Resumen de la presentación que, con motivo de la aparición del libro de Alicante Obrero, hicimos en Aspe y de la agradable conversación mantenida con los compañeros de aquella, hemos pensado incluir los datos que se compartieron en esa tarde de mayo. Agradecemos todo el apoyo de José Ramón Gandía, al que deseamos suerte en su trabajo recientemente publicado sobre el movimiento obrero local.

El movimiento obrero organizado, con su formato sindical moderno, tardó en consolidarse en Aspe, y durante buena parte del siglo XIX se mantuvo aquel mito de que era un pueblo culto, laborioso y tranquilo.

En los dos primeros adjetivos podríamos estar de acuerdo, y así lo afirman las crónicas que hemos podido consultar en la prensa de la época, pero no respecto a la supuesta tranquilidad de la villa de Aspe, que de justicia ha de considerarse que a lo largo del siglo XIX fue uno de los primeros pueblos liberales de la provincia, que mantuvo una interesante tradición democrática, al parecer conviviendo sin muchos problemas con los sectores más conservadores de la población1.

Antes de que aparecieran las primeras sociedades obreras en Aspe, y muchos antes de que se constituyeran como sindicatos, insertados con las corrientes proletarias modernas, debemos hacer una mención al grupo de librepensadores y republicanos que desde los años 80 del siglo XIX, preparaban el terreno en el plano cultural.

Funcionando al menos desde 1884, todo comenzó al calor de cierta relajación de la mordaza legal del derecho de asociación y de imprenta y tomó forma definida tras la censura del cura del pueblo a una obra de teatro, que suponía la prohibición expresa de asistir a su representación en el pequeño coliseo del pueblo, pero que como era de esperar provocó el primer lleno anticlerical de la historia local, escándalo que no tardaría en repetirse con uno de los primeros casamientos civiles que tuvo lugar en la provincia, también en Aspe y a consecuencia de la negativa del párroco a casar a dos jóvenes2.

Tras estos años de cierta apertura social, volvieron los malos tiempos y, después de las primeras manifestaciones obreras de la década de los 90 -que en Aspe si las hubo pasaron desapercibidas-, comienzan unos años de persecución y censura que, a escala local, tendrían su punto de inflexión durante el año 1894, sobre todo a partir del bando municipal del 6 febrero 1894, que decía lo siguiente:

..Se recuerda a los vecinos de esta villa las disposiciones relativas a la repulsiva blasfemia y a toda palabra, acción o acto que es contrario a la honestidad, al decoro y a las buenas costumbres..”

00_revueltaPopularLa cuerda de la cotidianidad se fue tensando esos meses, la situación económica no ayudaba por los continuos aumentos del impuesto municipal de consumos y, tras la prohibición del alcalde de la música para las fiestas de agosto, estalló el 9 de agosto de 1894 un sonado motín popular al grito de ¡Viva La República!, en que por primera vez se enfrentó y hace huir de la población a la fuerza pública, produciéndose a continuación el asalto de la caseta de consumos de la que se arrojaron por la ventana y se quemaron todos sus muebles y enseres.

..¿os acordáis vecinos, del año 1894, que es lo que hicisteis con dos tipos tan queridos por vosotros? Aun parece que estamos viendo el resplandor de la gran hoguera de aquella redentora y pasajera noche. Un gran escarmiento para algunos hombres de entonces y un gran aviso debiera ser para los de hoy.”3

Aspe había entrado en la modernidad por las bravas, y el poso librepensador que impregnó el nacimiento del movimiento obrero en las comarcas del medio Vinalopó, también se dejó sentir en Aspe, ya que por ejemplo, cuando se produjeron los trágicos sucesos de la Serreta Negra en la vecina Novelda, con la masacre de la partida republicana y la subsiguiente represión, un grupo de vecinos se atrevió a recuperar El Coheter [1895-1898], editorial de tono librepensador, suspendido desde agosto de 1896 y que reaparece en Aspe el 3 de enero, solo unos días después de la matanza.

El caso es que la ciudad estaba cambiando de fisonomía en aquellos años, la agricultura y al aguardiente ya no eran las ocupaciones predominantes y la emigración de jornaleros a Orán ya no era la única solución a la miseria de las familias, que comenzaban a completar sus retribuciones con pequeñas explotaciones de canteras de mármol que suministraban a las primeras fábricas instaladas desde el principio de la década de los 90, o en la fábrica de muebles de Almodovar, de 1878; a las que se fueron sumando fábricas de conservas, cerámica y sobre todo talleres de alpargatas de cáñamo o yute en los años de cambio de siglo4.

Podemos decir que la industrialización llegó a Aspe de la mano de la primera gran fábrica de alpargatas que fue la de los hermanos Calpena, por todos recordada, quienes a partir de 1897 comienzan a llegar desde Monòver y montan un pequeño taller, y ya en 1903, cuentan con una instalación fabril que empleaba a unas 700 personas en la fabricación de alpargatas, en su mayoría mujeres y niños.

La falta de condiciones higiénicas, la explotación laboral o las prácticas anti-sindicales fueron una constante en esta empresa al menos desde 1903, ya que en la huelga del ramo sostenida por los obreros de la alpargata en la vecina Elche, serían denunciados por aceptar el trabajo que no se podía hacer en Elche; no teniendo tampoco buena relación con la patronal ilicitana que le denunciaría sin éxito por plagio en 1905, ya que había patentado un sistema tradicional de acabado de la alpargata que era común en toda la industria5.

 

Ejemplo de aquella relación cercana que, mejor o peor avenida según las circunstancias, siempre mantuvieron los obreros de Aspe con sus compañeros de Novelda y del resto de la comarca, fue que los picapedreros locales se sumaron al proyecto de resistencia societaria de La Emancipación de Novelda desde las primeras reuniones y convocatorias de huelga a finales de 1900, y luego los albañiles de la misma Aspe serían acusados de sabotear la larga huelga del oficio del otoño de 1904, convocada en demanda de mejoras salariales y de la jornada de 8 horas.

..mejorar la condición de sus asociados en el orden moral y material, llevarles al conocimiento de sus derechos mediante la instrucción y la defensa de sus intereses, procurándoles mejoras en la forma de verificar el trabajo y mayores beneficios en el salario..”

Aún desorientado, falto de organización, el movimiento obrero en Aspe se impregna del societarismo propio de principios de siglo XX y vivirá acogido en sede republicana, al menos desde que se inaugura por todo lo alto en febrero de 1904 el Círculo Republicano, con toda probabilidad gracias a la influencia de filántropos y patrocinadores asentados de forma temporal en la población como Ignacio Pastor Quesada, masón, notario y protector de Enseñanza Laica que vivió en Aspe hasta finales de 1904, en que marchó a Crevillente6.

Después de estos primeros intentos de canteros, jornaleros y alpargateros por consolidar las organizaciones obreras locales, vivirán en los años centrales de la primera década del siglo XX, como el resto del país, unos años de regresión y sonambulismo sindical que no se recuperarán hasta que, allá por 1910-1911, con el impulso que supone la fundación de Solidaridad Obrera y luego de la Confederación Nacional de Trabajadores.

Estas inercias se concretarían en las primeras sociedades de resistencia locales adoptando estrategias confederales, primero con la reorganización de la Sociedad de Constructores de Suelas y, poco más tarde, de El Renacer Femenino, sociedad ésta de oficios varios y socorros mutuos, que acudirían juntos a la que sería la primera huelga laboral de carácter indefinido que vivió Aspe, que tuvo lugar en octubre de 1911 en la fabrica de los hermanos Calpena, que por entonces daba trabajo a buena parte de la población7.

aspePor primera vez, también, un mitin societario se celebró en Aspe el 10 de octubre, en el que anunciaron los obreros locales que, con el apoyo de los alpargateros ilicitanos y pese a las amenazas patronales, perseveraban en sus exigencias de unificación salarial y de los materiales para la fabricación, los cuales demandaban que fueran de la misma calidad tanto en los que trabajaban dentro y fuera de la fábrica (label).

La asimilación de las estrategias sindicales propias del momento se confirma poco después, al inaugurarse el primer Centro Obrero, 1913, al tiempo que se organizan las sociedades de carpinteros o jornaleros, y se funda el llamado grupo Sindicalista Revolucionario, que sería el responsable más probable del primer semanario obrero local, Cultura Obrera, cuya primera época va desde abril a julio de 1913, pero del cual no existen ejemplares.

El establecimiento de una sociedad de resistencia de alpargateros, ha servido de estímulo, a los obreros pulimentadores y elaboradores de madera para pretender organizarse igualmente.. [..] Tendremos el gusto de leer la controversia que por el expuesto reto ha de realizarse en las columnas de Cultura Obrera, controversia, que servirá sin duda como propaganda y como medio poderoso para el conocimiento de las bases, antecedentes y consecuencias del individualismo, socialismo y armonismo..”8.

El movimiento obrero se había hecho mayor de golpe, tras largos años tutelado por el progresismo republicano en las juntas de reformas sociales, y tras tamaño letargo el despertar no podía más que ser súbito y violento.

Marcados en la memoria colectiva debieron quedar los sucesos de la huelga de verano de 1913 [28 junio / Agosto, 1913], en la que costureros suelas e hiladores se plantan ante el incumplimiento patronal de las bases pactadas meses atrás, y fueron asumidas sus últimas consecuencias dados los enfrentamientos con la guardia civil que vigilaba la fábrica y protegía a los esquiroles, los cuales provocaron numeroso heridos y 17 detenidos de ambos sexos que serían acusados del delito de sedición, entre ellas dos mujeres en periodo de lactancia9.

En este contexto es el que hemos de encuadrar aquel momento de reorganización sindical que vivía la ciudad sobre la base de las alpargateras y los agricultores en mayo de 1916, cuya reseña histórica nos ha cedido amablemente José Ramón Gandía10

Posiblemente, la celebración más importante del día internacional del trabajo, que se ha realizado en Aspe, sucedió el primero de mayo de 1916.

Las organizaciones obreras de Aspe, alpargateros, sobre todo, y la recién creada sociedad de agricultores “Los Convencidos”, organizaron el acto que venía ya “calentito” tras varias manifestaciones y reuniones de los delegados del Centro Obrero con el alcalde Francisco Alcaraz Pavía a causa de la carestía de las subsistencias (productos básicos de consumo) y de la precariedad de los salarios.

Con algunos días de antelación, se repartió por la localidad una hoja para animar a los trabajadores aspenses a sumarse a la manifestación. La hoja la publicaba el periódico Alicante Obrero el viernes 28 de abril y decía así:

00_Postal_CNT-UGT_afficheSindicatDibuixantsProfessionals UGTEl 1º de mayo.- A los trabajadores. Fraternales camaradas, hoy es el día señalado por el Congreso Internacional de París de 1889 para protestar de las leyes draconianas que en maleficio de la clase trabajadora promulgan los gobiernos burgueses y al mismo tiempo pedirles a estos que legislen leyes beneficiosas para satisfacer en algo nuestros anhelos de liberación humana. Los momentos por lo que atraviesan Europa y el mundo entero son tan graves por culpa de la terrible tragedia que aniquila a la casi totalidad de Europa, que ningún estadista por sabio y optimista que sea, se atreve a adelantar ningún juicio halagüeño para cuando se ponga fin a esta horrible carnicería. Todas las naciones neutrales sufren las consecuencias de esta guerra maldita: pero España, ¡oh, España! Por su posición geográfica, por estar casi recibiendo el calor de la terrible hoguera, debió nadar en oro; pero el espíritu del capitalista español dado tan solo a cortar el “cupón” no les ha permitido ver que, sacando esos ¡cinco mil millones de pesetas!, que tiene en los sótanos de los bancos para aprovechar el lapso de parada que tengan esos gigantes de naciones mientras dure la guerra, en la industria y el comercio, fomentando este y montando nuevas industrias. Pero no lo han hecho así y por eso estamos tocando las consecuencias. Trabajadores: mientras hermanos nuestros sucumban en los campos helados por el frío y de insolación por un sol tropical y del fuego terrible de los cañones, no podemos hacer fiestas paganas como otros años en el día de hoy.

Solamente, en manifestación pacífica y ordenada, le entregaremos a la primera autoridad local para que las trasmita al Gobierno, las conclusiones siguientes: Protestar enérgicamente contra el actual gobierno por haber empleado el mauser en Valencia, en La Unión y en Logroño para acallar a los obreros que solicitaban trabajo o el abaratamiento de las subsistencias. Jornada de ocho horas, como punto de principal de la legislación protectora del trabajo. Realización de obras que ocupen a todos los trabajadores desocupados. Terminación de la guerra de Marruecos y en tanto esto dure, que vayan a ella los hijos de los ricos, como van los hijos de los pobres. Derogación de la bochornosa ley de Jurisdicciones. Extensión de los beneficios de la ley de Accidentes del Trabajo a los obreros del campo. Supresión del trabajo nocturno en el ramo de la panadería. Aprobación del Código minero, solicitado insistentemente por los obreros de dicha industria. Reglamentación del trabajo de los obreros del mar, y concesión de una amnistía para todos los condenados o procesados por delitos políticos o sociales. ¡Compañeros! Estas son las reclamaciones a los poderes constituidos. Y ahora, para demostrar que hay completa armonía y unidad de pensamiento en la clase productora, abandonad el trabajo en este día, como el señalado por nosotros para reclamar nuestras reivindicaciones societarias. ¡Compañeros y compañeras, todos a la manifestación! ¡Viva la unión de todos los trabajadores! ¡Viva el 1º de Mayo! – La comisión”11.

Efectivamente, a las 8 y media de la mañana del lunes 1 de mayo, un numeroso grupo de personas se agruparon en la plaza de la Concepción, flanqueados por las puertas del Centro Obrero y de la ermita del mismo nombre. La manifestación partió, por la calle de Santa Cecilia y calle Mayor, hacía la plaza de Alfonso XII y desde allí, por la Avenida de Los Álamos, Méndez Álvaro, Santa Teresa, del Carmen, del Nuncio y calle Alta, de nuevo llegó a la plazuela de la Concepción.

Frente a la manifestación “un grupo de lindas alpargateras adornaban el conjunto con su gentil donaire ajenas a los rutinarismos (sic) y al que dirán de la beata teoría andante”12.

La manifestación fue un éxito sin precedentes para las organizaciones obreras de Aspe, los participantes superaron la cifra de 1.500 personas y al llegar al Centro Obrero quedaron agrupados sin querer disolverse.

Desde un balcón, el presidente de los alpargateros José Torres Galvañ se dirigió a la multitud para darles las gracias por su apoyo y, después, salió Fray Feliú13, en este momento, el espectáculo que presentaba la espaciosa plazuela era imponente, pues habían ido a escuchar el discurso políticos de todos los partidos. Los balcones inmediatos estaban atestados de personas, algunas de ellas curiosas y otras expectantes por el mitin. En su arenga citó a Plutarco y su canto a la cultura como única forma de regenerar a la patria y a la clase trabajadora.

El discurso duró más de lo normal, tanto que, el orador perdió el tren que le debía de llevar de vuelta a Alicante, y a consecuencia de esto se organizó en la misma noche una conferencia con el tema “La política social-religiosa”.

Así lo contaba Tomás Alenda del Valle, Lerele, corresponsal de Alicante Obrero y de El Luchador el dos de mayo de 1916. Un año más tarde, debido a la huelga general de 1917, fueron detenidos y encerrados en las mazmorras del Castillo de Santa Bárbara de Alicante cuatro alpargateros: José Torres Galvañ, Francisco Alcolea García, Antonio García Moreno y Antonio Botella Abad.

El total de la provincia de Alicante fue de doscientos detenidos, mayoritariamente socialistas y sindicalistas. Nunca más volvieron a trabajar como alpargateros, los años siguientes fueron de lucha y confrontación menos numerosos y de pocas celebraciones, por los menos hasta el advenimiento de la República, el 14 de abril de 1931, pero eso, es otra historia.

Tras leer el relato del primero de mayo proletario de 1916 de José Ramón, que inscribimos en el marco de las confluencias sindicales UGT-CNT y en cierta unidad de acción favorecida entre otras cosas, por la crisis de subsistencias o la guerra europea, consideramos que es una buena manera de acabar este artículo señalando a uno de los mejores ejemplos que hemos encontrado para contar la historia del movimiento obrero aspense, en primera persona del singular plural.

..¡Con que ánimo compañeros! El horizonte está despejado de rencillas dentro de la gran familia proletaria [..] Energía y virilidad, porque estamos en el preludio de la gran lucha que vamos a emprender contra el baluarte potente del capitalismo, por la causa más santa que existe: por el Pan y la Libertad. Juan de la Tierra, Aspe, 16 de marzo de 1916..”14

00_JoséTorresSe trata del socialista José Torres, socialista a secas, muy del tono áspero y rebelde de los pueblos del interior alicantino; y a quién situamos ya en la primera época del rotativo pro-sindicalista Cultura Obrera, puesto que en este mismo figura en su segunda etapa allá por 192015.

Él fue quién daba su dirección en la prensa anarquista nacional como sede del Grupo Sindicalista Revolucionario, en 1913, y no sabemos si fue detenido a consecuencia de la huelga de aquel verano de 1913, pero sí que sí lo fue seguro durante la huelga de agosto de 1917, siendo conducido al Castillo de Alicante junto a otros compañeros de la localidad16,

Significado como propagandista y sindicalista, los años de la dictadura de Primo de Rivera no debieron ser nada favorables, y tras intentar reflotar Cultura Obrera debió comenzar a ganarse la vida como mulero; pero siguió conspirando, siendo detenido de nuevo durante los sangrientos sucesos de diciembre de 1930 hasta la llegada de la República, momento en que sería elegido fiscal municipal y miembro del comité Pro-Presos17.

Respecto a sus responsabilidades orgánicas, a partir de entonces, señalar que fue presidente de la Agrupación Socialista local desde 1932, e incluso asume la presidencia del Frente Popular Antifascista en agosto de 1936, pero dimitiría en la primavera de 1937, y meses más tarde se daría de baja del PSOE, seguramente manteniendo su carnet de la UGT18.

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NOTAS:

  • 1La influencia demócrata se puede contrastar en Teodoro Alenda Aracil, farmacéutico y alcalde demócrata Aspe en 1869 o incluso José Moreno Aro [1821 / 13-06-1886], liberal varias veces exiliado y detenido en las décadas centrales del siglo, y primer alcalde republicano en 1873. No menos llamativos son los apellidos de algunos de los fusilados en Alicante tras la revuelta de la Jamancia de 1844. La Región 17-09-1913.

  • 2La cabeza visible del grupo era el propietario, viticultor y republicano federal José Calpena Vidal, que enfocó sus esfuerzos en la creación de varias escuelas, con clases nocturnas para obreros, en las que él mismo era maestro. El Motín 01-05-1884, 05-03-1885; Las Dominicales 22-05-1885.

  • 3El Popular 24-06-1911

  • 4Unión Republicana 28-10-1905.

  • 5Heraldo de Madrid 02-02-1902.

  • 6  En septiembre se funda un sociedad de resistencia que agrupaba a los obreros agrícolas, pero no parece que tuviera continuidad. Parece que hubo alguna iniciativa frustrada para inaugurar una escuela laica, y por ello debió recalar en la población el propagandista republicano José Sanjuán en 1904, dando una conferencia cuyo título era Medios para construir en cada pueblo de España un colegio laico. Otro centro de reunión habitual de obreros y librepensadores fue el Café Monumental, abierto desde 1884 en la plaza de Sagasta y que dirigía Eugenio Ros Córdoba, alcalde de la I República y a quién se entierra civilmente en 1905. El Graduador 22-09-1904.

  • 7La Correspondencia de España 20-10-1911. En diciembre de ese año Manuel Berenguer Esquembre, en nombre del gremio de costureros, hizo un llamamiento a la unión de los obreros desde posiciones marxistas, instando a la organización del resto de los oficios y a la fundación de una Casa del Pueblo. El Popular 30-12-1911.

  • 8La Región 28-05-1913. Tampoco consta director, pero sabemos que fue recuperado en una segunda época, en 1920, en el que se editaron 4 números. En esta primera época lanzaron la iniciativa de recuperar la figura de José Cremades Candela, joven republicano que se distinguió por su valor durante la epidemia de Cólera del verano de 1885. Sucede en el tiempo a Liberación, periódico sindicalista revolucionario de Elche, desaparecido a comienzos de 1913. La Región 11-06-1913.

  • 9A las prácticas anti sindicales, las amenazas y coacciones a periodistas, los intentos de conciliación frustrados por la actitud de los hermanos Calpena, que amenazaban y así lo cumplieron con la deslocalización de la industria local, se enfrentaron los obreros de Aspe contando con la solidaridad provincial [Elx, Alicante,…]. Pasados los años, el 7 de julio de 1937, recién salidos de la cárcel donde habían sido detenidos por desafectos a la República serían linchados y asesinados Ramón Calpena Cañizares de 74 años, industrial alpargatero y teniente de alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera y su hijo Luis Calpena Pastor. Un yerno de Calpena Cañizares, Javier González Avellán, resultó gravemente herido. Diario de Alicante 18-07-1913; El Periódico para Todos 22-07-1913; La Región 02, 09 y 16-07, 06-08-1913.

  • 11Alicante Obrero 28-04-1916.

  • 12Alicante Obrero 05-05-1916.

  • 13Fray Feliú era el seudónimo de José Llorens Codes, alcoyano y redactor jefe de Alicante Obrero.

  • 14Alicante Obrero 18-03-1916. Parece ser que los obreros aspenses instaron una iniciativa para ampliar la dotación y los servicios de escolarización popular. Alicante Obrero 27-05-1916.

  • 15Otro sindicalista llegado a la población en 1917 fue Segundo García Doménech, que había sido presidente del Sindicato de Dependientes, Peluqueros y Barberos de Alicante, destacado en mítines pro-presos y de propaganda en años 10. Entre 1917 y 1920 vivió en Aspe, desempeñando una buena labor de organización y propaganda. Además fue delegado de varios sindicatos alicantinos en el I Congreso Confederación Trabajo de Levante y en el Congreso de la Comedia, en 1919.

  • 16Perdió su trabajo de alpargatero y se hizo jornalero.

  • 17El 30 de diciembre diciembre de 1930 se produjeron unos hechos trágicos que marcarían los años siguientes, sobrevenidos con ocasión de la huelga general, cuando la guardia civil disparó contra la multitud y mató a tres personas -entre ellas una niña-, siendo ese mismo día el pueblo tomado por un escuadrón de la Guardia Civil a caballo y legionarios, que practicaron numerosas detenciones. Diario de Alicante 27 y 31-03-1931.

  • 18Encarcelado al final de la guerra, fue condenado a 20 años de reclusión.

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