Alianza Obrera. También, VVAA: La Premsa en les Comarques del Alcoiá-Comtat 1837-1939. Instituto Cultura Juan Gil-Albert, Alicante, 2004, pp. 13-19.
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11El GRADUADOR 17-10-1904. Una reseña en la prensa alicantina de principios de siglo, indicaba que un obrero del muelle debía pasar a recoger el devocionario religioso y el reglamento de la sociedad La Terrestre, que había perdido en la calle Castaños. Por otro lado, católicos y canalejistas en Alcoy organizaron un acto contra la enseñanza laica em 1910. Ver, La Vanguardia 12-03-1902; El Pueblo-Alicante 24-03-1909, 20-06-1910; Fraternidad 18-04-1908; Ande el Movimiento 09-04-1911.
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12El DEMÓCRATA 03-02-1901. Por ejemplo, la algarabía pagana de las fiestas de San Juan eran denunciadas por …atentados contra la moral, Unión Republicana 01-07-1905. Un clásico era no descubrirse y arrodillarse al paso de una procesión y sufrir la agresión del cura ..cirio en mano, Unión Republicana 03-03-1906. También, VVAA: Novelda 1901. De Villa a Ciudad. Ayuntamiento de Novelda, 2001. pp. 65-66.
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13ACRACIO Progreso: Al Desnudo, Escuela Moderna 08-07-1911. Puede consultarse un caso representativo de anticlericalismo popular en Alcoy.