En las manifestaciones que tienen lugar en nuestra provincia en los primeros días de mayo de 1890, se encuentran comportamientos políticos diversos; síntoma evidente de vitalidad y de que cada municipio escogió su propia opción reivindicativa.

Los días previos al 1º de mayo de 1890, comités obreros de Alcoy, Alicante y otras poblaciones de la provincia estaban decididos a manifestarse en homenaje a los Mártires de Chicago; los cuales cuatro años antes habían protagonizado un levantamiento de carácter revolucionario.

La ocasión se aprovecharía para pedir una disminución de la jornada de trabajo, antigua aspiración del proletariado, que hunde sus raíces en la historia.

..Así la vida se pasa con mucha dulzura, los cuerpos son ejercitados por un trabajo mediano, y no se desgastan por una excesiva fatiga [..] Las diversiones y placeres que suceden al trabajo recrean y reaniman el cuerpo y el espíritu, y en seguida, el reposo los refresca y alivia. Estando así los hombres ocupados en el bien, no tienen tiempo de pensar en el mal y no caen casi en los vicios a que los llevaría la ociosidad…”1

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La cruenta represión gubernamental que vino a sofocar la insurrección obrera norteamericana a costa de la vida de decenas de ellos provocó, sin embargo, una ola de solidaridad internacional que se formalizó en la convocatoria mundial de manifestaciones para un mismo día y con un mismo lema, la reducción de la jornada laboral hasta las 8 horas y el homenaje a los Martires de Chicago.

En paralelo, se extendió cierto clima de terror conforme se acercaba la temida fecha del 1º de mayo de 1890. En esta línea, la prensa alcoyana hacía llamamientos para que no se repitieran los sucesos de julio de 1873, anunciando la llegada de …anarquistas de otras partes para soliviantar y mover los ánimos; mientras que las familias acomodadas abandonaran la ciudad y los fabricantes tomaban precauciones..

….Estas huelgas han puesto en alarma a personas pacíficas domiciliadas en las localidades en dónde deben verificarse las huelgas, temerosos de que pueda alterarse el orden público, y para el efecto algunos vecinos han hecho acopio de los correspondientes víveres, con el objeto de no salir a la calle los días que tengan efecto las manifestaciones”1BIS

Sin embargo, el acuerdo entre los diferentes grupos obreros no era total. Ya en el II Congreso de la Internacional -1889-, dónde se tomaron los acuerdos mencionados, se había constatado la escisión del movimiento obrero, que como podemos suponer en aquella fase de crecimiento y consolidación, englobaba un amplio abanico de puntos de vista, que iban desde lo societario a lo revolucionario, pasando por toda la gama de posicionamientos sindicales.

Por lo que respecta a la Federación local de Alcoy, adherida a la Federación de Trabajadores de la Región Española, se había reconstituido pocos antes -agosto 1887- con una actividad significativa, especialmente durante 1889, cuando se sucedieron varias huelgas sectoriales que afectan a otras problaciones de la comarca; tejedores de La Benéfica, obreros de la Unión Manufacturera de la Lana, y obreros de la Unión Papelera.

En apoyo de estos últimos acudieron tejedores a mano y mecánicos, cerrajeros, mecánicos, carpinteros, la Federación Alcoyana y los Obreros Manufactureros en Lana.

Así mismo, por entonces comenzó a editarse en Alcoy un semanario anarco-comunista, El Jornalero [sep, 1889 – Jul, 1890], subtitulado defensor de los intereses del obrero, que a la postre se convirtió en el verdadero cronista de las condiciones de trabajo del proletariado alcoyano y del proceso de reorganización sindical en toda la comarca. Prueba de su vigor es que fue suspendido por orden gobernativa entre mayo y julio de 1890.

Otro periódico anarquista local que habría pasado a mejor vida en aquellas mismas fechas fue El Condenado, nacido en abril de ese año de 1890 para contribuir a la difusión del significado revolucionario de aquella fecha, aunque desgraciadamente no ha quedado vivo ni un ejemplar para comprobarlo.

No hay […] solución posible dando caracteres anarquistas a las reclamaciones obreras, que dentro de la ley y con el alto sentido del socialismo contemporáneo, tendrán más pronto o más tarde éxito satisfactorio y pacífico, mediante el poder y las artes de la política”2

Sin alejarnos de la realidad, se podría decir que las manifestaciones del 1º de mayo de 1890 en nuestra provincia plasmaron comportamientos políticos de amplio rango, planteados en base a las correlaciones políticas y sociales propias de cada localidad. Estas sinergias y divergencias llevaron a cada municipio a escoger su opción reivindicativa, como ponen de manifiesto las fechas elegidas y la forma de manifestarse.

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El ejemplo más combativo fue sin duda el de Alcoy, dónde frente a la postura de los socialistas que pretendían elevar sus peticiones a las autoridades en ordenada manifestación, la protesta adquirió tintes insurreccionales. Los huelguistas se hicieron fuertes en el enclave de la partida del Molinar, lugar en que ondearía la bandera negra durante más de una semana.

Sin embargo, el día más destacado fue el lunes 5 de mayo, cuando cerca de dos mil trabajadores reivindicaron en manifestación la jornada de 8 horas y clamaron por la huelga general.

Las sociedades alcoyanas convocantes para esta jornada de huelga fueron la Sociedad de Tejedores Mecánicos La Fraternidad, Centro Instructivo de Obreros en Hierro y Madera, Centro Instructivo de Tejedores, Centro Alcoyano de Estudios Psicológicos, Unión Papelera, Sección de Obreros en Lana, Sección de Zapateros, Sociedad de Obreros Panaderos, Centro de Maquinistas y el ramo de Albañiles.

La tensión social en las calles de Alcoy derivó en que la ciudad fuera ocupada militarmente por las tropas del Regimiento, y reforzada con Guardia Civil llegada desde Alicante. Pese a ello, estos actos de protesta se mantendrían hasta constatarse el fracaso de la movilización a nivel mundial, no sin haber dejado antes clara su irreductibilidad.

¿Que se dirá de los trabajadores de Alcoy, que una vez precipitada la lucha nos pusiéramos a trabajar sin haber conseguido nuestra demanda de ocho horas por jornada, y más pedida por todos los obreros del universo? Antes de llegar a ese paso, que se abra la tierra y perezcamos todos en sus ruinas, y de esta manera salvaguardar nuestra dignidad de hombres y de trabajadores”3.

Las protestas no llegaron tan lejos en la capital de la provincia, aunque no por ello pasaremos por alto algunos detalles significativos.

En Alicante, mientras algunos revolucionarios llenaban la ciudad de hojas impresas anunciando que se iba a realizar la manifestación el mismo día 1, que declararían pacíficamente la huelga general en demanda de la jornada laboral de 8 horas; la ortodoxia socialista manifestaba sus reticencias y proponía esperar al domingo 4 de mayo para que los actos tuvieran un carácter más político y normalizado.

Ayer circularon por esta ciudad hojas en las que invitaba a los obreros a una manifestación pacífica para pedir la reducción a ocho horas de trabajo..”4.

En las primeras horas del día 1, muchos alicantinos se lanzaron a la calle, encabezados por los albañiles y los descargadores del muelle, que se apostaron en la parte baja del Paseo de Méndez Nuñez, llegando a juntar gran número de manifestantes en su mayoría obreros, aunque también se menciona a no pocos burgueses.

Según las crónicas, con solo su presencia consiguieron paralizar los trabajos en las obras del centro urbano, la actividad de buena parte del puerto y por supuesto el cierre generalizado de los comercios al paso de la marcha. Al parecer esta manifestación fue disuelta por la Guardia civil sin que se produjeran enfrentamientos graves.

Seguidamente se nombró una comisión para pedir al gobernador que autorizara una manifestación para aquella misma tarde, la cual fue formalmente convocada para las diez de la mañana del día siguiente.

En la mañana del día 2, en la plaza del Teatro se habrían congregado cerca de 2,000 personas pertenecientes a la mayoría de gremios de la localidad, y tras algunos llamamientos a mantener la compostura, realizados desde el mismo pórtico del teatro, empezaron su recorrido por las principales calles del ensanche hasta cumplir con el objetivo que se habían fijado, que era llevar la petición de reducción de la jornada laboral al gobernador civil.

Antes de partir la manifestación, compuesta de unos 1,500 obreros [..] uno de los individuos de la citada comisión arengó en el dialecto del país desde los pórticos del Teatro, en sentido pacífico..”5.

Después de entregar la misiva obrera a las instituciones, algunos grupos insistieron a pie de calle en sus demandas y fueron disueltos por la guardia civil, lo que daría entender que se produjeron algunos altercados.

Posiblemente se trataría de conflictos de baja intensidad, como disolver a los que se mantenían agrupados tras la manifestación, reprimir a los obreros que cantaban el himno proletario o perseguir a los que repartían alguna hoja impresa, como la que estaba encabezada con la siguiente alocución:

A la clase trabajadora. !Salud y Fé¡. !!Obreros Alicantinos¡¡ Acabamos de llevar a feliz término la gran manifestación obrera en medio del mayor orden, dando un solemnísimo mentis a nuestros detractores”6

Las manifestaciones se reprodujeron ese mismo día 1 al menos en Crevillente, dónde 600 trabajadores se declaran en huelga tras un multitudinaria reunión a las afueras del pueblo. De forma similar, en Elche corrieron los rumores de tentativas revolucionarias y algunos miles de obreros pasearon de forma pacífica e imponente; o de una forma más difusa al día siguiente en Torrevieja. También el día 4 de mayo, se menciona otro acto en Elche siguiendo la órbita socialista, así como en Orihuela o Callosa de Segura dónde se llevaron a cabo pequeños actos de carácter más simbólico que reivindicativo.

Sin duda, Elche fue otra de las ciudades dónde las jornadas del 1º de mayo de 1890 alcanzaron mayor repercusión; organizandose una manifestación imponente y pacífica que reunió a unas 4000 personas.

Según nos cuenta Paco Moreno, sus organizadores fueron Juan Bautista Maciá y su hermano Francisco, Juan Caracena López, José Campos Pons, Jaime Aznar y Francisco Miñana; y al acabar la manifestación, un grupo de obreros capitaneados por uno apodado “el Carolíno” -que más tarde emigraría a Afríca por haber perdido el tabajo- se dirigió con la bandera a Los Llanos.

Allí salieron al encuentro las autoridades y los guardias, y en el puente del rey, el alcalde se descubrió al paso de la bandera, exclamando “¡Viva el Primero de mayo!”, con lo que se calmó el pueblo amotinado.

En paralelo, los alpargateros presentaron poco despùés de estas jornadas de huelga una petición conjunta a los patronos en la que además de las habituales reclamaciones en torno a la jornada de trabajo o el descanso dominical, añadieron peticiones como la prohibición de trabajar fuera del taller y dar la faena urdida, y por primera vez se estableció un tabla salarial para el sector.

..En Alcoy revistió carácter de huelga general, al estar dirigido el movimiento por los anarquistas. Mientras que en Alicante, Elche, Crevillente y Torrevieja se siguieron las instrucciones emanadas por los socialistas7.

Teniendo en cuenta que pocos años antes, 1887, las entidades obreras o societarias debían de poner en conocimiento de la autoridad su constitución, sus fines, sus estatutos y juntas directivas, llevando un registro público de socios y libros de contabilidad; podemos imaginarnos a través de estas primeras grandes manifestaciones obreras en diferentes puntos de la provincia de Alicante el terremoto social que provocaron.

Entendidos como verdaderos actos de dignificación colectiva, las manifestación del 1º de mayo de 1890 fueron todo un golpe de efecto que puso de manifiesto la conciencia de clase como nunca antes en nuestra provincia.



  • 1VAIRASSE, Denis: Historie des Sevarambes, peuple qui habitent una partie de troisieme continent. Pierre Mortier, Amsterdam, 1677; citado en revista Cenit junio 1962. En esta utopía de gran éxito en su tiempo, algunos han visto uno de los precedentes de los 3 ochos. Por otro lado, algunos sitúan el origen del 1ª de mayo en la matanza de los llamados conspiradores de Cato Street, acontecida ese mismo día de 1820, cuando fueron colgados y decapitados en Inglaterra un grupo de disidentes políticos, que habían osado pedir reformas en favor de las clases populares.

  • 1BIS El ORCELITANO 04-05-1890. Aunque las 8 horas ya las lograron los carreteros ingleses en 1787; este objetivo siempre estuvo presente en las luchas obreras. Así, en uno de los primeros congresos de La Internacional, 1866, ya se habló de las 8 horas de trabajo, 8 de descanso y 8 de recreo. Como leemos en otro lugar, este desideratum lo hizo suyo la FRE; siendo los alcoyanos quienes consiguieron de facto la jornada de 8 horas, prácticamente en todos los oficios, tras la huelga revolucionaria de julio de 1873.

  • 2DIARIO de Orihuela 02-05-1890. Ya en 1887 la FTRE había hecho una campaña en favor de las 8 horas. Ver, VVAA: El Anarquismo en Alicante [1868-1945]. Instituto de Estudios Juan Gil Albert Diputación Provincial de Alicante. Alacant 1986. pp. 30-31; Moreno: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante [1890-1931]. Unión General de Trabajadores, 1989, pp. 212 y 255; Olaya: Historia del movimiento obrero español, Siglo XIX. Ediciones Nossa y Jara. Móstoles, 1994.

  • 3El ALICANTINO 10-05-1890. Tras los sucesos, se detuvo al veterano militante internacionalista Rafael Miralles, por haber ondeado en el Molinar ..la bandera de la sociedad de anarquistas. También, Moreno: Anarquistas y Socialistas en la provincia de Alicante [1874-1917]. Anales de la Universidad de Alicante, Alicante, 1986. pp. 156-157.

  • 4El ALICANTINO 01-05-1890.

  • 5El ALICANTINO 03-05-1890.

  • 6El ALICANTINO 03-05-1890. Según algunas fuentes, las operarias de la fábrica de Tabacos de Alicante participaron en la ..huelga (¿) de mayo de 1890, destacando la escasa asistencia al trabajo. Ver, Valdés: La Fábrica de Tabacos de Alicante. Caja de Ahorros del Mediterráneo. Alicante, 1989.

  • 7MORENO: El movimiento obrero en Elche [1890-1931]. Instituto Cultura Juan Gil Albert, 1987, p. 419. Los rumores aseguraron que el alpargatero socialista Juan Caracena López [Elche, 1844 / Casa de Beneficencia de Alicante, 25-02-1921], uno de los espiritistas más destacados de la ciudad y ex-alcaide de la cárcel, sería el encargado de sacar a los presos y voltear las campanas como señal de la revuelta. Luego emigró a Argel, pero regresó años después pobre y ciego, siendo acogido en Alicante. También, Moreno: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante. Ob. Cit, pp. 176-177; Piqueras Arenas: El nacimiento del 1º de Mayo en el País Valenciano, en Estudios sobre Historia de España, pp. 429-438.

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